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Unicef alerta de la llegada del frío a los campamentos de Grecia

1.800 niños refugiados no tienen un lugar donde alojarse este invierno

Con la llegada del invierno, las condiciones de vida de los miles de refugiados que todavía esperan en los campos de Grecia se hacen todavía más duras. Unicef ha hecho un llamamiento de emergencia con el fin de alertar de la precaria situación en la que sobreviven miles de niños que siguen esperando en esos campos, muchos de ellos no están acompañados y no tienen un lugar donde alojarse.

Foto: Unicef

Solo un tercio de los casi 3.000 menores no acompañados que hay bloqueados en las islas griegas están recibiendo protección y atención adecuadas, según la organización de Naciones Unidas para la infancia , que advierte de que algunos de los centros de acogida están asumiendo el doble de personas de los que admite su capacidad y más de 1.800 niños no acompañados siguen esperando un lugar donde alojarse.

Unicef recuerda que las tiendas de campaña de los campos no tienen calefacción y que el frío se cuela por todas las rendijas que quedan entre las lonas, pero desde la organización añaden: “lo que más nos preocupa estos días de invierno es que muchos niños migrantes y refugiados en Grecia ni siquiera están pudiendo protegerse del frío desde una tienda de campaña”.

“Todos los años nos preocupamos cuando llega el invierno por el frío que pueden pasar los niños refugiados, y se refuerza la distribución de ropa de abrigo y suministros para protegerlos”, explican desde Unicef Comité Español, donde señalan que, durante el invierno, la organización habilita unos  ‘espacios amigos de la infancia’ que se acondicionan con estufas y sistemas de calefacción para que los niños no pasen frío. “Estos espacios son unas carpas con juguetes, pinturas, instrumentos…para que los niños pinten, jueguen, bailen, canten... y durante unos momentos recuperen una sensación de normalidad e infancia”, describen.

Asimismo, la organización de Naciones Unidas denuncia que ha aumentado el número de suicidios, el consumo de drogas y los casos de explotación sexual entre los niños y adolescentes refugiados.