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El objetivo es combatir el absentismo escolar

AUARA ayuda a más de 48.000 niños a tener acceso a agua potable en países en vías de desarrollo

La empresa social AUARA ha provisto de pozos, tanques, sistemas de recogida de aguas de lluvia e instalaciones de saneamiento a 17 países de África, Asia y América Latina. El objetivo de estas actuaciones es combatir el absentismo en estas zonas, donde la población en edad escolar representa el 78% del total.

El agua mejora las condiciones de vida en numerosos países en vías de desarrollo
El agua mejora las condiciones de vida en numerosos países en vías de desarrollo

Estas infraestructuras también están ayudando a prevenir las enfermedades diarreicas, que, según la ONU, están detrás de mil muertes en niños cada año en todo el mundo.

Uno de los colegios que se ha beneficiado de esta iniciativa es el Shagaya Matha High School de Chennai (India), un instituto en el que se han instalado 30 aseos y una potabilizadora para el acceso al agua potable. AUARA está recibiendo, para la realización de este proyecto, el apoyo de la Fundación Esperanza y Alegría y el CEU.

Hevin Raj es uno de los alumnos de décimo curso de ese centro y ha afirmado que esta medida les ayudará a mejorar sus condiciones de vida e incluso a cuidar del medio ambiente. “Mi familia es pobre y en casa no tenemos retrete, usamos los públicos construidos por el Gobierno, que son pocos y va mucha gente, por lo que no hay higiene", explicó.

Además, también relató que, en el colegio, antes de la instalación de los aseos, "aprovechábamos los descansos entre clases para cruzar la carretera y hacer nuestras necesidades en el mar, lo que era inseguro para los más pequeños y embarazoso sobre todo para las niñas". Sin embargo, la situación actual es bien diferente, ya que "ahora tenemos más comodidad, más higiene y menos riesgos y además tampoco contaminamos los sitios públicos”.

Por su parte, Antonio Espinosa de los Monteros, cofundador y CEO de AUARA, destacó que esta iniciativa responde a una necesidad social de los países en vías de desarrollo. En este sentido, indicó que “la falta de agua potable es la mayor de las pobrezas, pues se traduce en enfermedades, hambre, desigualdades y malas condiciones de vida. Una situación que padecen especialmente los niños, pues en muchos casos son los encargados de caminar durante varias horas diarias en busca de agua, muchas veces contaminada, para abastecer a sus familias y corren especial riesgo a la hora de contraer enfermedades por su consumo".

Al mismo tiempo, incidió en que "facilitar su acceso a agua potable mejora su salud, su calidad de vida y también el tiempo que pueden dedicar a ir a la escuela”.

Y, por último, Espinosa de los Monteros, destacó que, según los cálculos de AUARA, los más de 48.000 niños que se han beneficiado de sus proyectos en los últimos cinco años han ganado 961 años. "Casi 1.000 años de vida sana en los que esos niños no han sufrido las consecuencias paralizantes derivadas de las enfermedades diarreicas ni han tenido que dejar de ir al colegio, de jugar o de tener una vida un poco más sencilla", apuntó.