22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra

Acción climática, el ‘bálsamo’ eficaz y necesario para proteger nuestro planeta

Sugería –y lamentaba– el oceanógrafo y documentalista francés Jacques Cousteau que “el agua y la tierra, los dos elementos esenciales de los que depende la vida, se han convertido en cubos globales de basura”. Por sí sola, la cita debería empujarnos con fuerza a cuidar de la maltrecha salud de nuestro planeta. Pero existen otros muchos factores que hacen que el Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebra este sábado 22 de abril, y aquello sobre lo que pretende concienciar esta jornada cobren más sentido que nunca.

La lucha contra el cambio climático corresponde a todos los agentes sociales: gobiernos, empresas y la sociedad.

22 Abr 2023 | Nat Carrasco | Soziable.es

Corría el año 1970 cuando cerca de 20 millones de ciudadanos estadounidenses salieron a las calles para reclamar una agencia medioambiental en el país. Este fue el germen, sin duda, de lo que es hoy el Día Internacional de la Madre Tierra, una jornada que nos recuerda la necesidad, cada vez mayor y más acuciante, de cuidar de nuestro planeta.

Y es que las señales que nos deben desterrar de la desidia en nuestra concienciación medioambiental son más numerosas y evidentes cada día que transcurre. Océanos llenos de plásticos y más ácidos, calor extremo, mayor número de incendios forestales e inundaciones, entre otros, no deben ser insoslayables y han de servirnos de acicate para actuar cuanto antes.

En esta línea, la Organización de Naciones Unidas –cuya Asamblea General designó, a través de una resolución adoptada en 2009, el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra– recuerda que “el cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta”.

Además, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la quema de combustibles fósiles y el uso desigual e insostenible de la energía y las tierras durante más de un siglo han provocado un calentamiento global de 1,1°C por encima de los niveles preindustriales. Como resultado, se han producido fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos que han generado impactos cada vez más peligrosos en la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo.

El estudio del IPCC alerta, en esta línea, de que casi la mitad de la población mundial, unos 3.600 millones de personas, vive en regiones muy vulnerables al cambio climático y de que, en la última década, el número de víctimas mortales como consecuencia de inundaciones, sequías y tormentas se ha multiplicado por 15 en estas zonas.

Es, por todo ello, hora de actuar. Inmersos en el Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas, que arrancó en 2021 y se extenderá hasta 2030, la organización hace hincapié, de forma continua, en que “los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra”, explica que “de la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes”, subraya que “restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva” y sentencia que “sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte”.

Casi la mitad de la población mundial, unos 3.600 millones de personas, vive en regiones muy vulnerables al cambio climático

Para ello, según Naciones Unidas, requerimos “un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta”. Un cambio que es necesario adoptar ya porque, como demuestra un reciente informe de este organismo, “existen opciones viables y eficaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarnos al cambio climático”.

Lucha contra el cambio climático

Para este año 2023, el tema sobre el que la ONU quiere poner el foco en el Día Internacional de la Madre Tierra es la acción climática, es decir, todos aquellos esfuerzos que se deben realizar para abordar y mitigar el cambio climático con el fin de reducir, precisamente, las emisiones y limitar el aumento de la temperatura global del planeta.

La elección de esta temática es para la Comunidad #PorElClima absolutamente acertada. Según Pablo Barrenchea, director del área de Acción Climática de ECODES, la organización que ejerce la secretaría ejecutiva de esta plataforma, “nuestro modelo de actuación se centra en avanzar del compromiso a la acción, es decir, consolidar planes de acción, con medidas concretas que permitan descarbonizar nuestra sociedad teniendo en cuenta los objetivos marcados por el Acuerdo de París”.

En esta línea, sostiene que “de hecho, desde Naciones Unidas, en relación con la Cumbre del Clima, se habla del ‘Año de la Implementación’” y recuerda que “hace unas semanas, el IPCC lanzaba un llamamiento para actuar ya frente al cambio climático. Nos recordaba que estamos andando cuando deberíamos estar esprintando y pedía no demorar más la acción decidida para que el aumento de la temperatura del planeta no sobrepase el 1,5ºC a final de siglo”.

También resulta de notable importancia el Día Internacional de la Madre Tierra para el Pacto Mundial de la ONU España. Desde esta iniciativa de Naciones Unidas que lidera la sostenibilidad empresarial en el mundo, su directora ejecutiva, Cristina Sánchez, asegura que esta jornada “es un aldabonazo para que nos paremos a pensar en lo importante que es el planeta a todos los niveles. Tanto para la sostenibilidad global como para la economía, como, por ende, para las empresas, que son nuestros colaboradores”.

Además, a este respecto, señala que “es importante crear un movimiento de concienciación para aumentar las acciones favorables a nuestro entorno con más prácticas sostenibles en las empresas y organizaciones, en nuestro caso. Y, por supuesto, para destacar el papel fundamental que juegan las empresas en la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente. Como solemos decir, no puede haber empresas prósperas sin entornos prósperos”.

