El informe refleja los progresos en la incorporación del riesgo climático en la gestión de todos los negocios de BBVA y el compromiso de la entidad para acompañar a sus clientes hacia un futuro más sostenible.
Según escribe el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, en la carta de presentación del documento, “este primer informe TCFD es un hito más en nuestro compromiso con la sostenibilidad. Un ejercicio de transparencia que recoge nuestros progresos en modelo de gobierno, estrategia, gestión del riesgo y métricas relacionadas con el cambio climático”.
Promovido por el Consejo de Estabilidad Financiera, este estándar recomienda a las entidades que describan cómo de resistentes son sus estrategias frente a los riesgos (físicos y de transición) y las oportunidades relacionadas con el clima.
Impulsar el desarrollo de soluciones sostenibles es una de las líneas de trabajo destacadas en el informe. Para ello, se identifican las oportunidades de cara a desarrollar productos sostenibles y ofrecer asesoramiento para clientes particulares y empresas.
A un año de la celebración de la COP26 en Glasgow, BBVA ha publicado este documento, que incorpora también los esfuerzos de la entidad para involucrar a sus grupos de interés o el impacto directo de la actividad de BBVA en el medioambiente.
El Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima considera que “la adopción generalizada de este tipo de informes garantizará que los efectos del cambio climático se consideren de forma rutinaria en las decisiones comerciales y de inversión”.
Hitos de compromiso
El informe TCFD de BBVA también recoge en un único documento los principales hitos del compromiso de BBVA con la sostenibilidad, una trayectoria que comienza en 2002, cuando la entidad financiera se adhirió al Pacto Mundial de Naciones Unidas y posteriormente adoptó los Principios de Ecuador en 2004. En 2007, BBVA arrancaba su impulso a la financiación sostenible participando en la primera emisión de un bono verde cuyo emisor fue el Banco Europeo de Inversiones (BEI). En 2008, el plan de pensiones de empleados en España fue el primero en suscribir los Principios de Inversión Responsable. Una década después, la entidad presentó su Compromiso 2025 para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y los retos derivados del Acuerdo de París sobre el Clima.
El proceso culminó a comienzos de año con la incorporación de la sostenibilidad entre las prioridades estratégicas de BBVA y la puesta en marcha de un plan ambicioso de transformación.
Modelo de gobierno
BBVA afronta una década decisiva para la lucha contra el cambio climático con la reorganización interna de las iniciativas de sostenibilidad mediante la creación de la Oficina Global de Sostenibilidad, que cuenta con el apoyo de los máximos responsables ejecutivos de las distintas áreas del banco a nivel global y local.
Esto supone un cambio organizacional para acelerar e impulsar transversalmente la sostenibilidad como una nueva prioridad estratégica y hacerla realidad en todas las áreas.
La Oficina Global de Sostenibilidad se construye sobre los esfuerzos ya realizados en materia de sostenibilidad, liderando el desarrollo de una agenda única, alineando la labor de las distintas áreas de BBVA en sus estrategias y planes de actuación y apoyando en la creación de nuevas capacidades entre sus empleados. Precisamente, la entidad se convertía el pasado 28 de septiembre en el primer gran banco del mundo en formar en sostenibilidad con carácter obligatorio a todos sus empleados.