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Ambicioso proyecto europeo dirigido a las personas con discapacidad

Prosperity4all: Interacción total para usuarios con discapacidad

Se llama Prosperity4all (P4A) y es la nueva apuesta de Fundación ONCE e ILUNION Tecnología y Accesibilidad para hacer más fácil el diseño, el desarrollo, la adquisición y el uso de productos y servicios de tecnología accesible. Este ambicioso proyecto europeo, que entra en su fase final, permitirá una interacción total entre desarrolladores y usuarios de tecnología accesible. Llega la hora de la relación entre personas.

Usuarios y desarrolladores de tecnología estarán en contacto (Foto: Jorge Villa)

Prosperity4all (P4A) permitirá al usuario de tecnología accesible encontrar el artículo que busca en una sola plataforma accesible y cómoda que reúne la oferta de desarrolladores de toda Europa. Solo tiene que introducir una palabra clave en un buscador y tendrá delante los tres o cuatro productos que más se ajustan a sus necesidades. Pero no solo eso. El usuario va a poder estar en contacto permanente con el desarrollador de esa tecnología, incluso después de adquirirla, va a poder consultar a quien la ha creado o a otros usuarios de ese mismo producto cualquier duda sobre su funcionamiento, hacer sugerencias de mejora y ayudar a que sea más útil y de mayor calidad.  

El jefe del Departamento de Tecnologías Accesibles e I+D de la Fundación ONCE, David Zanoletty asegura que P4A va a enterrar el modelo clásico de mercado, en el que el creador de una tecnología desaparece una vez que el usuario la ha adquirido. “Aquí, en cambio, se mantiene esa línea de conexión entre el desarrollador y el usuario y ya se están viendo las ventajas que esto tiene. El consumidor tiene información más práctica, no el clásico manual de usuario”.

Relación entre personas: esa es la principal novedad que introduce P4A

Jesica Rivero, coordinadora de I+D en ILUNION Tecnología y Accesibilidad, incide en esta idea: “Se persigue ese valor añadido de que un desarrollador pueda estar en contacto con aquellas personas que van a utilizar el producto, para saber qué necesidades van a tener, qué productos de apoyo van a necesitar. Se trata de poner en contacto dos mundos que normalmente no están en contacto”.

El usuario también tiene a su disposición otro espacio, denominado Assistance On Demand, pensado para que el usuario reciba asistencia o asesoramiento de los equipos de desarrollo, que son los que conocen más en profundidad el producto o el servicio que han creado. Pero también permite la colaboración entre consumidores, porque generalmente un usuario aprende más viendo cómo otra persona utiliza un producto que leyendo las especificaciones técnicas.

El desarrollador ya no está solo

El nuevo proyecto no solo favorecerá la interacción entre el usuario y el desarrollador de tecnología, sino que propiciará la comunicación de los desarrolladores entre sí. Esto resolverá dos problemas fundamentales a los que se enfrenta cualquier nuevo desarrollo, como atestigua la coordinadora de I+D en ILUNION Tecnología y Accesibilidad: “Estos dos problemas son, en primer lugar, saber qué quiere realmente el usuario y, en segundo lugar, que el tiempo para desarrollar ese producto es limitado”.

Hay una zona de Prosperity4all, llamada Developer’s Space (Espacio del desarrollador) que proporciona al creador de una solución tecnológica la respuesta a los dos problemas, ya que, por una parte, le pone en comunicación con el usuario de tal manera que va a poder conocer, a través de un sistema de puntuaciones (rating), de comentarios o incluso de encuestas, si su producto va a tener éxito en el mercado y, por otra parte, le ayuda a suplir esa falta de tiempo porque le permite integrar en su desarrollo cosas que ya han hecho otros.

Es posible que ese desarrollador esté creando una nueva aplicación para el móvil y tenga que integrar un lector de pantalla cuando él no es experto en esa tecnología. No le hace falta que la desarrolle partiendo de cero. Rivero lo  explica con una metáfora: “Puede ir componiendo un puzle gracias a tener contacto con todos los desarrolladores que hacen las distintas piezas. Esto permite reducir mucho los tiempos y los costes de un desarrollo”.

Hay que involucrar al usuario en el diseño y el desarrollo de cada solución.

“Hoy en día, el camino que se está tomando claramente es el de la colaboración”, asegura el jefe de Tecnologías Accesibles e I+D de Fundación ONCE. “Últimamente se habla mucho de cocreación, codiseño... todo es ‘co’. No es simplemente una moda”, afirma Zanoletty, que explica que esta colaboración no solo se da entre desarrolladores sino que también debe hacer partícipes a los usuarios: “Antes, en la fase de análisis, los usuarios probaban un producto y daban su opinión a los diseñadores, pero eso se quedaba corto. Al usuario no solo hay que preguntarle sino involucrarle en diseñar, desarrollar y probar la solución. El usuario debe formar parte del equipo de desarrollo”.

Esto, según Zanoletty, tiene implicaciones muy importantes en el ámbito de la tecnología accesible. “Muchos desarrolladores no se atreven a meterse en el mundo de la accesibilidad por desconocimiento o porque les parece muy complejo. Si no están muy familiarizados con usuarios que tienen limitaciones severas, sus productos recibirán muchas críticas”. Por eso, continúa  este directivo de Fundación ONCE, “crear un espacio que facilita a nuevos desarrolladores incorporarse a este campo es lo que aquí se busca", además de poder contactar entre los propios desarrolladores de manera que les permita intercambiar experiencias. "Es darle un empujón en muchos aspectos”, resume Zanoletty.