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Aeronaves no tripuladas al servicio de los más vulnerables

Así pueden los drones salvar vidas

Localizar migrantes en el mar, llevar vacunas, sangre o desfibriladores a zonas de difícil acceso o ayudar en la extinción de plagas para combatir el hambre. Los drones se están revelando como un eficaz aliado en la acción humanitaria y en la asistencia sanitaria. Veamos algunos ejemplos de cómo un dron puede salvar vidas.

Dron de ala fija de Drones Technologies
Dron de ala fija de Drones Technologies

Se hicieron famosos por su uso militar. No en vano, el presidente estadounidense Barack Obama basó en ellos buena parte de sus acciones bélicas contra objetivos de Al Qaeda en Oriente Próximo. Pero los drones pueden desempeñar muchas funciones en la vida civil en sectores tan diversos como la agricultura, la seguridad, la construcción, la logística o la fotografía aérea, entre otras.

Ahora también están empezando a despuntar como una herramienta muy útil en labores sociales y humanitarias. Varias ONG como la Fundación Gavi (Alianza para las Vacunas), Acnur o ProActiva-Open Arms empiezan a incorporar drones en su actividad.

Los drones permiten inspeccionar grandes espacios en busca de embarcaciones de refugiados a la deriva y acelerar el rescate

Estos días la Fundación Hemav presenta el Proyecto Freeda, una inciativa que pretende poner varios drones a disposición de la ONG ProActiva-Open Arms para ayudar en el rescate de migrantes y refugiados en aguas del Mediterráneo. La idea es dotar a esta aeronave no tripulada de una cámara térmica, de modo que, al sobrevolar la superficie del mar pueda distinguir fácilmente la presencia de seres humanos en medio del agua.

“Las imágenes que vaya recogiendo serán procesadas por el propio dron, a través de un programa que hemos creado, y si detecta alguna embarcación, enviará las coordenadas a la tripulación del barco de la ONG, que se dirigirá de inmediato hasta el sitio donde se ha hecho esta fotografía”, explica Sergi Tres, coordinador del Proyecto Freeda.

Cada dron tendrá una autonomía de vuelo de unas tres horas y podrá recorrer distancias de unos 50 kilómetros. Estos aparatos podrán adentrarse en zonas más conflictivas, como las inmediaciones de la costa libia donde los barcos de las ONG no pueden penetrar, pero sobre todo, al sobrevolar un área mucho mayor, podrán detectar muchas más embarcaciones y acelerar su localización.

Acortar los tiempos es vital, según Tres: “Al detectar las embarcaciones más rápidamente se puede ayudar antes a estas personas. Esto es importante porque a veces cuando por fin son rescatados para algunos ya es demasiado tarde pues están en unas condiciones pésimas. Más de una vez han muerto en el barco de la ONG porque no han recibido la asistencia a tiempo”.

La Fundación Hemav desarrolla drones para el control de las plagas de langosta en desiertos de África.

Plagas de langostas

La Fundación Hemav nació hace seis años cuando un grupo de jóvenes ingenieros se propusieron usar la tecnología dron con fines sociales y humanitarios. Otro de los proyectos de esta entidad que está dando sus primeros pasos junto a la FAO (la organización de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) tiene como objetivo aplicar la teconología dron a las labores de monitoreo y control de las plagas de langosta en zonas desérticas de África.

Estas plagas de langostas del desierto son devastadoras para la agricultura y la ganadería y pueden llegar a causar hambrunas entre la población. La mayor plaga reciente se produjo entre 2003 y 2005 y ocasionó pérdidas de hasta el 100 por cien en cereales, 90 por ciento en legumbres y 85 por ciento en pastos. Se necesitaron aproximadamente 570 millones de dólares y 13 millones de litros de pesticida para frenarla. Con ese presupuesto, se habrían podido asegurar 170 años de prevención.

Es posible acotar con drones las zonas en las que puede anidar la langosta, localizar a los insectos y fumigar

El director de la Fundación Hemav, Marc Aicart, indica que los drones podrían servir de gran ayuda para prevenir estas plagas: “En una primera fase podrían determinar con un sensor multiespectral dónde están las zonas verdes, allí donde van a intentar situarse las langostas; después podrán comprobar con una cámara si en esas áreas ya hay insectos y, por último, podrán fumigar desde el aire con pesticida”.

