
El contexto de pandemia por Covid-19 está afectando de manera directa tanto a las estrategias de las compañías como a la sociedad en general. Sin embargo, los modelos de negocio sostenibles han reforzado su lucha contra la desigualdad y su compromiso para contribuir, desde la aportación empresarial, a un impacto positivo que permita alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Tal y como indica el documento realizado por el Clúster de Impacto Social, coordinado por Forética y compuesto por más de 50 grandes empresas lideradas por Grupo Cooperativo Cajamar, Ibercaja e ILUNION, hay tres objetivos prioritarios sobre los que actuar: los derechos humanos, el reto demográfico y la “diferencia” territorial y, también, la acción empresarial frente a la desigualdad.
En relación a los derechos humanos, según indica el informe ‘Cerrando las brechas de desigualdad. Una oportunidad para las empresas’, es preciso tener muy presentes cuatro vías de acción: crear mayor concienciación y liderazgo por parte de la alta dirección, aplicar nuevas herramientas para facilitar la transparencia de las empresas, impulsar nomativas a nivel europeo y nacional y poner el foco en la creciente demanda de los consumidores.
Germán Granda: “Hace falta una mayor acción y ambición para generar un impacto social positivo"
Por otro lado, el reto demográfico y la desigualdad territorial ya se ha convertido en el eje de la agenda pública nacional e internacional. Pero, ¿cómo afrontarlo desde el de liderazgo empresarial? Según este documento, es posible a través del desarrollo de cuatro acciones: iniciativas de gestión del talento que favorezcan la flexibilidad laboral y la movilidad, el fomento de políticas de trabajo por objetivos, la promoción de ecosistemas de innovación y emprendimiento rural y, para finalizar, el apoyo a proyectos de inversión estratégica en entornos rurales.
En cuanto a la tercera esfera de actuación, es preciso tener presentes la importancia de una gestión activa de la diversidad como elemento clave en la acción empresarial frente a la desigualdad. Así, apuestan por ocho pasos a seguir: el compromiso del máximo órgano de gobierno de la organización, la identificación de los perfiles de diversidad, la inclusión de ésta en los procesos de selección y su integración transversal en todas las acciones de la compañía, así como el diseño de estrategias de diversidad e inclusión, la definición de un plan de acción ante casos de discriminación y el establecimiento de alianzas y la formación y sensibilización interna.
Para el director general de Forética, Germán Granda,“la lucha frente a la desigualdad tiene grandes impactos en la creación o el impulso de modelos de negocio sostenibles, situándose en el centro de muchas de las estrategias y ocupando un espacio importante en la ‘S’ social, dentro del ya consolidado esquema ESG". "Sin duda, aquellas empresas con mayores niveles de integración en estos aspector van a ser las mejores preparadas para la reconstrucción social y económica necesaria”.
Las personas: protagonistas en la estratégica
Según el responsable del Clúster de Impacto Social de Forética, Ricardo Trujillo, “traducir el ámbito de la actuación empresarial frente a la desigualdad a acciones, objetivos y compromisos concretos significa, por un lado, analizar cuáles son sus fenómenos más significativos en la actualidad y, por otro, comprender en qué contexto y bajo qué parámetros se pueden medir".
Asimismo, recalca que dicho informe visibiliza cuáles son las iniciativas públicas y privadas y visibiliza las oportunidades de empresas para salir reforzadas, situando a las personas en el centro de su estrategia.