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Entrevista con Brenda Chávez, periodista e investigadora especializada en consumo y sostenibilidad

“Al año se invierten 400.000 millones de euros en marketing para hacernos comprar, más que para cualquier iniciativa de la ONU"

El Black Friday se ha convertido en uno de los eventos anuales más esperados por todos, ¿pero somos realmente conscientes del impacto que tiene una jornada como esta en el planeta? La periodista Brenda Chávez nos da las claves para consumir de forma responsable y sostenible

Brenda Chávez, periodista e investigadora especializada en consumo y sostenibilidad
Brenda Chávez, periodista e investigadora especializada en consumo y sostenibilidad

Este viernes 26 de noviembre arranca, de manera oficial, el Black Friday, una de las jornadas más esperadas por los consumidores de todo el mundo. Esta cita, que suele celebrarse el último viernes de noviembre, es una oportunidad única para adquirir productos a precios muy suculentos y para empezar a comprar los regalos de Navidad.

Sin embargo, y tal y como su propio nombre indica, el viernes negro se ha convertido, según los expertos, en una jornada oscura que, además de promover un consumo constante y compulsivo, tiene unos efectos terribles para nuestro planeta.

Brenda Chávez, periodista e investigadora especializada en consumo, sostenibilidad y cultura y autora de los libros de consumo responsable 'Tú consumo puede cambiar el mundo' y 'Al borde de un ataque de compras', apunta que “según Global Footprint Network, un ente que mide la huella ecológica, estamos consumiendo 1,7 Tierras en recursos terrestres al año, es decir, al año consumimos y producimos por encima de la capacidad que tiene el planeta para renovarse” y añade que “los expertos dicen que en 2030 vamos a estar consumiendo 2 Tierras en recursos terrestres y en 2050, si seguimos a este ritmo, serán 3 Tierras”.

El papel de las marcas

En un mundo cada vez más hiperconectado, donde recibimos cerca de 9 mil impulsos de compra al día, las grandes marcas juegan un papel importantísimo en los hábitos de consumo de la población. Tanto es así que, según indica Chávez, ”las empresas invierten, cada año, unos 400.000 millones de euros en marketing para hacernos comprar, un presupuesto mayor que el de la ONU para cualquier iniciativa o que el de muchos países para educación, justicia y sanidad”.

Según un estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, entre el 60% y el 80% de la huella ecológica proviene del consumo de los hogares, pero, tal y como señala la periodista, “esos impactos no son directamente atribuibles a las personas consumidoras, sino que cuatro quintas partes de ese porcentaje son impactos secundarios, es decir, atribuibles a las industrias y empresas que realizan estos bienes y servicios”.

De este modo, y aunque los consumidores seamos responsables de nuestros hábitos sostenibles, las empresas tienen una gran responsabilidad a la hora de producir de forma respetuosa con el medio ambiente para reducir el impacto negativo en el planeta y la emergencia climática.

Chávez añade que “el trabajo de las empresas es fundamental, son unos agentes imprescindibles para producir más sosteniblemente y para hacer transiciones desde modelos que generan mucho impacto social y medioambiental a otros que permitan un desarrollo sostenible en todas partes del mundo”.

Los consumidores

Y aunque las empresas juegan un papel destacado en la lucha contra el hiperconsumismo dañino para el planeta, los consumidores también tenemos herramientas para contribuir positivamente.

Tal y como apunta Brenda Chávez, lo que debemos hacer los consumidores es “comprar realmente lo necesario, aquello que suponga una necesidad real, no una necesidad inducida por el mercado. No tenemos que dejarnos llevar por toda esta maquinaria engrasada con tanto dinero”.

Transición sostenible

La transición empresarial hacia un modelo de negocio más sostenible y cuidadoso con el medio ambiente es un hecho. Las demandas de los consumidores, cada vez más concienciados con el impacto que sus hábitos de consumo provocan en el planeta, han obligado a pequeñas, medianas y grandes empresas a rediseñar sus estrategias y modelos comerciales.

Sin embargo, según Chávez, son mayoritariamente las pequeñas y medianas empresas las que creen firmemente en este nuevo modelo de negocio. “Hay muchas empresas que ya han nacido como sostenibles, suelen ser pequeñas y medianas empresas que se lo toman muy enserio, que invierten poco en publicidad porque todo su presupuesto se lo están gastando en hacer las cosas bien”, señala.

Aun así, la experta en sostenibilidad y consumo advierte que ”hay grandes empresas que se están subiendo al carro de la sostenibilidad recientemente, pero muchas veces esas colecciones ECO que hacen son excepciones en su modelo de producción, es lo que conocemos como greenwashing”.

Una jornada para reflexionar

El Black Friday también puede ser una jornada para reflexionar y coger consciencia sobre los impactos que tienen nuestras acciones a pequeña y gran escala.

Para fomentar esta reflexión, desde hace varios años existe el ‘Dia sin compras’, una contrajornada al viernes negro que, según Chávez “sirve para mostrar tu desaprobación con la estimulación constante del consumo”.

Además de esta iniciativa, hay muchas marcas ecológicas que celebran el Green Friday, una jornada de descuentos, pero exclusivamente en productos sostenibles. Sin embargo, esta iniciativa no siempre ha estado bien acogida por todos. Según explica Brenda Chávez, “hay una parte de la población que también critica esta iniciativa, ya que se trata de un consumismo verde”.

Y culmina diciendo que “tenemos que pensar que, aunque sean productos sostenibles, los recursos que le estamos exigiendo y demandando cada año a la Tierra son muchos. Con estas iniciativas, nos podemos ver abocados al ECOconsumismo y ningún tipo de consumismo, por muy ECO que sea, es bueno”.