Se suman a los contemplados para la industria del carbón

BBVA extiende sus objetivos de descarbonización a los sectores de la electricidad, el automóvil, el acero y el cemento

La entidad financiera anunció los objetivos para la descarbonización de su cartera crediticia en 2030 para industrias intensivas en emisiones de CO2 entre los cuales ahora ha incluido cuatro nuevos sectores de actividad: generación de electricidad, automóvil, acero y cemento. Se trata de unos objetivos intermedios con la vista puesta en ser neutros en emisiones de carbono en 2050.

Los cuatro nuevos sectores representan, junto al carbón, el 60% de las emisiones de CO2 mundiales.

30 Nov 2021 | Redacción | Soziable.es

Tras comprometerse en marzo a dejar de financiar el carbón en 2030 en los países desarrollados y en 2040 en el resto, BBVA ha anunciado que reducirá entre 2020 y 2030 la intensidad de carbono de su cartera crediticia un 52% en generación eléctrica; un 46% en la fabricación de automóviles; un 23% en la producción del acero; y un 17% en la producción de cemento.

Estos sectores, junto al carbón, representan el 60% de las emisiones de CO2 mundiales. El banco centrará sus esfuerzos en acompañar a sus clientes con financiación, asesoramiento y soluciones innovadoras en el esfuerzo conjunto de descarbonización.

Tal y como declaró Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, la fijación de estos objetivos para 2030 supone un paso más en nuestro compromiso de ser neutros en emisiones de carbono en 2050. Es también una oportunidad para seguir apoyando a nuestros clientes en su transición sostenible".

BBVA realizó este anuncio en el marco de la pasada COP26, que tuvo lugar en Glasgow entre el 1 y el 12 de noviembre y que, según los principales líderes mundiales congregados, es “la última oportunidad” para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5ºC respecto a la era preindustrial. Tras la cumbre, la lucha contra el cambio climático no se detiene. Todo lo contrario. En España, en concreto, la descarbonización de la economía, una de las claves para detener el calentamiento global, avanza de la mano de dos sectores: el energético y el del transporte.

La entidad seguirá unas métricas de intensidad de emisiones por unidad de producción, con un punto de partida en 2020 y un objetivo para 2030 para estos cuatro nuevos sectores, que siguen la metodología SDA (Sectoral Decarbonization Approach) y que están alineadas con PACTA (Paris Agreement Capital Transition Assessment).

El pasado mes de abril, BBVA anunció el compromiso Net Zero 2050 (cero emisiones netas en 2050) teniendo en cuenta tanto las emisiones directas como indirectas, incluyendo entre estas últimas las de los clientes que reciben financiación del banco.

También en 2021 se publicó su compromiso de reducir a cero la exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades, antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente. Esta decisión está alineada con la propuesta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), consistente en limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5ºC y con la ambición de conseguir una economía neutra en carbono en 2050.

Además, la compañía está avanzando para publicar el resto de objetivos de alineamiento y de compromisos para otros sectores a los que también financiera y que aparecen definidos en la Guía para la fijación de objetivos de la Net Zero Banking Alliance: petróleo y gas, aluminio, sector inmobiliario, transporte y agricultura.

Cartera libre de emisiones en 2050

El papel de la banca es fundamental como financiador de todos los sectores productivos. La influencia que, mediante dicha financiación, se puede ejercer en el comportamiento de sus clientes y en su desempeño medioambiental se ha puesto de manifiesto por el mercado y los reguladores. Las empresas van a protagonizar esa descarbonización a través de la transformación de sus modelos productivos y haciéndolos más eficientes energéticamente.

Tal y como se establece en el Acuerdo de París, los flujos financieros deben ser coherentes con una trayectoria baja en emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C respecto a los niveles preindustriales y, si es posible, de 1,5°C.

En línea con sus compromisos, BBVA ha tomado como referencia los escenarios de 1,5ºC, concretamente, el escenario de cero emisiones netas de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Este nuevo escenario adelanta la neutralidad de emisiones al año 2040 para la generación eléctrica y plantea un parque automovilístico con un 86% de coches eléctricos en 2050.

Compromiso y alineamiento

Por el momento, la entidad financiera ha publicado un primer ejercicio de alineamiento de sus carteras crediticias al Acuerdo de París en el que se relacionan el compromiso adquirido en esta materia, los plazos de implementación y un detalle de las métricas utilizadas para dar forma a este compromiso.

Además, en un esfuerzo conjunto con los bancos de Katowice y el think tank 2dii, ha implementado la metodología PACTA (Paris Agreement Capital Transition Assessment) para medir el alineamiento de su cartera de préstamos con los objetivos de París, cubriendo los sectores de carbón, generación de electricidad, automóvil, acero y cemento.

BBVA también quiere ampliar su compromiso al resto de sectores con impacto relevante en la generación de gases de efecto invernadero como petróleo y gas, el sector inmobiliario y la agricultura y para ello está trabajando en desarrollar la metodología PCAF (Partnership for Carbon Accounting Financials) para medir sus emisiones y poder establecer objetivos de alineamiento.

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