Pasar al contenido principal
Juan Francisco Montalbán. Embajador en Misión Especial para la Agenda 2030

"La Agenda 2030 nos explica, al margen de fatalismos, que hay alternativas"

El embajador en Misión Especial para la Agenda 2030, Juan Francisco Montalbán, recibe a Soziable.es para explicar cómo afronta España la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la ONU en 2015. El diplomático avanza que en marzo se presentará un primer informe que marcará la hoja de ruta para los próximos meses.

Francisco Montalbán de la Agenda 2030
Francisco Montalbán de la Agenda 2030

A mediados del próximo mes de julio el Gobierno español se someterá en la sede de Naciones Unidas en Nueva York al examen voluntario para explicar sus avances en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Hace meses que se creó un Grupo de Alto Nivel dedicado a este asunto vital, un órgano supraministerial presidido por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, con participación del resto de ministerios. Este grupo trabaja en un Plan de Acción cuyo primer borrador se presentará a mediados de marzo, según avanza en esta entrevista a Soziable.es Juan Francisco Montalbán. El embajador en Misión Especial para la Agenda 2030 es diplomático de carrera, un hombre de apariencia tranquila, curtido en diferentes misiones en el exterior y, como él mismo dice, "optimista por naturaleza, aunque en este tema estamos obligados a serlo". Es consciente del enorme reto que supone la implementación de los ODS para construir un mundo sostenible a nivel social, económico y medioambiental, pero afirma que no sólo es posible, sino necesario para evitar un cataclismo mundial.

"A mediados de marzo queremos tener una primera versión del informe con la estrategia que España va a seguir para avanzar hacia los ODS"

¿Qué puede avanzar de los trabajos que se están llevando a cabo de cara al examen nacional voluntario al que España se someterá el próximo julio ante el Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas?

Este examen tendrá lugar entre el 16 y el 18 de julio y será la oportunidad para que España muestre cómo está aplicando la Agenda 2030. Ahora mismo estamos desarrollando un Plan de Acción con la implicación de todos los ministerios, las comunidades autónomas, los municipios y provincias, el sector privado, la sociedad civil, las universidades y los centros de pensamiento. Es un trabajo arduo, y a mediados de marzo queremos tener una primera versión del informe que presentaremos en la ONU que recoja en sus líneas básicas cuál es la estrategia que España va a seguir para poder avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

 

¿Cuál es en estos momentos la situación en la que se encuentra España respecto a los ODS?

Desde el Grupo de Alto Nivel se está trabajando en un marco de indicadores estadísticos que reflejen exactamente la situación del empleo, de la lucha contra la pobreza, del trabajo por el clima... Esos indicadores se están construyendo y servirán para repasar las políticas públicas, las estrategias y las iniciativas legislativas que España lleva a cabo. El informe que estamos elaborando realmente equivale a la hoja de ruta para los próximos años, vamos a explicar por dónde vamos a ir en cada uno de los 17 ODS. Uno de los objetivos es ponernos a disposición de la comunidad internacional para que las buenas prácticas españolas puedan trasladarse a otros países y, a su vez, podamos inspirarnos en otras experiencias internacionales en aquellos campos en los que tengamos carencias.

"Pensar que tenemos pobreza infantil con los niveles que nos marcan las estadísticas a todos nos aturde, nos revuelve en nuestras conciencias"

Precisamente hay indicadores en los que España necesita claramente mejorar, como la pobreza y la exclusión, la desigualdad o el desempleo, indicadores que han empeorado mucho debido a la crisis. ¿Qué se está haciendo para mejorar en estas cuestiones?

Indudablemente, cada país tiene sus puntos fuertes y otros puntos mejorables. Me consta que hay una voluntad de construir estrategias de lucha contra la pobreza y contra la exclusión social. Pensar que en España tenemos pobreza infantil con los niveles que nos marcan las estadísticas a todos nos aturde, nos revuelve en nuestras conciencias y nos llevan a la acción, y eso es lo que está haciendo el Gobierno, en este caso el Ministerio de Sanidad y de Servicios Sociales. La desigualdad está marcando el debate político en toda Europa, haciendo que emerjan fuerzas políticas que antes no estaban en los parlamentos y apoyadas en algunos casos por terribles mensajes racistas y xenófobos. Desde los poderes públicos tenemos que trabajar para superar las consecuencias más adversas, más injustas y excluyentes de la crisis, y combinar esquemas de crecimiento económico con políticas públicas dirigidas a no dejar a nadie atrás, que es el principal lema de la Agenda 2030.

¿Cree que la sociedad española conoce realmente lo que es y lo que implica la Agenda 2030?

Nuestra primera percepción es que los ODS están empezando a ser bien conocidos por la sociedad española. Calculamos que aproximadamente una tercera parte de la población ha oído hablar del desarrollo sostenible, sabe lo que supone, tiene una capacidad de ir dando seguimiento a lo que las administraciones públicas y todos los actores sociales van poniendo en marcha al respecto. Y, lo que es tan importante como lo anterior, son capaces de ir tomando decisiones personales de cara a aplicar la Agenda 2030 y el desarrollo sostenible a su propia vida particular, a sus hábitos de consumo responsable.

"Calculamos que una tercera parte de la población ha oído hablar del desarrollo sostenible y sabe lo que supone"

¿Puede decirse que estas decisiones ciudadanas son tan importantes como las que puedan tomarse desde las administraciones públicas?

