El cambio climático se sitúa como el segundo reto de seguridad global que más primeras menciones recibe (19% total), que se sitúa como primera preocupación para los ciudadanos de Italia (35%), Portugal (31%), España (29%), Francia y Canadá (ambas con un 27%), tendencia que se modera en los países del Este de Europa, en Estados Unidos, Reino Unido y Turquía. Es Rusia y la guerra las que continúan siendo los principales desafíos para europeos y norteamericanos.
La evolución desde 2022 de la preocupación por la amenaza climática aumenta ligeramente en la mayoría de los países y en España experimenta un crecimiento notable, de siete puntos porcentuales (en 2022 se encontraba en el 22%). En Turquía el mapa de problemas difiere del resto, con la inmigración, y a distancia el terrorismo, como principales desafíos.
Así se concluye en el estudio Transatlantic Trends 2023, realizado en 14 países (Estados Unidos, Canadá, Turquía, Reino Unido y 10 países de la Unión Europea: Alemania, España, Francia, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia), con la participación de 21.000 encuestados (1.500 por país), y centrado en temas vinculados con la política internacional y las relaciones transatlánticas.
Se trata de una encuesta organizada por German Marshall Fund de Estados Unidos en el que la Fundación BBVA colabora como socio principal y participa tanto en el diseño del cuestionario como en el análisis de los resultados.
Los españoles, entre los ciudadanos más preocupados por la amenaza climática
El cambio climático es, tal y como recoge la encuesta, la preocupación no coyuntural más presente en la mayoría de los países.
Los ciudadanos valoran de forma desigual el papel que adoptan diferentes actores ante esta amenaza: mientras que el balance es "claramente positivo" en el caso de la comunidad científica (un promedio superior al 60% del total responde que hacen “mucho” o “bastante” para enfrentar el cambio climático), se modera respecto a las ONG y los ciudadanos (alrededor del 50% dan las dos respuestas positivas) y se vuelve negativo en el caso de las empresas (por debajo del 45%). Los españoles evalúan aún más negativamente la actuación de estas últimas (sólo el 25% considera que hacen mucho o bastante).
La mayoría en los países europeos (58%) y en Estados Unidos (50%) considera que la UE en su conjunto hace “mucho o bastante” en esta lucha, mientras que esta consideración disminuye respecto a la actuación de Estados Unidos (41% en promedio UE y 51% en promedio estadounidense) y a la del gobierno del propio país al que pertenece el encuestado (48% de promedio en la UE). Esta opinión se vuelve todavía más crítica cuando se trata de valorar la contribución de China (por debajo del 30%).
Los españoles, además de aparecer entre los ciudadanos más preocupados por la amenaza climática, se encuentran también entre los que valoran más desfavorablemente la actuación que hacen los distintos actores (tanto gobiernos de países como instituciones) para afrontarlo. Es especialmente crítica su visión respecto a la actuación de China, Estados Unidos y el propio gobierno español, así como la de las empresas y los ciudadanos.
Sólo la comunidad científica recibe más de la mitad de respuestas (el 58%) en las dos posiciones favorables, hace “mucho” o “bastante” contra el cambio climático.
El caso de España ante los retos globales
Así, según este estudio, el mapa de desafíos globales cambia notablemente en España con respecto a 2022: el cambio climático continúa siendo percibido como el principal desafío por la mayoría de los ciudadanos, pero el porcentaje que lo menciona sube del 36% de 2022 al 45% (considerando conjuntamente la primera y la segunda mención); la guerra entre países (28%) y Rusia (12%) bajan seis puntos porcentuales cada una y la inmigración se coloca como segunda en menciones al subir un punto (32%).
La identificación del cambio climático como un “importante desafío” de seguridad es compartido por todos los españoles, si bien se acentúa según se incrementa el nivel de estudios y, notablemente, entre quienes se declaran de izquierda. En cambio, la inmigración preocupa más a quienes se declaran de derechas y a los hombres. La guerra entre países es mencionada en mayor medida por los más jóvenes.
Asimismo, la valoración de la influencia actual de la UE es “muy favorable” en el conjunto de los españoles, destacando entre los extremos de edad y quienes tienen estudios terciarios. La imagen de Estados Unidos también tiende a ser positiva, especialmente entre los que se declaran de derecha. En el caso de China y Rusia, las valoraciones son mayoritariamente críticas, aunque se moderan entre los hombres, los jóvenes, quienes tienen estudios primarios y quienes se identifican con la derecha.
Según el estudio, también es destacable cómo se reduce en el último año entre los españoles el optimismo respecto a la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y Europa: aunque la mayoría continúa previendo una situación de estabilidad, disminuye el porcentaje que considera que serán más cercanas en los próximos cinco años, de 31% a 20%.
Por último, continúa habiendo un consenso transversal en torno a que la OTAN es importante para la seguridad del país. No obstante, esta percepción se acentúa aún más según se incrementa la edad, disminuyen los estudios y entre quienes se identifican ideológicamente con la derecha.