
Organizado por la Asociación Española de Fundaciones (AEF), Demos, Foro de Fundaciones y la Sociedad Civil, abrió esta semana las puertas de su séptima edición centrándose en la triple transición institucional, tecnológica y verde, que nos afecta a nivel global y cuyo alcance y efectos aún son desconocidos.
La jornada principal de Demos, contó este miércoles en su inauguración con la participación de de María Inmaculada Sanz Otero, vicealcaldesa de Madrid, y Pilar García Ceballos-Zúñiga, presidenta de la AEF, quien destacó que en los últimos años hemos estado asistiendo a "situaciones peculiares y únicas", como la crisis climática, la transformación digital, la pandemia de Covid o la guerra de Ucrania. “Todas estas transformaciones están suponiendo el fin del mundo tal y como lo conocíamos hasta ahora. Está cambiando la forma en que concebimos la economía, la política, la sociedad, la cultura y la forma en la que nos relacionamos. Para ello tenemos que estar preparadas las fundaciones”, afirmó Pilar García.
“Cada vez que establecemos alianzas multiplicamos los resultados”
Asimismo, la presidenta de AEF manifestó que esta edición de Demos es “una oportunidad para inspirarnos, aprender de las mejores prácticas, para establecer conexiones y seguir innovando, porque cada vez que establecemos alianzas multiplicamos los resultados. Juntos somos muy fuertes, podemos cambiar vidas y construir un futuro más brillante para todos”.
Por su parte, María Inmaculada Sanz declaró que, aunque el mundo cambia, “el ser humano sigue siendo el mismo y valores como la defensa de la libertad, la igualdad de derechos y el apoyo de las familias no deben cambiar”. Asimismo, añadió que, desde las instituciones, "tenemos principalmente claro que es fundamental la protección de la familia como célula esencial de nuestra sociedad, pero no podemos hacerlo solos y es esencial la labor de las fundaciones y sociedad civil". "Tenemos que seguir avanzando con la normativa y la política fiscal para que las fundaciones lleguen a cumplir sus objetivos”, concluyó.
Los retos de la transición ecológica y justa
A continuación, Demos continuó con su programa de mesas redondas, la primera de las cuales, bajo el título ‘Por un clima de cambio: los retos de la transición ecológica y justa’, abordó los retos y el itinerario para conseguir una transición ecológica y justa. Esta transición afecta directamente al sector fundacional, en sus programas, enfoques u operaciones, al tiempo que éstas contribuyen al cambio con sus soluciones.
El debate, moderado por María Ubago, adjunta a la directora de magasIN y Enclave ODS, contó con la participación de Gonzalo Sáenz de Miera, presidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde; Carmen Marqués Ruiz, embajadora del Pacto Europeo por el Clima; y Alicia Torrego, directora de Fundación CONAMA.
“Tenemos que pasar de las palabras a la acción, porque ya no puede haber economía si no es sostenible”
Para Sáenz de Miera, en lo que respecta al reto del cambio climático, “debemos actuar con urgencia y colaborando entre todos, con alianzas ambiciosas potentes y efectivas”. Para ello insistió en que es "fundamental" que fundaciones y empresas “revisen los pactos periódicamente, para incluir en ellos objetivos más ambiciosos y a más a corto plazo, que incluso vayan por delante de la regulación. Tenemos que pasar de las palabras a la acción, porque ya no puede haber economía si no es sostenible”.
En este sentido, Sáenz de Miera insistió en que "el paso más importante y urgente es concluir la transición energética", manifestando que “es el momento de la verdad y, si queremos evitar los peores escenarios, debemos pasar ya de los combustibles fósiles a las energías renovables, aprovechando la revolución tecnológica que se está dando en las energías limpias”.
“No hay sostenibilidad social sin sostenibilidad ambiental”.
Para Carmen Marqués, “el cambio requerido es tan radical que solo se conseguirá si contribuye toda la sociedad y todos los sectores económicos”. Así, afirmó que la educación medioambiental "es muy importante" y que "todos somos responsables y debemos trabajar en pactos a todos los niveles". En este sentido, sostuvo que "ahí está la dificultad: en conjugar lo internacional con lo local". "Ese es el gran reto, porque no tenemos un sistema internacional que permita tomar medidas que cumpla todo el mundo. Es un problema de gobernanza a nivel global”, indicó.
Por su parte, Alicia Torrego incidió en que “no hay sostenibilidad social sin sostenibilidad ambiental” y añadió que, además del paso de combustibles fósiles a energías renovables, “hacen falta medidas de eficiencia y ahorro energético”. Asimismo, señaló que “es fundamental tener presenta el concepto de One Health, que conjuga la salud de las personas con la del medio ambiente para ver todos estos desafíos de una manera conectada”.
Digitalización y nuevas vulnerabilidades
La segunda mesa de la jornada abordó otra de las transiciones, la digital, que también ha generado evidentes impactos a nivel social, económico y político durante las tres últimas décadas. El coloquio estuvo moderado por Ana Caballero, presidenta de la Asociación Europa de la Transición Digital, y en el mismo participaron Luis de Salvador Carrasco, director de la división de innovación tecnológica de la Agencia de Protección de Datos; Javier Santacruz, economista y secretario de la Fundación para la Libertad; Susana Mañueco, responsable de impacto social y relaciones institucionales en la Fundación COTEC para la Innovación; y Joana Bonet, periodista y escritora.
Para Luis Carrasco, la transformación digital en todas las sociedades supone que “nos encontramos en una encrucijada porque nuestra vida digital ya no es una opción; la mayor parte de las veces es una obligación que marca todos los aspectos de nuestra vida”. Añadió además que el problema principal es que “se han tomado decisiones de gestión muy equivocadas, porque la innovación no tiene que ver solo con la tecnología, sino con la gestión, y lo que necesitamos es una gestión razonable y sostenible”.
“La innovación no tiene que ver solo con la tecnología, sino con la gestión, y lo que necesitamos es una gestión razonable y sostenible”
En lo que respecta al impacto social de la transformación digital, Carrasco destacó que “hay personas, como los mayores, a las que han empujado a una situación de vulnerabilidad”. En este sentido, matizó que no se trata de un fenómeno global y es más local de lo que pensamos, ya que “en muchos países las nuevas tecnologías digitales son una opción adicional que mejora la atención y la productividad, no se han convertido en un callejón sin salida”. Puso el ejemplo de Japón afirmando que “es el país más tecnificado y donde pueden verse más servicios de atención personalizada”.
Sin embargo, para Carrasco, "el efecto más grave y el reto más importante a solucionar en cuanto a transición digital es la mercantilización de los datos personales". “Nos están timando con el tema de los datos", sentenció. Según expuso, "se ha montado un ecosistema en el que los usuarios pagan servicios digitales con sus datos personales y esto está cambiando la sociedad con efectos traumáticos en términos de manipulación electoral, desinformación e incluso destrucción de vínculos familiares y de amistad, porque se ha llegado al punto de cosificar a las personas y convertirlas en simples datos”.
“El reto es convertir la tecnología en más humana y que no nos convierta en esclavos”
Para Susana Mañueco, el elemento diferenciador, en lo que respecta a las brechas digitales, son las competencias digitales. Tal y como declaró, según un estudio de la Fundación COTEC, en “España, los determinantes fundamentales en cuanto a dichas competencias son la edad y el nivel de estudios”. También incidió en que “necesitamos generar conocimiento de calidad y evidencia científica sobre cómo está afectando la transformación digital a las personas más vulnerables. El reto es convertir la tecnología en más humana y que no nos convierta en esclavos”.