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Datos del Observatorio de Acción Climática del Sector Hostelero

El 62,65% de las emisiones del sector hotelero proviene del consumo eléctrico

La hostelería española enfrenta un reto significativo en su camino hacia la sostenibilidad: el 62,65% de sus emisiones de carbono provienen del consumo eléctrico. Este dato, revelado por el Observatorio de Acción Climática del Sector Hostelero, subraya la necesidad de implementar medidas de eficiencia energética para reducir su impacto ambiental.

Las principales fuentes de emisiones en la hostelería son el consumo eléctrico, responsable del 62,65% del total; el consumo de gas natural, que representa el 19,1%, y el de propano, con el 7,8%.
Las principales fuentes de emisiones en la hostelería son el consumo eléctrico, responsable del 62,65% del total; el consumo de gas natural, que representa el 19,1%, y el de propano, con el 7,8%.

La hostelería sigue avanzando en su compromiso con la descarbonización y, aunque es un sector poco intensivo en emisiones, todavía tiene camino por recorrer. De hecho, el 62,65% de las emisiones del sector hostelero provienen del consumo eléctrico. Esta es una de las principales conclusiones del Observatorio de Acción Climática del Sector Hostelero, que recoge la medición de huellas de carbono de bares y restaurantes de toda España, así como las principales fuentes de emisión. 

Según el Observatorio, habiendo calculado Alcances 1 y 2 y agua en el Alcance 3, las emisiones anuales de un restaurante medio se sitúan en 31,63 toneladas de CO2 al año, y las de bares y restaurantes alcanzan unas 10,75 toneladas de CO2 al año. Por comparar con otro tipo de negocios, una oficina pequeña puede generar alrededor de 15 toneladas de CO2 al año, un hotel mediano emite cerca de 130 toneladas de CO2 y un centro comercial pequeño puede originar alrededor de 250 toneladas de CO2.

Si estos datos se extrapolaran al número total de restaurantes y bares en toda España (255.394 contabilizados en 2021), las emisiones del sector hostelero alcanzarían los 4,42 millones de toneladas de CO2 al año, es decir, el 1,53% de las emisiones totales del país, muy por debajo del 29,6% del transporte, del 22,4% de la industria o del 11,9% de la agricultura.

De esta investigación se extrae que la hostelería no es un sector intensivo en emisiones de CO2, al contar con unas cifras limitadas en comparación con otras industrias

En otras palabras, de esta investigación se extrae que la hostelería no es un sector intensivo en emisiones de CO2, al contar con unas cifras limitadas en comparación con otras industrias.

En referencia a las fuentes de emisión, como se adelantaba, la principal fuente de emisiones en la hostelería se sitúa en el Alcance 2, siendo el consumo eléctrico el responsable del 62,65% del total.  Las emisiones directas tienen un menor peso, no obstante, el consumo de gas natural representa el 19,1% y de propano el 7,8%.

Ahorro ambiental y económico

El Observatorio concluye que adoptar medidas como el cambio de luminarias de los establecimientos por otras de bajo consumo o usar electrodomésticos más eficientes conlleva, además de una disminución de las emisiones, importantes ahorros de costes. Por ejemplo, el cambio de un halógeno convencional por otro LED reduce anualmente el consumo en 122,31 kWh y las emisiones en 14,80 kilogramos de CO2. En términos de ahorro económico, esto se traduce en 28,50 euros al año por luminaria, hasta un 80% de reducción.

Otra medida es la renovación de electrodomésticos en los establecimientos hosteleros. La sustitución de un congelador por otro más eficiente, con un consumo de 1,85 kWh menos que el antiguo cada 24 horas supone una reducción del consumo anual de 675,25 kWh y de emisiones de 81,71 kilogramos de CO2. Esto significa un ahorro de 157,40 euros al año, un 58,73%.

Hostelería en España 

La hostelería aporta un 5,8% del PIB, en términos de Valor Añadido Bruto, y emplea directamente a 1,6 millones de personas de media, según datos de Hostelería de España, convirtiéndose así en un sector fundamental para la economía española. Además, cuenta con un gran potencial para concienciar y actuar contra el cambio climático por su amplia capilaridad y arraigo en la cultura y costumbres del país.