
El proyecto Consumer to Consumer, CtoC, se centra en la restauración del mobiliario escolar viejo y abandonado a través de procesos sostenibles basados en la economía circular.
Además de Grup Efebé, empresa que lidera la iniciativa, en CtoC también participan Saó Prat, una entidad especializada en la reinserción laboral de jóvenes en riesgo de exclusión y que se encarga de la recogida del mobiliario escolar; la Fundación Rubricatus, que trabaja en el decapado, pintado y retirada de herrajes de las sillas; Esclat Centre Educatiu, que se encarga del corte ergonómico de las piezas de plástico reciclado y del montaje final; y la organización sin ánimo de lucro Plàstic Preciós La Safor, que transforma el plástico en planchas ergonómicas y sostenibles.
En CtoC, el primer paso lo dan las escuelas y sus alumnos, que apuestan por participar en este proyecto de circularidad consciente, recogiendo tapones y botellas de plástico que se envían a la empresa especializada en elaborar planchas prensadas de plástico reciclado que sustituirán a las maderas.
Paralelamente, se recoge el material escolar en desuso, sillas y pupitres y, desde distintos centros especiales de empleo, se desmonta su estructura, extrayendo herrajes y tapones y procediendo al decapaje. Después de esta fase, se fabrican, a partir del plástico recogido, las planchas prensadas y éstas se cortan a medida. En este punto, las escuelas pueden seleccionar los acabados de diseño y los colores que desean.
De nuevo en los centros especiales de empleo, y una vez cortadas las planchas, éstas se ensamblan en las estructuras de las sillas y los pupitres, bien como asiento o respaldo o bien como escritorio, siempre con la máxima ergonomía. Y, por último, se entrega el mobiliario renovado y restaurado, listo para ser utilizado en el aula.
Para Anna Fornt, directora de Grup Efebé, “con el proyecto CtoC, queríamos demostrar que la economía circular puede ser más que una idea: puede convertirse en una solución concreta para las escuelas”.
Como explicó, “este proyecto no sólo transforma mobiliario en desuso en piezas funcionales y sostenibles, sino que también crea oportunidades laborales e impulsa una mayor conciencia en la comunidad educativa”.