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Validados por SBTi

Danone, entre el 6% de las empresas españolas en adoptar objetivos de reducción de emisiones C02

La empresa alimentaria se ha comprometido en fijar el objetivo de la reducción del 30% de emisiones CO2 para 2030 necesaria para contribuir a no incrementar en más de 1.5ºC la temperatura global por encima de los niveles preindustriales para final de siglo, una reducción que han sido validada por la iniciativa Science Based Target (SBTi), en línea con la ciencia del clima y los objetivos del Acuerdo de París.

En Danone trabajan con un órgano asesor formado por personas expertas en cambio climático.
En Danone trabajan con un órgano asesor formado por personas expertas en cambio climático.

La compañía Danone se ha posicionado entre el 6% de las empresas españolas en adoptar objetivos de reducción de emisiones de CO2 basados en la ciencia y validados por el SBTi (Science Based Targets Initiative), una iniciativa conjunta entre el CDP (Carbon Disclosure Project), el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales y el Fondo Mundial para la Naturaleza, que basa sus mediciones y criterios de objetivo climático en estándares establecidos por la ciencia.

Así, Danone informó de su apuesta por una estrategia de sostenibilidad integrada, mediante un enfoque holístico y transversal que tenga en cuenta la amplitud de los criterios ESG. Para ello, según indicaron, trabajan con un órgano asesor formado por personas expertas en cambio climático que guían a la compañía en la construcción y la validación de sus planes de sostenibilidad.

En palabras de Borja Lafuente, responsable de Asuntos Públicos y Sostenibilidad en Danone Iberia, “estamos convencidos de que la sostenibilidad sin resultados no tiene impacto y los resultados sin sostenibilidad no tienen futuro”. Por eso, agregó, “fijarnos objetivos desde la ciencia que nos permitan alcanzar las metas más ambiciosas en descarbonización y el impulso de la economía circular, es clave para nosotros”. “Seguiremos impulsando alianzas con las organizaciones clave para reducir el impacto en el planeta”, concluyó.

Acelerar la descarbonización

La compañía se ha fijado como meta de acelerar la descarbonización del sector, por lo que se ha marcado objetivos a 2025, 2030 y 2040 que guíen este proceso a lo largo de toda su cadena de valor y lograr ser Cero Emisiones Netas en 2050.

De esta forma, se ha comprometido con el objetivo de la reducción del 30% de CO2 para 2030 necesaria para contribuir a no incrementar en más de 1.5ºC la temperatura global por encima de los niveles preindustriales para final de siglo, una reducción que han sido validada por la iniciativa Science Based Target (SBTi), en línea con la ciencia del clima y los objetivos del Acuerdo de París.

Esta hoja de ruta pasa, entre otras acciones, por conseguir la reducción del 30% de las emisiones de metano procedentes de la leche fresca para 2030, alineando sus objetivos con el Compromiso Global sobre el Metano, presentado en la COP26. En este sentido, la compañía informó de que lleva más de 10 años transformando su modelo agroganadero en España para contribuir a la sostenibilidad del campo.

Asimismo, a nivel internacional, trasladó que impulsa de manera integral la eficiencia energética en sus instalaciones y operaciones a través de la iniciativa ‘Re-Fuel Danone’, mejorando en un 30% su eficiencia energética para 2025, y aumentando el uso de fuentes renovables para que la mitad de su energía proceda de estos recursos en 2030. Un planteamiento para el que la compañía apuesta por el autoconsumo en España, al presentar recientemente, su planta solar, ubicada en la fábrica de Aldaya (Valencia), que cuenta con un total de 5.680 placas fotovoltaicas que alcanzan una potencia instalada de 3,4MWp, y que permitirán reducir anualmente más de 735 toneladas de CO2.

La economía circular, integrada en toda la cadena de valor de la compañía

Además, según señaló Danone, desde hace años, la promoción de la circularidad se ha convertido en “un pilar fundamental”, ligado a la estrategia de sostenibilidad, pero también a la de negocio.

Para ello, han puesto en marcha iniciativas centradas en el rediseño, la reducción, la reutilización y la reciclabilidad de los envases, y entendiendo el concepto desde la preservación, el alargamiento de la vida útil y la revalorización de los residuos.

Dicha estrategia, explicó la compañía, está presente en toda la cadena de valor: desde el comienzo con el diseño de los envases, el uso de materiales reciclados y el desarrollo de nuevos materiales, la gestión eficiente de los recursos, así como el fomento del reciclaje y la reintroducción en el sistema para emplearlo en nuevos procesos de fabricación.

Y, como resultado, ha conseguido la reducción en un 43% el plástico de sus envases de Font Vella y Lanjarón o la consecución del certificado Residuo Cero en todas sus plantas en España, garantizando que el 99% de los residuos se vuelven a introducir en el sistema productivo.