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Crisis humanitaria de los rohingyas

Save the Children recaba testimonios de niños rohingya que hablan de atrocidades

Mujeres y niños quemados vivos, violaciones o un embalse lleno de cuerpos sin vida, son algunos de los terribles hechos que los niños rohingya han sufrido o presenciado, algo que un menor jamás debería ver y, mucho menos, sufrir, según denuncia Save the Children. La ONG reclama a los líderes internacionales su inmediata actuación para poner fin a esas atrocidades.

Las niñas rohingya afectadas por la crisis humanitaria han sufrido violaciones.
Las niñas rohingya afectadas por la crisis humanitaria han sufrido violaciones.

Los rohingya, una etnia musulmana que hasta ahora vivía en condiciones precarias en Myanmar (antigua Birmania), se han visto obligados a huir ante la campaña de limpieza étnica que desde el pasado mes de agosto ha lanzado ese país, de mayoría budista, contra ellos. Más de 600.000 se refugian actualmente en Bangladesh. Como es habitual en estas situaciones, los más vulnerables llevan la peor parte, entre ellos, los niños, que representan el 60 por ciento de los desplazados por esta crisis humanitaria. La crueldad y el ensañamiento de los que han sido víctima o han presenciado estos menores ha sido retratada en el informe ‘Horrores que nunca olvidaré’ de la ONG Save the Children. Shadibabiran, de 16 años, es una de las niñas rohingya que ha vivido esa barbarie. "Nos llevaron a otras dos chicas y a mí a una casa. Me golpearon en la cara con un arma, me dieron patadas en el pecho, en los brazos y las piernas. Luego fui violada por tres soldados”, según ha contado la menor a trabajadores de Save the Children en Bangladesh. Por vergüenza, esta niña aún no ha querido ir al médico, a pesar de las graves secuelas fiscas y emocionales que sufre.

Violaciones, asesinatos y crueles escenas de muerte y destrucción, vivencias de los niños rohingyas afectados por la crisis humanitaria

Pero hay casos de violencia más extrema de los que no se libran ni tan siquiera los más pequeños, según recoge el informe de la ONG. Vi a un soldado verter gasolina sobre una mujer embarazada. Luego le prendió fuego. Otro soldado arrancó a un bebé de los brazos de su madre y lo arrojó al fuego. Nunca olvidaré sus gritos”, relata la joven Rehema, de 24 años. Huyendo de su localidad, después de que el ejército masacrara a sus vecinos con machetes, Hosan, de 12 años, entró en un pueblo abandonado buscando comida o agua. Finalmente encontró un embalse, y en él, una espantosa escena: “vi al menos 50 cadáveres flotando. No puedo olvidar el olor de las casas en llamas o la imagen de los cuerpos hinchados", lamenta el niño.

Acabar con la violencia y reconstruir vidas

Para Helle Thorning-Schmidt, directora general de Save the Children, quien visitó recientemente a los refugiados rohingya en Cox's Bazar, Bangladesh, poner fin a la barbarie que sufre este pueblo y reconstruir las vidas de los niños rohingya, traumatizados y angustiados por las terribles experiencias que han vivido, debe ser una prioridad. Por ello, Save the Children exige a la próxima reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de Europa, Asia, Australia y Nueva Zelanda, que tendrá lugar a principios de la semana que viene en Myanmar, que aumenten la presión para “que se ponga fin de inmediato a la violencia, que los autores de este horror sean llevados ante la justicia y que se permita el acceso humanitario en el estado de Rakhine (en la frontera con Bangladesh)”, señala la directora general de la ONG. "La difícil situación del pueblo rohingya debe ser el centro de esta reunión. Las naciones de todo el mundo deben unirse y aprovechar su influencia diplomática con Myanmar. Nada debería quedar fuera de la mesa; deben utilizar todas las vías financieras y diplomáticas disponibles para poner fin a la crisis y proteger a los niños", concluye Thorning-Schmidt. Save the Children está atendiendo a más de 230.000 rohingyas en Cox’s Bazaar, Bangladesh, proporcionándoles refugio, distribuyendo alimentos, provisiones médicas y dando tratamiento para la desnutrición.