Se estima que 774 millones de niños y niñas en todo el mundo –un tercio de la población infantil mundial– viven con el doble impacto de la pobreza y el alto riesgo de sufrir las consecuencias de la crisis climática, según el nuevo informe de Save the Children ‘Generation Hope: 2.400 millones de razones para poner fin a la crisis climática y a la desigualdad’. En España, el 27% de los niños y niñas sufre esta doble amenaza y, en números, se traduce en más de 2,2 millones de niños y niñas.
El país con el mayor porcentaje de niños afectados por esta doble carga es Sudán del Sur (87%), seguido de la República Centroafricana (85%) y Mozambique (80%). Si el análisis se hace teniendo en cuenta el número total de niños afectados, los mayores números se localizan en India, Nigeria y Etiopía debido, entre otras causas, a su enorme población infantil.
La organización, que ha trabajado junto a la Universidad Libre de Bruselas para realizar este estudio, ha descubierto que el 80% de los niños y niñas sufre al menos un fenómeno climático extremo al año. En nuestro país, la cifra se eleva al 86% (6,9 millones de niños y niñas).
Un número significativo de niños y niñas –121 millones– que experimentan la doble amenaza del alto riesgo climático y de la pobreza viven en países de renta alta, con 28 millones de ellos en los países más prósperos del mundo. Más de 2 de cada 5 de estos niños y niñas (12,3 millones) viven en Estados Unidos o el Reino Unido.
Además, en todo el mundo, 183 millones de niños se enfrentan a la triple amenaza: emergencia climática, pobreza y conflictos. Del total de la población infantil que experimenta esta triple carga, los niños y niñas de Burundi (63%), Afganistán (55%) y la República Centroafricana (41%) son los más afectados.
Save the Children afirmó que la crisis climática y de desigualdad es un factor clave que erosiona la resiliencia de los niños, niñas y las comunidades en las que viven. “Si no se aborda con urgencia, la frecuencia y la gravedad de las crisis humanitarias y del coste de la vida aumentarán en los próximos años poniendo en jaque el futuro de la humanidad", señaló la organización. El año pasado la ONG ya informó en la investigación ‘Nacer en un mundo en crisis climática’ de que los niños y niñas nacidos en 2020 se enfrentarán de media a siete veces más olas de calor durante su vida que sus abuelos y que los recién nacidos de todo el mundo vivirán de media 2,6 veces más sequías.
Escuchando a 54.000 niños y niñas de todo el mundo
Save the Children ha escuchado a 54.000 niños y niñas en una importante consulta realizada entre mayo y agosto de 2022 para conocer sus impresiones, preocupaciones e intereses sobre la crisis climática. En el informe se recogen todas sus respuestas, como la de Luciano, de 12 años.
Su familia perdió su casa después de que el ciclón Ana arrasara la isla donde vivían y ahora vive en un campo de desplazados en Malawi. Su familia, dice Luciano, salió de la casa y se subió a un árbol, pero el hermano menor fue arrastrado por las inundaciones. “Nos trasladamos al campamento porque se desbordó el río y nos sorprendió por la noche. Nuestros animales empezaron a salir de la casa. Todos empezaron a ser empujados por la fuerza del agua. Intentamos salvar a los patos y a las gallinas, pero lo único que conseguimos salvar fue algo de nuestra ropa. Aun así, tengo esperanza y me gustaría volver a vivir la vida que llevaba antes de las inundaciones".
La directora general de Save the Children International, Inger Ashing, indicó que “en todo el mundo, las desigualdades están agravando la emergencia climática y sus impactos, sobre todo para los niños, niñas y familias con bajos ingresos”. Ashing añadió que "dada la magnitud del desafío, sería fácil caer en la desesperación. Pero debemos aprender de niños como Luciano que luchan por un mundo más verde y más justo. Es necesario que impulsemos distintas acciones junto a los niños y niñas para poner fin a la crisis climática y de desigualdad e impulsar la protección y el cumplimiento de sus derechos”.
La COP27
El 6 de noviembre comienza la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP27) en Egipto. Save the Children considera que “el mundo no puede permitirse de ella otros resultados que no sean ambiciosos”.
Los países más ricos del mundo, cuyas emisiones históricas han impulsado la crisis climática y de desigualdad, “deben liderar el camino para desbloquear la financiación de los países que están luchando para proteger a los niños y niñas de las consecuencias, incluso mediante el sistema de alivio de la deuda mundial y a través de la financiación climática, en particular, para la adaptación y las pérdidas y daños", concluyó la directora.