Cristina Sánchez: “El Día Internacional de la Madre Tierra es un aldabonazo para que nos paremos a pensar en lo importante que es el planeta a todos los niveles”

Mayor ambición

Y es que, en la actualidad, nuestro planeta debe afrontar desafíos de suma importancia vinculados muy estrechamente con el cambio climático. Además de los que destaca el IPCC en su último informe (calentamiento global, pérdida de biodiversidad o aumento de la acidificación del océano), la directora ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU España pone de relieve “la escasez de recursos hídricos, un tema en el que me gustaría poner el foco ya que, entre las conversaciones habituales sobre el cambio climático, la gestión del agua suele quedarse en un segundo plano y es esencial tanto para asegurar nuestra supervivencia como para frenar este fenómeno”.

A este respecto, Cristina Sánchez advierte que “a nivel empresarial, tan sólo un tercio de las empresas adheridas al Pacto Mundial en España miden su impacto en materia de agua. En general, se trata de un tema trabajado mayoritariamente por empresas para las cuales su modelo de negocio y estrategia empresarial está basada en la gestión del agua, como pueden ser bebidas, depuradoras, construcción en ríos y aguas, etc. Y también por empresas de gran envergadura, como las del IBEX 35, de las que ya el 91% mide su impacto en este recurso”.

Pero desde el Pacto Mundial reclaman más y su directora ejecutiva en España admite que “tenemos que conseguir que las empresas entiendan que, aunque su actividad no esté ligada al agua, la gestión eficiente de este recurso es clave”.

Más allá de la gestión de los recursos hídricos, no son pocas las voces autorizadas que echan en falta, tanto en la reversión del cambio climático como en la consecuente protección de nuestro planeta, una mayor ambición. Pablo Barrenechea, en concreto, recalca que existen motivos de sobra para exigirnos mucho más: “El año pasado soportamos un verano intenso de calor, el periodo de grandes incendios se adelanta al invierno, estamos entrando en un periodo de sequía, el aumento de la temperatura del mar a nivel global es tan alto que la ciencia no se pone de acuerdo con las consecuencias que esto va a tener...”.

Por ello, se muestra firmemente convencido de que “no podemos esperar más. Tenemos todavía una oportunidad para acelerar la implementación de las medidas de descarbonización”. Y, en el mismo sentido, pone de relieve que “cada vez hay más consenso social y un elevado cambio cultural proclive a la acción climática. Necesitamos un amplio desarrollo de medidas políticas y financieras para acelerar los cambios”. Con él coincide, precisamente, Cristina Sánchez, quien recalca que “los retos del desarrollo sostenible exigen una acción colectiva que implique a todos los actores”.

Pablo Barrenechea: “No podemos esperar más. Tenemos todavía una oportunidad para acelerar la implementación de las medidas de descarbonización”

Día de la Tierra 2023

Aunque en numerosas ocasiones no somos conscientes de ello, existen múltiples pequeñas acciones que podemos llevar a cabo para cuidar de nuestro planeta. Y cada una de ellas cuenta y es valiosa. Por ejemplo, reducir el consumo de plástico mediante el uso de bolsas o botellas de agua reutilizables; consumir menos energía, desconectando los dispositivos electrónicos que no se utilizan, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; usar el transporte público, caminar o andar en bicicleta en los desplazamientos diarios; comprar productos locales y de temporada, que tienen un menor impacto ambiental que los importados y los cultivados fuera de temporada; y participar en eventos de limpieza como los de recogida de ‘basuraleza’ que se realizan con frecuencia en el Proyecto LIBERA.

Aunque algunas de ellas, por supuesto, también pueden desarrollarse para celebrar este Día Internacional de la Madre Tierra o, incluso, para concienciar a quien aún no lo está, desde el Pacto Mundial de la ONU España, en concreto, recuerdan que las empresas españolas están cada vez más enfocadas en la economía circular y el uso de energías renovables. Tal y como explica la directora de la iniciativa de Naciones Unidas en España, “éstas son más conscientes de su impacto ambiental, con un 42% de ellas midiendo su huella de carbono en 2022 en comparación con el 28% en 2020”.

Y desde la Comunidad #PorElClima, su acción para convertir la preocupación por el cambio climático en acciones concretas para combatirlo se desarrolla a lo largo de todo el año. Pero, según Pablo Barrenecha, este 22 de abril “reivindicaremos la necesidad de fomentar la corresponsabilidad frente a la emergencia climática, es decir, la importancia de que cada uno, desde su responsabilidad, actúe con el objetivo de las emisiones netas cero antes de 2050, cuestión fundamental para no sobrepasar el 1,5ºC a finales de siglo”.

