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Un proyecto de Nadiesolo y Sanex

La campaña ‘La piel nos conecta’ busca paliar los efectos de la soledad no deseada

Sanex y Nadiesolo relanzan ‘La piel nos conecta’, una campaña de sensibilización sobre el problema de la soledad no deseada que cuenta tres historias de voluntariado de acompañamiento con diferentes colectivos: personas mayores, personas sin hogar y menores con discapacidad intelectual. Con la segunda edición de la campaña, iniciada en febrero, se espera que aumente la cifra de voluntarios que dedican su tiempo a acompañar a los más vulnerables.

Cerca de 5 millones de personas en España viven solas,y más de 2 millones son mayores de 65 años.
Cerca de 5 millones de personas en España viven solas,y más de 2 millones son mayores de 65 años.

La marca de cuidado personal Sanex, y Nadiesolo, la ONG de voluntariado de acompañamiento a personas en riesgo de exclusión, revalidan por segundo año consecutivo la campaña 'La piel nos conecta’, con el fin de mitigar las consecuencias físicas y mentales de la soledad no deseada a través del contacto humano.

El proyecto continúa con el objetivo, iniciado en 2022, de mejorar la situación de personas que sufren soledad no deseada mediante el contacto humano, así como de sensibilizar a la población sobre la importancia de la acción voluntaria para luchar contra esta realidad tan extendida en nuestro entorno más cercano.

De la mano de los expertos en la piel de Sanex, la campaña presenta tres historias reales de voluntariado de acompañamiento con diferentes colectivos. Muestran cómo el contacto piel con piel puede beneficiar a personas mayores, personas sin hogar y menores con discapacidad intelectual.

De esta forma, Sanex contribuirá a la concienciación social, como colaborador clave de Nadiesolo, apoyando de forma activa tres programas de voluntariado de acompañamiento con tres colectivos diferentes: personas mayores que viven solas en sus domicilios, personas sin hogar en su proceso de reinserción laboral y menores con discapacidad intelectual.

Un 11,6% de la población sufre soledad no deseada, según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada.

El Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada estima que un 11,6% de la población sufre soledad no deseada, y que esta situación se agravó durante la pandemia de COVID-19, situando el porcentaje en un 18,8% entre abril y julio de 2022.

Acompañamiento voluntario a personas mayores y dependientes

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca de 5 millones de personas en España viven solas, y más de 2 millones de estas personas son mayores de 65 años. Agudizado el aislamiento y la soledad de hombres y mujeres que viven en residencias de personas mayores tras la pandemia de la COVID-19, el 39,8% de las personas mayores de 65 años presentan soledad emocional en España, y el 2,7% manifiestan soledad social haciendo referencia a la falta de pertenencia a un grupo, siendo las viudas mayores de 80 años, el perfil más vulnerable.

El voluntariado de acompañamiento contribuye a estimular la actividad cerebral y la producción de hormonas asociadas a emociones positivas.

Sanex y Nadiesolo impulsan por segunda vez esta campaña para visibilizar la situación, tanto de estas personas como de diferentes colectivos vulnerables que sufren soledad no deseada. El voluntariado de acompañamiento contribuye, a través de los beneficios del contacto humano, a estimular la actividad cerebral y la producción de hormonas asociadas a emociones positivas, a evitar el rápido deterioro emocional y psicológico que implica la soledad, a mejorar la autoestima y a activar las habilidades sociales y memorísticas de las personas mayores y dependientes.

Isabel Antúnez, directora general de Nadiesolo, comentó que las personas mayores tienen una incidencia de la soledad no deseada mayor que otras franjas de población. “El contacto con personas voluntarias tiene un efecto muy positivo e inmediato, y, en muchas ocasiones, los efectos psicológicos adversos que deterioran la salud mental y física se reducen notablemente”, añadió.

Por su parte, Omar Laruccia, director general de Sanex, declaró que en Sanex "nos basamos en estudios científicos que demuestran cómo el tacto incide de forma positiva en nuestro cerebro". En este sentido, indicó que continuarán, junto con Nadiesolo, dando apoyo emocional, psicológico y físico a aquellas personas que más lo necesitan "porque, efectivamente, la piel nos conecta”.

Cercanía y escucha activa, claves para paliar la soledad de personas sin hogar

El colectivo de personas sin hogar es uno de los que presentan mayores necesidades básicas, tratándose de individuos con dificultades de reinserción socio-laboral, una fuerte desvinculación familiar y social, así como de importantes déficits en su salud física y mental. La carencia de un techo llevó el año pasado a un total de 28.552 personas a ser atendidas en centros asistenciales de alojamiento y restauración según el INE.

Así, esta campaña de acompañamiento a personas sin hogar pretende ayudar a este colectivo a recuperar su autonomía e iniciativa, así como a que adquiera actitudes fundamentales para la búsqueda de empleo e inserción social. Voluntarios profesionales en activo del sector empresarial realizarán una labor de guía o mentoring con el fin de facilitarles las herramientas necesarias para la búsqueda activa de empleo y lograr su inserción laboral.

“Con nuestro apoyo a Nadiesolo, queremos lograr que estas personas reciban el afecto y el calor humano que tanto ayuda a recuperar la esperanza de un futuro mejor” señaló Laruccia.

Ocio inclusivo y autónomo para personas con discapacidad intelectual

La campaña de Sanex y Nadiesolo, ‘La piel nos conecta’, busca mitigar la soledad no deseada de las personas con discapacidad intelectual y a la vez sensibilizar a la sociedad de la segregación social.

Gracias a un acompañamiento enfocado en el ocio inclusivo, como juegos al aire libre, celebración de fiestas, visitas a museos o espectáculos, se realiza una promoción de la autonomía personal y el descanso de su entorno familiar y cuidadores.

Para Antúnez, "la soledad y el aislamiento social no son elementos exclusivos de las personas con discapacidad, sino que, en un alto porcentaje, afecta a sus familias, reduciéndose sus salidas de ocio y las relaciones sociales". “El acompañamiento busca también ofrecer un respiro familiar muy importante”, concluyó.