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Joaquín Nieto, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España

"Nos alarma el aumento de víctimas de trabajo forzoso. Hay que dar una sacudida a la sociedad"

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) impulsa en todo el mundo la campaña ‘50 for Freedom’, que persigue que 50 gobiernos adopten el protocolo contra la esclavitud, la trata y el trabajo infantil, lo que les ayudaría al cumplimiento del ODS 8.7. Hablamos de esta iniciativa con el director de la OIT en España, Joaquín Nieto.

Joaquín Nieto, director de la OIT en España.
Joaquín Nieto, director de la OIT en España.

Con la intención de acelerar el cumplimiento del ODS 8.7, que postula la erradicación de la esclavitud moderna, la trata de personas y el trabajo infantil, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) impulsa en todo el mundo la campaña ‘50 for Freedom’ (50 para la libertad), que recoge firmas para pedir a los gobiernos que se adhieran al protocolo contra el trabajo forzoso firmado en 2014. El objetivo es que 50 países adopten este protocolo antes de que termine 2018. De momento son 22 los estados que se han adherido. Joaquín Nieto, que nos recibe en su despacho de la sede de la OIT en España, es optimista respecto al ritmo de ratificaciones, ya que confía en que antes de fin de año podría haberse duplicado ese número.  

"No se entiende una política de erradicación del trabajo forzoso sin poner a las víctimas en el centro"

¿En qué consiste el protocolo de 2014 contra el trabajo forzoso y cómo ayuda al cumplimiento del ODS 8.7?

El protocolo que se adoptó en 2014 pretende revitalizar la acción internacional y de los países para erradicar el trabajo forzoso. En ese sentido, el protocolo complementa los convenios de OIT que ya establecen claramente la necesidad de erradicarlo. Lo que añade el protocolo es el interés de que se desarrollen políticas preventivas. Se estimula a los países que pongan en marcha planes nacionales que articulen toda la acción (educativa, de sensibilización, legislativa, judicial, penal, policial, inspectora... ) Si se adoptan las leyes correspondientes, se implementan todas las figuras judiciales, policiales, inspectoras para perseguir ese delito y se ponen en marcha todas los mecanismos de concienciación, de educación... eso va a tener resultados positivos.

El protocolo tiene en cuenta de forma preferencial a las víctimas de la esclavitud, ¿no es así?

La acción de OIT para erradicar el trabajo forzoso tiene unos beneficiarios, que son las víctimas que lo han sufrido y que necesitan una reparación. Hace falta contemplar mecanismos de acceso a la Justicia y de acceso a indemnizaciones para que, una vez que la víctima haya salido de esa situación, tenga la posibilidad de tener un trabajo con el que ganarse la vida, protección social... Hay que hacer todo esto pensando en las víctimas, ya que podrían volver a caer en las redes del trabajo forzoso, si no son atendidas adecuadamente. El protocolo ayuda a tener una acción más general, más sistemática y más atenta a las personas que lo están sufriendo, que se lo merecen. En este mundo no es aceptable desde ningún punto de vista el trabajo esclavo, es un fracaso moral. Y no se entiende una política de erradicación del trabajo forzoso sin poner a las víctimas en el centro, y eso es lo que pretende el protocolo.

"Las víctimas podrían volver a caer en las redes del trabajo forzoso si no son atendidas de forma adecuada"

Un informe de la Fundación Walk Free y la OIT señala un aumento de la cifra de las víctimas del trabajo forzoso de 20 a 25 millones en todo el mundo entre 2012 y 2016. ¿Cree que este incremento en el número de víctimas debería servir para que los gobiernos redoblaran sus esfierzos en la lucha contra esta lacra?

El aumento de 20 a 25 millones en el número de víctimas del trabajo forzoso nos ha suscitado alarma. Hay que dar una sacudida a la sociedad. De esos 25 millones, 16 (64 por ciento) son víctimas de trabajo forzoso con fines de explotación laboral en su sentido estricto; 4,8 millones (cerca del 20 por ciento) son víctimas de explotación sexual forzada y hay cuatro millones más que son víctimas de trabajos forzosos impuesto por los estados (presos, etc.) Hace falta invertir completamente esta situación y hacerlo rápido. Los gobiernos de todo el mundo tendrían que ser consecuentes con los ODS y la Agenda 2030, que adoptaron en septiembre de 2015 en la Asamblea General de Naciones Unidas, y en eso el protocolo les puede ayudar mucho porque contiene orientaciones muy claras sobre cómo actuar.

¿España está haciendo los deberes?

España fue el país número 19 en ratificar el protocolo. Lo hizo en septiembre de 2017, lo cual la coloca en una posición muy positiva para erradicar el trabajo forzoso, que también existe dentro de sus fronteras, principalmente en forma de explotación sexual. No hay ninguna razón para que en España haya trabajo forzoso y el país dispone de suficientes mecanismos para erradicarlo. Con tal de que se pusieran en marcha de una forma eficaz, se erradicaría. La ratificación del protocolo entrará en vigor en España en septiembre de 2018 y se puede hacer con un consenso político y social total. No nos imaginamos a nadie fuera de este consenso.