Gobiernos, empresas y sociedad

No cabe duda de que la lucha contra el cambio climático corresponde a todos los agentes sociales. Cada uno de ellos –gobiernos, empresas y sociedad– tiene una responsabilidad concreta respecto a la acción. Según el director del área de Acción Climática de ECODES, “los gobiernos deben poner las medidas concretas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París”, algo que obligará a nuestro país a “desarrollar sus compromisos a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y todas las medidas políticas de apoyo para la consecución de los objetivos”.

En términos similares se expresa la directora ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU España en relación con el rol gubernamental, sobre el que afirma que “los gobiernos tienen una responsabilidad mayúscula en la transformación sostenible, que se puede traducir en tres tipos principales de acciones: sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de cuidar y proteger el medioambiente; predicar con el ejemplo invirtiendo en infraestructuras y tecnologías sostenibles y eficientes en el uso de los recursos naturales; y, por último, implementar políticas y regulaciones que promuevan prácticas sostenibles en la industria y en la sociedad”.

Cristina Sánchez: “Tan sólo un 16% de las entidades empresariales españolas cuenta con una política específica de lucha contra el cambio climático”

En cuanto a la sociedad, Barrenechea considera que ésta debe “reducir su impacto en el clima desde su día a día, reduciendo su consumo energético, utilizando modelos de transporte menos contaminantes o teniendo en cuenta un modelo de consumo y alimentación más responsable”. Además, Sánchez añade a la consideración de la Comunidad #PorElClima, con la que coincide, que las personas “demandan cada vez más a las compañías propuestas alineadas con estos valores, lo que funciona como una palanca fundamental para impulsar el trabajo de las empresas sobre la Agenda 2030 y la implementación de los Diez Principios del Pacto Mundial”.

Y sobre las empresas, el director de Acción Climática de ECODES asegura que “deben alinear sus modelos de negocio y sus modelos de gestión con el objetivo de las emisiones netas cero, integrando la descarbonización en el modelo empresarial”.

A este respecto, Cristina Sánchez va más allá y estima que “la protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático reclaman un cambio en el sistema económico global que no será posible sin la transformación de los negocios tradicionales en lo que llamamos negocios del futuro”. En definitiva, asegura que “sin las empresas, no será posible: modelos empresariales más respetuosos con el planeta y las personas que encuentran un equilibrio entre las tres esferas principales: medioambiente, sociedad y economía; dejando atrás un objetivo único de crecimiento económico a costa de los recursos naturales, que son finitos, y sin tener en cuenta su impacto en los derechos humanos”.

Mayor conciencia empresarial

Precisamente, el sector privado muestra, cada vez más, un mayor compromiso con la lucha contra el cambio climático y con la protección que reclama nuestro planeta. En este sentido, no son pocas las iniciativas surgidas en el seno empresarial que pretenden mejorar, de un modo u otro, la salud de la Tierra.

Es el caso, por ejemplo, de la compañía de cosmética AVEDA que, desde 2017, destina la recaudación de su campaña por el #MesdelaTierra a la empresa social AUARA, lo que ha facilitado la construcción de 29 infraestructuras en 10 países de África y Asia que han permitido llevar agua potable a 15.094 personas. Para Antonio Espinosa de los Monteros, CEO y cofundador de AUARA, es fundamental la colaboración con empresas como AVEDA puesto que “gracias a su compromiso, hemos podido mejorar la vida de muchas personas en el mundo y esto es un claro ejemplo de que la colaboración genera mayor impacto positivo”.

Por su parte, la startup Bene Bono, centrada en salvar frutas y verduras ecológicas e imperfectas, apunta a la necesidad de la reducción del desperdicio alimentario como una de las tareas clave para contribuir a salvar el planeta. Según Sven Ripoche, cofundador de la compañía, “cuidar el medioambiente es una tarea que se debe asumir como global, ya que en ella estamos involucrados los propios consumidores individuales, las superficies de alimentación y toda la cadena alimentaria. Por ello, apostamos por una mayor concienciación sobre la reducción del desperdicio de alimentos, dando paso a prácticas fundamentadas en la planificación y el aprovechamiento de los productos que están en perfecto estado para el consumo”.

También está presente este compromiso para con nuestro planeta entre las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial, tal y como refleja su Consulta empresarial en ODS. Sin embargo, Cristina Sánchez apunta que “aunque el 58% de las empresas consultadas dispone de una política ambiental, existe una brecha a la hora de implementar medidas específicas, como el compromiso de reducción de emisiones, especificado por un 41%”.

Además, la directora ejecutiva de la iniciativa de Naciones Unidas destaca que el ODS 13 (Acción por el clima) es uno de los mejor posicionados en materia medioambiental entre las empresas de nuestro país, aunque lamenta que “tan sólo un 16% de las entidades empresariales españolas cuenta con una política específica de lucha contra este fenómeno”.

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