La española es una sociedad solidaria, moderna, politizada en el mejor sentido de la palabra... Hay un intenso debate acerca de la España que queremos en el futuro y, en tal sentido, creo que su madurez política implica saber que construir un mundo más sostenible no es solo una responsabilidad de las administraciones públicas, sino que es también una responsabilidad individual. Usar el transporte público, la opción por modelos de automoción más limpios, las decisiones de consumo, de respeto a la naturaleza... Son opciones personales. Salir de casa y preguntarse, ¿qué hago esta mañana, saco el coche, me voy en metro, cojo la bicicleta? Son decisiones importantes, vivimos en un país muy desarrollado, con un PIB muy importante, y lo que nosotros podamos conseguir en España en el ámbito de la sostenibilidad influye en las estadísticas mundiales. En ese sentido, si mejoramos nuestra sostenibilidad nos hacemos un bien a nosotros y, al mismo tiempo, colaboramos en conseguir las metas internacionales.

Soziable entrevista a Francisco Montalbán

¿Cuál es el papel que en su opinión deben desempeñar las empresas en la estrategia de desarrollo sostenible?

"Después de unos años en el exterior, he vuelto a España y he visto un salto cualitativo en la implicación de todo tipo de empresas"  

La Agenda 2030 nos traslada de una manera insistente una serie de fórmulas de trabajo y la de la construcción de alianzas es una de los más sólidas y de mayor potencialidad y futuro. La alianza con el sector privado es un hecho desde hace tiempo. Las empresas españolas (grandes, pequeñas y medianas) siempre han tenido una gran preocupación en el ámbito de la responsabilidad social. Yo creo que la Agenda 2030 va un poco más allá, lo que nos viene a decir es no solo que continúen haciendo este trabajo sino que trasladen los conceptos del desarrollo sostenible a todos los ámbitos de su actuación. Después de unos años en el exterior, he vuelto a España y he visto un salto cualitativo en la implicación de todo tipo de empresas, desde la gran compañía del Ibex 35 hasta nuestros autónomos. La segmentación entre lo que hacen los poderes públicos y lo que hace el sector privado se va diluyendo y todos asumimos una responsabilidad que, de nuevo, este paradigma innovador que nos plantea la Agenda 2030 nos ayuda a ordenar. El diálogo con las empresas es intenso y fructífero, y va a ser un activo muy potente de cara a la presentación internacional del cumplimiento español de la Agenda.    

Ese salto cualitativo al que se refiere, ¿lo ha visto también en los consumidores? ¿Cree que los ciudadanos con sus decisiones de consumo exigen a las empresas comportamientos responsables y penalizan a las que no los tienen?

Yo eso lo estoy apreciado de una manera muy clara. No solo sobre la conducta de las empresas y los códigos de las empresas en España, sino también en países en desarrollo. La economía está globalizada, la Agenda 2030 intenta ordenar y canalizar esa globalización en términos positivos. El consumidor español, cuando va a comprar un determinado producto, es consciente de que parte de ese producto se fabrica aquí y parte se fabrica en otros países, y quiere que las mismas reglas que se siguen aquí se sigan en el exterior. Y las empresas saben que una mala decisión empresarial tiene consecuencias mundiales. En este sentido todos estamos trabajando en una línea de fomento del consumo responsable, que es lo que se pretende en la Agenda 2030.

¿Hasta qué punto es importante para el Gobierno concitar el consenso con los grupos políticos en estos temas?

Es esencial, se trata de una Agenda a muchos años vista, y todo lo que sea una construcción consensual de políticas públicas vendrá bien para que podamos ir en una senda consolidada de obtención de resultados. Es importante que, al margen de que haya relevos gubernamentales, podamos mantener el grueso de los objetivos. La implicación del Parlamento es esencial, hay una Proposición No de Ley del mes de diciembre que hace una serie de consideraciones al Gobierno acerca de cómo se debe funcionar. Se habla también de la creación de una comisión mixta Congreso-Senado para el seguimiento de la Agenda 2030, y por supuesto que la Administración General del Estado se encuentra a disposición del Parlamento para colaborar en debates monográficos con la periodicidad que se estime oportuno y con la remisión de informes.

¿Es usted optimista sobre la consecución de los ODS en 2030?

Estamos obligados a serlo. Yo lo soy por talante personal y por naturaleza, los diplomáticos estamos acostumbrados a la complejidad del mundo porque tenemos que tratar de entender culturas muy diferentes, con condiciones sociales divergentes. Creo que hay que ser optimista pero con un optimismo medido, racional, no con el optimismo de los ilusos. La Agenda 2030 es un programa práctico, es realista, parte de la situación real de los países. Si se sigue creciendo con este patrón industrial vamos a generar un cataclismo climático y ambiental y eso está absolutamente constatado de forma fehaciente por los científicos. Por tanto, hay que actuar. La Agenda nos hace ver que la senda que llevamos es equivocada, nos explica, lejos de fatalismos y de teorías conspirativas, que hay una solución, que hay una alternativa. Mejorar las condiciones de vida de las sociedades siempre ha sido difícil. No se llega a sociedades democráticas, equilibradas y con crecimiento económico por arte de magia, se llega cuando sus fuerzas políticas representativas de la sociedad saben hacer un buen trabajo y la opinión pública está muy pendiente de ello y se consiguen escenarios de medio y largo plazo. La Agenda conecta las problemáticas de todos los países, establece unas pautas de gobierno mundial. El futuro es incierto, no está escrito, razonablemente depende de cada uno. Por eso todos debemos trabajar por hacer un mundo más sostenible y construir una sociedad más justa para nosotros, para nuestros hijos y para las siguientes generaciones.