A la hora de fumigar, los drones podrían complementar el trabajo de las personas que esparcen el pesticida a pie y los aviones que lo arrojaran desde el aire. “El dron puede llevar 10 kilos de pesticida, es capaz de fumigar más rápido que las personas y con más precisión que un avión, por lo que también es menos destructivo”, asegura Aicart.

África está siendo escenario de otros proyectos de uso de drones en labores humanitarias. En Ruanda, un acuerdo entre la Alianza por la Vacunación Infantil (Gavi) y Zipline, una empresa de robótica de Silicon Valley, está permitiendo llevar vacunas, sangre y medicamentos a zonas rurales de difícil acceso.

Asimismo, Acnur ha empezado a utilizar drones en los campamentos de refugiados del este de Níger, adonde cientos de miles de personas han llegado huyendo de la violencia del grupo terrorista Boko Haram. Allí, un ingeniero autodidacta llamado Aziz Kountche ha puesto al servicio de la organización de Naciones Unidas un modelo de dron (el T-800 M) que resulta útil para trazar mapas de los asentamientos, valorar las necesidades de los desplazados, organizar su registro y planificar servicios de saneamiento, salud y educación.

Aziz Kountche, ingeniero autodidacta que ayuda con sus drones a Acnur en los campos de refugiados de Níger

Llevar desfibriladores

En España, el uso de drones con fines sociales también está despegando. A partir de un trabajo fin de máster, la 'start up' Drones Technologies ha diseñado una plataforma UAV (vehículos aéreos no tripulados) destinada a la entrega de desfibriladores en lugares de difícil acceso.

Federico Martín, CEO de Drones Technologies, expone la filosofía de este proyecto: “Se trata de dotar a una ambulancia de un dispositivo de vuelo matriculado, de manera que cuando el vehículo no tenga acceso al lugar donde se ha producido la emergencia por el motivo que sea (inundación, terremoto, etc.), pueda desplegar el dron con el desfibrilador para llegar hasta el paciente que lo necesita”.

La rapidez con la que un dron puede llevar un desfibrilador a determinados lugares es decisiva para salvar vidas 

Martín indica que el proyecto se plantea con drones y cargas de menos de 25 kilos de peso que es el límite para no tener que cumplir con todos los requisitos de seguridad y aeronavegabilidad que se le exigen a un avión comercial. Para ello, están trabajando con desfibriladores muy ligeros y eficientes que ya están en el mercado.

“El dron puede conducirse manualmente o volar automáticamente ajustándose a un plan de vuelo. Cualquiera que esté cerca de la persona que ha tenido un fallo coronario puede recoger el dron, desenganchar fácilmente el desfibrilador y aplicárselo al paciente”, describe el CEO de Drones Technologies, quien subraya: “La rapidez es un factor decisivo cuando hay reanimar a una persona, ya que le puede salvar la vida, y con los drones se va a ganar mucho tiempo”.

Además de desfibriladores, los aparatos de Drones Technologies pueden llevar todo tipo de suministros médicos. Concretamente, los drones de tipo ala fija son capaces de soportar hasta 700 gramos de  carga. "En el caso de transportar vacunas, éstas se pueden empaquetar en un 'icepack', que preserva la temperatura y aísla de la luz", explica Martín, quien reconoce que hoy por hoy las barreras que tiene que superar el proyecto no son de índole tecnológica sino jurídica, ya que la normativa aeronáutica y de tráfico aéreo tanto en el ámbito estatal como en el europeo es muy conservadora y sería necesario adaptarla a esta tecnología.

La posibilidades para que los drones ayuden en labores sociales o humanitarias son innumerables. Hay tarea de sobra para todas las empresas que quieran dar paso, como manifiesta el director de la Fundación Hemav: “Aquí no hay cuestiones de competencia. Cuantas más empresas quieran hacer lo mismo, mejor. Si hubiera otra entidad que deseara destinar drones a cuestiones sociales o medioambientales estaríamos encantadísimos”.