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Lidia del Pozo. Directora de Programas Sociales de BBVA

“El emprendimiento social necesita un ecosistema donde desarrollarse”

Lidia del Pozo es responsable de Programas Sociales de BBVA y la persona que está al frente de Momentum Project desde el nacimiento de la iniciativa. Está convencida de que el éxito del programa radica en que está ideado para crear todo un ecosistema de apoyo a los emprendedores sociales.

¿Cuál es el balance que hace de los cinco años en los que lleva funcionando Momentum Project?

Creo que estos cinco años nos han servido sobre todo para comprobar que el modelo que diseñamos junto a Esade es un modelo de éxito, porque prácticamente todos los emprendimientos que han participado en el programa son empresas sociales que siguen creciendo y generando un impacto positivo en la sociedad. De las 55 empresas que han participado en España, únicamente dos han cerrado y otras dos cambiaron su modelo de negocio. Por tanto, es un modelo de éxito, aunque también nos hemos dado cuenta en estos años de algunos aspectos que debíamos revisar.

"La financiación no es la base principal de Momentum Project, como alguien pudiera llegar a pensar"

¿Qué ofrece exactamente al emprendedor social una iniciativa como ésta?

El proyecto aporta a la empresa social cinco grandes pilares: la formación, básicamente en temas de gestión empresarial; la parte de acompañamiento estratégico, sin duda la más valorada, en la cual tenemos a directivos de BBVA trabajando para que las empresas lleven a cabo su plan de crecimiento; el tercer pilar sería la visibilidad, ayudar al emprendedor a comunicar su negocio y su impacto social; luego está la financiación, que no es la base principal de Momentum Project, como alguien pudiera llegar a pensar. Y, por último, estaría la fase de seguimiento, que es muy importante, medir el impacto económico y social.

¿Obtener financiación no es entonces el principal objetivo de las empresas sociales que participan en Momentum Project?

Exactamente. A través del programa acceden a financiación entre el 50 y el 60 por ciento de las empresas. No todas necesitan o quieren financiación, porque entienden que Momentum Project no es sólo este apartado, sino que es un programa que les ayuda en muchos aspectos y les aporta una gran cantidad de herramientas para llevar a cabo sus proyectos. Nuestro gran objetivo es generar una comunidad, un ecosistema de emprendimiento social en el que participen todos los agentes implicados, que no sólo son los emprendedores sociales.

"Estamos ante un programa integral, dirigido a tender puentes de colaboración entre diferentes agentes"

¿Y qué actores formarían parte de ese ecosistema?

Creo que Momentum Project está muy bien pensado porque es un programa integral, dirigido a tender puentes de colaboración entre diferentes agentes. Un gran banco como BBVA y un emprendedor social viven en mundos muy distintos y a veces lo único necesario es el diálogo, un canal que los una, y ahí entran en escena esos agentes de los que hablamos: el tercer sector, el sector público, el académico... El gran reto es generar el ecosistema, porque para que se cree una buena capa de emprendimiento social en España hay que trabajar desde la administración pública, revisar la parte fiscal, que se genere academia, que se dé visibilidad a los casos de éxito, que se mueva el tercer sector, que el emprendedor se profesionalice y se forme... Momentum Project está orientado en ese sentido.

¿Cuáles son los requisitos para que una empresa social pueda optar a formar parte de este proyecto?

Existen unos criterios objetivos que deben cumplir, como que sean empresas que lleven dos años funcionando, que tengan una cierta facturación, un impacto social probado… También les pedimos que sean empresas que no tengan una excesiva dependencia de subvenciones o donaciones, que al menos el 51 por ciento de su facturación provenga de la venta de bienes y servicios. Y que realmente tengan un objetivo social, que se hayan creado específicamente para generar un impacto positivo en la sociedad. Deben ser empresas que se enfrenten a un problema social a través de una solución sostenible.

"En España, sin duda, el ámbito que más hemos trabajado es el de la inclusión sociolaboral"

¿Qué tipo de impactos sociales son los más frecuentes en las empresas que acceden a Momentum Project?

En España, sin duda, el ámbito que más hemos trabajado es el de la inclusión sociolaboral. Ya sea de personas con discapacidad o de otras minorías en riesgo de exclusión: parados de larga duración, mujeres víctimas de violencia, etc. Al menos un 40 por ciento de las empresas que han participado en el programa en estos años son de ese ámbito. En otros países, por ejemplo en México, se trabaja más en temas de energías limpias, reciclaje, emisiones, porque esos campos están ligados al desarrollo económico del país.

¿Cómo ha evolucionado la figura del emprendedor social en España desde los inicios del programa?

Cuando comenzamos a idearlo en el año 2010, estábamos muy en pañales en el terreno del emprendimiento social. Las primeras empresas que empezaron a participar estaban muy ligadas a organizaciones, a fundaciones y ONG, se habían creado al amparo de estas entidades sociales. Ahora eso ha cambiado y tenemos empresas independientes, sociedades anónimas, emprendimientos unipersonales… Yo creo que la crisis aquí ha potenciado el fenómeno, las nuevas generaciones sin duda tienen una mentalidad más social, y el consumidor también reclama responsabilidad, nos la reclama a todas las empresas. Estamos ante una sociedad mucho más comprometida, pero falta camino que recorrer, a nivel público diferenciar lo que es una empresa social de una empresa tradicional, introducir medidas fiscales, etc. El impulso público es necesario.