
La digitalización y consolidación de los datos ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo y su gestión a través de una misma plataforma tecnológica es un factor estratégico para los responsables de sostenibilidad de las empresas, que deben cumplir los requerimientos del tsunami regulatorio impulsado por la Unión Europea en materia de desarrollo sostenible. Así se puso de manifiesto en la primera edición del APlanet Summit 2022, celebrado en Google for Startups Campus de Madrid y que reunió a más de 60 profesionales del sector.
El evento, que nace con vocación de periodicidad anual, estuvo organizado por APlanet, startup especializada en tecnología aplicada a la gestión de la sostenibilidad en el entorno corporativo, y su objetivo es analizar la evolución y el estado de la sostenibilidad en España y los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones para contribuir al desarrollo sostenible.
Johanna Gallo, CEO y cofundadora de APlanet, destacó que “cuando los profesionales de la sostenibilidad se unen y conversan en foros como este, se genera un impacto positivo de gran valor para poder avanzar de forma coordinada y colaborativa en la gestión de un área que hoy en día es fundamental para las organizaciones”.
Asimismo, indicó que “es necesario que las empresas entiendan que tienen que situar la sostenibilidad en el centro de su actividad y que se apoyen en la tecnología para recopilar los datos ASG, pues les facilitará el reporte y su gestión”.
Por otro lado, el APlanet Summit 2022 contó con la participación de Miwi Clavera, directora general de la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE), quien analizó la evolución de la función de los responsables de sostenibilidad en las organizaciones en la última década. A su juicio, estos profesionales han pasado de ser, muchas veces, unos incomprendidos a contar con un desempeño más estratégico debido al impulso de la regulación europea en los últimos años.
“La figura del dirse ha ido cambiando para bien. En un principio, cumplían con la función de comunicar a través de las memorias los avances de las organizaciones en la materia. Después, pasaron a diseñar estrategias que mejorasen el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible. Y, finalmente, han evolucionado hasta alinearse con la estrategia de negocio, que es la fase en la que se encontraban las compañías más avanzadas antes de la pandemia. El desafío es que la sostenibilidad se convierta en la estrategia central de las organizaciones y las ayude a generar impacto positivo con su actividad”, subrayó la experta.
Asimismo, Clavera apuntó que los términos de sostenibilidad y ASG han ganado protagonismo en los últimos años, pero “lo importante es que las empresas entiendan que su gestión tiene que servir para minimizar los impactos negativos y maximizar los positivos”.
Y, finalmente, lanzó un mensaje esperanzador y afirmó que “los dirse tienen que dejar de ser salmones y nadar a contracorriente en sus organizaciones para pasar a ser delfines, tienen que ser inteligentes para seguir nadando y prosperar en el camino de la sostenibilidad frente a las dificultades”.
Gestión, reporte y transparencia
El APlanet Summit 2022 acogió también una mesa redonda, moderada por Andrés Cardona, Chief Growth Officer de APlanet, en la que cinco expertos analizaron cómo el desarrollo normativo ha cambiado la gestión de la sostenibilidad y la complejidad del reporte y cómo el uso de la tecnología puede facilitar el día a día a las compañías.
“La implementación de plataformas de software y la tecnología ayudan a las organizaciones a afrontar los requerimientos normativos presentes y futuros en materia de sostenibilidad, pero para ello es necesario mejorar la eficiencia y la calidad de los datos porque el nivel de aseguramiento va a subir y eso no se puede gestionar con un excel”, valoró Tamer Davut, socio/partner de PwC España, quien apuntó que es necesario que la información no financiera se equipare a la financiera cuanto antes.
Por su parte, Alejandro Resnik, RSC Manager de EQA, afirmó que “es fundamental que la información de la sostenibilidad sea verificada por un tercero para dar seguridad y confianza a los diferentes grupos de interés acerca de la procedencia de esos datos, lo que ayuda a la comparabilidad”.
Mientras, Víctor Fernández, cofundador de La Buena Huella, consideró que es necesario “introducir la sostenibilidad en las empresas como una herramienta transversal que las ayude a mejorar y, para ello, hay que capacitar a los equipos para que la implementen y ayudarles a controlar los datos, no a gestionar la sostenibilidad”. Asimismo, no dudó en afirmar que “si las empresas quieren sobrevivir, tienen que apostar por la sostenibilidad y tiene que haber cierto grado de egoísmo porque, si no son sostenibles, no perdurarán en el tiempo”.
Desde el punto de vista financiero, Alicia Rubí, partner de Attalea Partners, observó un cambio de tendencia en la financiación de las empresas. A este respecto, explicó que “los inversores tienen cada vez más presente el valor de la sostenibilidad en las estrategias de las compañías y, para ello, necesitan información de calidad y contrastada que genere transparencia, porque, sino, las empresas se quedarán sin inversores y sin clientes”.
Y, por último, Camilo Espinal, consultor de Interafi, coincidió en la idea de Rubí de que cada vez más las entidades financieras están “demandando más transparencia en el suministro de la información de sostenibilidad, impulsando la inversión sostenible y acercándola a la población”. En este sentido, puso como ejemplo de este cambio la reforma de la adaptación de Mifid II en agosto de este año, en la que se va a preguntar a los inversores minoristas sus preferencias de sostenibilidad a la hora de invertir sus ahorros. Además, Espinal animó a todas las empresas a “crear una cultura organizacional que promueva que todas las personas sean abanderadas de la sostenibilidad”.