Pasar al contenido principal
Según el Barómetro de Confianza de Edelman 2023

España se sitúa entre los seis países más polarizados del mundo

El Edelman Trust Barometer 2023, publicado recientemente, recalca que la desconfianza en los diferentes agentes sociales (gobiernos, medios de comunicación, empresas y ONG) conduce a la polarización. Y, en este sentido, destaca que España se encuentra, junto a Argentina, Colombia, Estados Unidos, Sudáfrica y Suecia, entre los países más polarizados del mundo. Ello se debe, según el documento, al pesimismo económico, al desequilibrio institucional, a la desigualdad económica y a la desconfianza en los medios de comunicación.

La publicación asegura que la polarización es más severa cuando las divisiones profundas se arraigan.
La publicación asegura que la polarización es más severa cuando las divisiones profundas se arraigan.

Los gobiernos son, actualmente, menos confiables que las empresas. Así lo pone de manifiesto el Edelman Trust Barometer 2023 (Barómetro de Confianza de Edelman 2023), presentado recientemente. En este sentido, subraya que, en España, la confianza en las empresas se situó en el 49%, 13 puntos porcentuales por encima de la que mantiene la población española en los gobiernos (36%).

La publicación, que cumple en 2023 su vigésimo tercera edición, se ha elaborado a partir de una encuesta a 32.000 personas de 28 países diferentes, entre ellos, España. El documento, que pone el foco sobre cómo la desconfianza conduce a la polarización, enumera las cuatro fuerzas principales que conducen a dicha polarización: el pesimismo económico, el desequilibrio institucional, la desigualdad económica y la falta de confianza en la veracidad que muestran los medios de comunicación y, especialmente, las redes sociales.

A nivel global, el Barómetro atribuye los mayores niveles de desconfianza de la población a los gobiernos (45%) y a los medios de comunicación (42%), que se sitúan muy por encima del que obtienen las empresas (30%) y las ONG (29%). En la misma línea, las personas encuestadas consideran que las ONG y las empresas son una fuente de información fiable, con un 51 y un 48%, respectivamente.

Además, el estudio también ahonda en el optimismo económico y destaca cómo este se ha venido derrumbando a nivel mundial. En el caso español, de hecho, solo el 26% de la población estima que estará mejor, a nivel económico, en el plazo de cinco años, una cifra que desciende hasta 10 puntos con respecto al pasado ejercicio.

Desconfianza y polarización

Otra de las conclusiones que arroja el documento es que la polarización es más severa cuando las divisiones profundas se arraigan. En este sentido, incide en que seis países –España, Argentina, Colombia, Estados Unidos, Sudáfrica y Suecia– se encuentran severamente polarizados y alude, como elementos que contribuyen de manera notable a esta polarización, a la desconfianza en el gobierno y en los medios de comunicación, a la falta de identidad compartida, a la injusticia sistémica, al pesimismo económico y a los miedos sociales.

Solo el 26% de la población estima que estará mejor, a nivel económico, en el plazo de cinco años

El Barómetro señala, a este respecto, que, de media, el 53% de los encuestados cree que su país está más dividido en la actualidad que en el pasado, un porcentaje que coincide, precisamente, con el de España. También recalca que el tejido social se ha debilitado y que el 65% de los participantes en el estudio afirma que la falta de civismo y respeto mutuo son los peores que han visto nunca.

El rol empresarial

Otro de los grandes apartados de este Barómetro se centra en la confianza que mantiene la población en el sector privado. En concreto, señala que, entre los diferentes agentes sociales sobre los que se cuestiona, tan solo las empresas son competentes y éticas y que su valoración, bajo este prisma, ha crecido por tercer año consecutivo.

También revela el documento que los consumidores y los empleados buscan ser defendidos por las organizaciones. Al hilo de esta cuestión, señala que el 63% de los participantes en el estudio compra o aboga por marcas basadas en sus creencias y valores; y que el 69% admite que el hecho de que las empresas tengan un impacto social es una gran expectativa o un factor decisivo al considerar un trabajo.

Y, además, hace hincapié en que las personas quieren una mayor participación social de las empresas. En esta línea, los encuestados creen que estas no hacen lo suficiente en ámbitos como el cambio climático (53%), la desigualdad económica y la escasez de energía (50%), el acceso a la atención sanitaria (47%), la información fiable (45%) y la recualificación de la fuerza de trabajo (44%).

Acciones del director ejecutivo

En su último bloque, el documento aborda las estimaciones de los encuestados sobre asuntos como la posición que deben tomar los directores ejecutivos de las organizaciones, la colaboración público-privada, la emisión de información fiable por parte de las marcas, la mejora del optimismo económico o la creación de una identidad social compartida, entre otros.

El 84% de los participantes en el Barómetro considera que los directores generales de las compañías están obligados a pagar un salario justo

En cuanto al papel que deben ejercer los directores ejecutivos de las empresas, los participantes en esta edición del Barómetro de Confianza de Edelman declaran que esperan que estos tomen partido en relación con determinadas cuestiones relevantes. Por ejemplo, el 89% confía en que lo haga con respecto al trato a los empleados; el 82%, con el cambio climático; el 80%, con la discriminación; el 77%, con las desigualdades económicas; y el 72%, con la inmigración.

Por su parte, el estudio apunta que, en el ámbito de las colaboraciones público-privadas, hasta un 41% de las personas entrevistadas sostiene que la mejor de las opciones se da cuando gobierno y empresas trabajan de forma conjunta. Muy por detrás se encuentran el resto de alternativas: el 21% cree que lo mejor es que ambos trabajen de forma independiente; el 16%, que el gobierno debe trabajar solo; y el 10%, que las empresas deben trabajar solas.

Sobre la mejora del optimismo económico, el 84% de los participantes en el Barómetro considera que los directores generales de las compañías están obligados a pagar un salario justo; el 79% señala que han de asegurarse de que su comunidad de origen sea segura y próspera; y el 78%, que deben pagar impuestos corporativos justos y recapacitar empleados.

Además, en cuanto al poder de las marcas para generar una identidad social común, el estudio señala que el 75% de los participantes españoles (y el 68%, de media, a nivel mundial) considera que las marcas que celebran lo que nos une fortalecerán el tejido social.

Y, finalmente, un 71% de los encuestados por Edelman manifiesta que los directores ejecutivos deben retirar dinero publicitario de plataformas que difunden información errónea; y el 64%, que han de apoyar a políticos y medios que construyen consenso y cooperación.