Esta iniciativa del European Gas Research Group (Grupo Europeo de Investigación del Gas) está en línea con el objetivo de la Comisión Europea de desarrollar una legislación, antes de finales de 2021, que mejore la cuantificación de las emisiones de metano en el sector energético y ayude a reducirlas.
Además, está coordinada por por Enagás, transportista y Gestor Técnico del Sistema gasista español, y cuenta con la colaboración de Bureau Veritas, como coordinador de campo, y la participación de otros 13 operadores de infraestructuras gasistas y asociaciones de gas europeas: Danish Gas Center, Gassco, Gasunie, GERG, GRTgaz, Medgaz, National Grid, Open Grid Europe, Snam, Storengy, Sedigas, Synergrid y Uniper.
Mediante la realización de este proyecto, las empresas energéticas europeas aspiran a obtener el distintivo 'Gold standard' de OGMP 2.0, una iniciativa voluntaria coordinada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Estos ensayos muestran el esfuerzo que lleva a cabo el sector midstream gasista europeo para mejorar la cuantificación de sus emisiones de metano y su intención de reducirlas a partir del conocimiento que obtiene de estos trabajos de campo.
Para el sector energético, la minimización de las emisiones de metano es una oportunidad para contribuir activamente a combatir el cambio climático en el corto plazo, acelerar los compromisos medioambientales y destacar el valor del gas natural y las infraestructuras gasistas. Y este proyecto estratégico, en concreto, está dirigido a garantizar que las emisiones de metano se miden adecuadamente y que se cumplen los objetivos futuros de reducción de emisiones de metano.
Asimismo, la iniciativa pretende proporcionar un mayor conocimiento a los participantes sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías top-down (que emplean herramientas de detección externas) en las instalaciones para lograr una mayor precisión en la cuantificación de este gas. El sector gasista, que emplea un enfoque bottom-up (herramientas que se centran en el punto de emisión), está analizando si con un enfoque top-down podría obtener una información más completa sobre las emisiones en un lugar o región ya que el modelo bottom-up se centra en fuentes y equipos concretos.
Las tecnologías empleadas en estas pruebas de campo han sido las que el European Gas Research Group ha identificado como las más prometedoras en un proyecto previo liderado por RICE (Centro de Investigación e Innovación para la Energía de GRTgaz), en el que se llevó a cabo un estudio de la situación de estas tecnologías.
El proyecto, llevado a cabo durante este mes de octubre, ha probado el comportamiento de 12 tecnologías de vanguardia (9 top-down y 3 bottom-up) en plataformas fijas y móviles con el fin de analizar su precisión y fiabilidad para la cuantificación de emisiones de metano. En concreto, se han realizado con éxito unas pruebas ciegas con fugas controladas y con diferentes caudales en la infraestructura de Enagás en España.
La siguiente fase se realizará en terminales de regasificación de GNL, almacenamientos subterráneos y estaciones de compresión en diferentes países europeos, con el fin de observar el comportamiento de algunas de estas tecnologías en entornos reales.