Esta nueva Directiva establece objetivos un tanto ambiciosos para poder reducir el consumo global de energía de los edificios en toda la Unión Europea, adaptándose a las especificidades nacionales. Esto se refiere a la reducción del consumo de energía primaria de los edificios residenciales en un 16% de aquí a 2030 y en un 20-22% desde este año a 2035. Pero los edificios no residenciales tendrán que renovar el 16% de aquellos menos eficientes de aquí a 2030, así como establecer el objetivo de conseguir edificios de cero emisiones para el 2050.
La aprobación de esta Directiva representa un hito importante en los esfuerzos de la Unión Europea para abandonar los combustibles fósiles y cumplir sus compromisos climáticos internacionales. Por ello, los Estados miembro tienen la responsabilidad de transponer esta legislación a su legislación nacional, un paso hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medioambiente.
“Mejorar la eficiencia energética de los edificios es vital para alcanzar nuestra ambición de neutralidad climática e impulsar la independencia energética de Europa”, asegura Maroš Šefčovič, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva.
Esta Directiva se convierte en un elemento clave de los esfuerzos de la UE por dejar de lado los combustibles fósiles y duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética, así como triplicar la capacidad de energías renovables de aquí a 2030, tal y como se acordó por los socios mundiales en la COP28. La adopción se basa en la finalización y entrada en vigor de la legislación 'Objetivo 55' ('Fit for 55', en inglés) y contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030.
Según Wopke Hoekstra, comisario de Acción por el Clima, “la nueva Directiva sobre eficiencia energética de los edificios contribuirá a movilizar financiación adicional y a impulsar las cadenas de valor de la construcción. Juntos podemos ayudar a los propietarios de viviendas y a las empresas a renovar sus edificios para ahorrar dinero y prepararse para un futuro de consumo neto cero”.