
A principios de la pasada semana, con el virus expandiéndose sin control en varias zonas de España, especialmente en su capital, con el cierre de colegios, el llamamiento de las autoridades a permanecer en casa y el decreto de estado de alarma sobrevolando el Consejo de Ministros, directivos de grandes compañías se enfrentaban a una situación hasta ahora desconocida que abría de par en par las puertas de las empresas a la visitante quizás más indeseada para ellas: la incertidumbre.
Bajo la presión de esa incógnita extendida a todas las áreas de acción de las compañías, altos cargos debían tomar decisiones que afectarían a decenas de trabajadores de sus plantillas y, por tanto, también al resto de grupos de interés y al propio negocio.
La primera gran compañía en reaccionar fue la firma de servicios profesionales EY, que ya el 5 de marzo activó la fase 2 de su Protocolo de Prevención tras identificar un caso positivo de coronavirus en su sede de Madrid. EY hizo público el caso y envió a teletrabajar a sus domicilios a todos sus empleados de Madrid. Poco después, la decisión de implementar el Smart Working se amplió al resto de profesionales de la firma en España.
Según declaró el presidente de EY, Federico Linares, “nuestra principal preocupación desde el primer minuto es garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y la prestación de servicios a nuestros clientes con el nivel de excelencia habitual. Tanto la comprensión y el cariño de estos últimos como el comportamiento de toda nuestra plantilla han sido ejemplares. En apenas tres horas hemos organizado a 3.000 personas para trabajar en Smart Working”.
Tecnológicas
Otro de los ejecutivos que asumió las riendas de la crisis de forma pública fue el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. El 10 de marzo anunció en sus perfiles personales en redes sociales un paquete de medidas para responder a la emergencia que involucran a empleados, clientes y sociedad en general. La primera, garantizar el funcionamiento de la red de telecomunicaciones, algo crucial en una situación de confinamiento como la que vivimos en la que la mayoría de la actividad pública (trabajo, enseñanza, diagnósticos sanitarios, comunicación con familiares y amigos…) debe hacerse en remoto.
Además de implementar para sus empleados el teletrabajo, para los clientes la compañía ha incrementado sin coste adicional los GB que disfrutan los clientes Fusión y clientes móvil de Movistar con 30 GB adicionales cada mes durante dos meses. También ha incrementado de manera gratuita su oferta de entretenimiento reforzando contenidos, especialmente infantiles y eventos deportivos, accesibles a través de la aplicación Movistar + Lite. Los clientes Fusión disponen también de forma gratuita de la aplicación Movistar Junior con contenido especial para los más pequeños de la casa. Además, desde la Fundación Telefónica se han reforzado los contenidos educativos online.
También reaccionó de forma rápida la presidenta de Microsoft España, Pilar López, anunciando acuerdos para flexibilizar las condiciones de trabajo de sus empleados y facilitando el uso de su solución de comunicación y colaboración Microsoft Teams de manera gratuita a las empresas durante seis meses con el fin de ofrecer opciones de teletrabajo a sus empleados minimizando las inversiones necesarias. Esta herramienta, así como Office 365 A1, están disponibles sin coste también para las instituciones educativas.
Energéticas
Iberdrola lanzó un plan de ayuda para facilitar a sus clientes el pago de las facturas de luz, gas y otros servicios energéticos con el objetivo de aliviar el impacto del coronavirus. La iniciativa, dirigida tanto a hogares, como a Pymes y autónomos, permite la flexibilización de los pagos mediante el fraccionamiento de las facturas hasta en 12 meses y sin coste a todos los clientes con dificultades de pago que lo soliciten. Asimismo, la empresa anunció una batería de medidas en todos sus centros de trabajo (oficinas, instalaciones de transformación, centrales de generación y centros de atención al cliente), reforzadas y específicas para asegurar el suministro y la continuidad de sus actividades.
Naturgy también estableció un plan especial para contribuir a paliar la rápida propagación del coronavirus, permitir la conciliación de sus empleados y ayudar a sus clientes a gestionar el impacto económico en sus negocios en esta especial situación. En concreto, las facturas de las pymes, micropymes, autónomos o pequeños negocios como restaurantes o peluquerías, que se acojan al nuevo plan de ayuda, podrán ser abonadas en la segunda parte del año. Naturgy se hará cargo del coste de estas facturas durante estos meses, financiando a sus clientes a 6 meses sin intereses, y permitiendo así flexibilidad el pago de la energía. Hasta 250.000 clientes, pymes o autónomos, podrán acogerse a esta ayuda que pone a su disposición el grupo.
Entidades financieras
Santander, BBVA, o CaixaBank son algunas entidades que han establecido líneas de financiación especiales para pymes y autónomos. BBVA ha puesto a disposición de pymes y autónomos líneas de liquidez inmediata de hasta 25.000 millones de euros para ayudar a gestionar el impacto en sus negocios del coronavirus.
Santander lanzó una campaña de préstamos a pymes por 20.000 millones a un plazo de un año para garantizar la continuidad del negocio en los sectores afectados. También hizo un anuncio parecido CaixaBank, poniendo una línea de 25.000 millones de euros en préstamos preconcedidos a microempresas, autónomos y pymes, por un plazo de hasta 24 meses.
Hoteles como hospitales
Varias cadenas hoteleras como Room Mate, Ilunion Hotels o Palladium ofrecieron desde el primer momento a la Comunidad de Madrid algunos de sus hoteles para acoger a enfermos leves de coronavirus y convertirlos así en hospitales provisionales. El empresario Kike Sarasola lo anunció él mismo en Tuiter: "Pongo a disposición dos de mis hoteles de Madrid para atender a todos los casos que sean necesarios ante esta crisis sanitaria", escribió el propietario de Room Mate.
Por su parte, Ilunion Hotels ha hecho el mismo ofrecimiento para acoger enfermos leves de coronavirus que necesiten vivir aislados durante las próximas semanas y no puedan hacerlo en sus casas. La compañía lo hace extensible a otras comunidades autónomas, no solo la de Madrid, según anunciaron el presidente de Ilunion, Alejandro Oñoro, y el director general de Ilunion Hotels, José Ángel Preciados.
A estas iniciativas se unen muchas otras, como el ofrecimiento de Taxis y VTC en Madrid para transportar gratis a sanitarios a las casas de personas con coronavirus o la de empresas de alimentación para hacer llegar comida a familias en situación de vulnerabilidad.
En apenas unos días todo ha cambiado de forma radical en España y la incertidumbre sigue apropiándose de las preocupaciones de todos los sectores de la sociedad. Aunque aquí se haya recogido únicamente una pequeña muestra de medidas tomadas por grandes compañías al inicio de la crisis, la pandemia del Covid-19 está poniendo a prueba a administraciones públicas, sector privado, entidades del tercer sector y ciudadanía en general. Lo seguirá haciendo especialmente en los próximos meses, que serán convulsos por el parón de la economía que supone una crisis de estas dimensiones y que ya está afectando a miles de personas. Se hará necesario entonces, ya lo es, hacer visibles valores como la generosidad, la empatía y la solidaridad hacia los demás. Será la hora de la responsabilidad social en el más amplio sentido del término.