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Dará voz a 600 millones de mujeres y niñas con discapacidad de todo el mundo

La española Ana Peláez, primera mujer con discapacidad en el Comité de Derechos de las Mujeres de la ONU

La candidata española Ana Peláez se ha convertido en la primera mujer ciega que forma parte del Comité de Seguimiento de la Convención Contra todas las Formas de Discriminación de la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas.

Ana Peláez en la sede de la ONU en Nueva York.

Con 153 votos de apoyo, una de las candidatas con mayor respaldo conseguido de las 16 aspirantes, Ana Peláez es la primera mujer con discapacidad que accede a este órgano de Naciones Unidas en todos sus años de existencia.

Peláez, que es vicepresidenta del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF), vicepresidenta de la Fundación Cermi Mujeres y consejera general y directora de Relaciones Internacionales de la ONCE,defendió esta semana en la sede neoyorkina de la ONU los objetivos de su candidatura, centrada en dar voz a 600 millones de mujeres y niñas con discapacidad de todo el mundo, hasta ahora prácticamente invisibles.

Ana Peláez ya actuó como delegada del Gobierno de España en la redacción de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD), centrándose en la incorporación del género de manera transversal y específica. Además, formó parte del Comité de dicha Convención durante dos mandatos consecutivos, siendo su punto focal los temas de género y liderando el Medio Día de Debate General sobre Mujeres y Niñas con Discapacidad; también copresidió el grupo de trabajo encargado de una observación general sobre esta temática.

Por lo tanto, su presencia en este órgano de tratados puede empezar a dibujar una puerta que actualmente no existe para mujeres y niñas con discapacidad y que pretende abrir definitivamente en la ONU.

Según ha anunciado, sus objetivos, siempre en consonancia con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas y de la Agenda 2030, son los de luchar contra todas las múltiples formas de discriminación que sufren las mujeres y niñas por razón de sexo y discapacidad, y además conseguir que la discapacidad esté presente en otros órganos de tratados de la ONU distintos al  de la CRPD, permeando así el sistema de Derechos Humanos de  Naciones Unidas.

En Naciones Unidas hay diez convenciones de derechos humanos, y cada una tiene su órgano de seguimiento. En el caso de la CEDAW no se contempla entre sus requisitos que en su composición haya paridad de género o participación de personas con discapacidad. Por tanto, que esta candidatura haya salido adelante supone un salto muy importante para el movimiento global de la discapacidad.