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Quiere una regulación más estricta

La Alianza para un Ártico Limpio reclama la reducción de emisiones del transporte marítimo

La Alianza por un Ártico Limpio reclamó la reducción drástica de las emisiones de carbono negro producidas por el transporte marítimo durante la inauguración en Londres Londres del Subcomité de Prevención y Lucha contra la Contaminación de la Organización Marítima Mundial.

Las emisiones de carbono negro aceleran el derretimiento de la capa de hielo en le Ártico.
Las emisiones de carbono negro aceleran el derretimiento de la capa de hielo en le Ártico.

Formada por 22 organizaciones no gubernamentales la Alianza por un Ártico Limpio realiza constantes campañas con el objetivo de persuadir a gobiernos e instituciones para que tomen iniciativas de protección de ecosistema del Ártico. Recientemente, aprovecharon la inauguración en del foro del Subcomité de Prevención y Lucha contra la Contaminación (PPR 11) de la Organización Marítima Internacional (OMI) para reclamar la reducción drástica de las emisiones de carbono negro del transporte marítimo.

Se espera que durante las sesiones del foro la OMI finalice las directrices para reducir el impacto en el Ártico de dichas emisiones, incluidas las políticas de control recomendadas y la recopilación, el seguimiento y la presentación de informes sobre las emisiones de carbono negro. Sin embargo, la Alianza por un Ártico Limpio pide que se comprometa a desarrollar regulaciones obligatorias sin más demora. Según el Consejo Ártico, el transporte marítimo en el Ártico está aumentando, mientras que las emisiones de carbono negro del transporte marítimo se duplicaron entre 2015 y 2021.

Los efectos del carbono negro sobre la capa de hielo

“Después de 13 años de debate en la OMI, ya es hora de que la industria naviera tome medidas para reducir el impacto de las emisiones de carbono negro en el Ártico”, recalcó el Dr. Sian Prior, asesor principal de la Alianza por un Ártico Limpio. “Se sabe que el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el mundo en su conjunto y los científicos estiman que la capa de hielo de Groenlandia está perdiendo 30 millones de toneladas de hielo por hora”, añadió Prior.

El carbono negro es un contaminante climático de vida corta, producido por la quema incompleta de combustibles fósiles, con un impacto más de tres mil veces mayor que el del CO2 en un período de 20 años. Representa alrededor de una quinta parte del impacto climático del transporte marítimo internacional. No solo contribuye al calentamiento mientras está en la atmósfera, sino que acelera el derretimiento si se deposita en la nieve y el hielo, por lo que tiene un impacto desproporcionado cuando se libera en el Ártico y sus alrededores. A su vez, el derretimiento de la nieve y el hielo expone áreas más oscuras de tierra y agua, y estos parches oscuros absorben más calor del sol, reduciendo drásticamente la capacidad reflectante de los casquetes polares.

La disminución de la extensión y el volumen del hielo marino está provocando una creciente crisis social y medioambiental en el Ártico, mientras que los cambios en cascada están afectando al clima mundial y a la circulación oceánica. Los científicos muestran un alto grado de certeza en que todos estos procesos se están acercando a puntos de inflexión irreversibles. Además, afirman que la investigación ha demostrado que probablemente la consecuencia será un incremento del clima extremo en todo el hemisferio norte.

Uso de combustible destilado

Entre las soluciones propuestas por la Alianza para un Ártico Limpio, estaría obligar a los buques que operan en el Ártico o cerca de él a cambiar los combustibles más sucios a, por ejemplo, el combustible destilado, lo que tendría el beneficio inmediato de reducir las emisiones de carbono negro entre un 50% y un 80%. “A esta medida debería seguirle, sin demora, el desarrollo de un estándar de combustible en el Ártico y la creación de áreas de control de emisiones de carbono negro, lo que reduciría aún más dichas emisiones en lugares dentro y cerca del Ártico”, aseguró Bill Hemmings, asesor de la Alianza.

Infografía explicativa de los perjuicios causados por los depuradores de los buques.

Contaminación causada por los depuradores 

Durante el PPR 11 también se espera que la OMI cumpla muchas tareas con respecto a los depuradores. Estos dispositivos se utilizan para reducir la contaminación del aire de los gases de escape de los barcos, pero en su lugar crean un problema de contaminación del agua al descargar aguas residuales ácidas por la borda que contienen metales pesados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).

Las tareas del PPR incluyen la evaluación del estado de la tecnología para el tratamiento y control del agua de descarga; la elaboración de medidas e instrumentos reglamentarios, según proceda; el desarrollo de una base de datos sobre las restricciones locales y regionales y las condiciones de descarga de las aguas de los depuradores; y, por último, establecer una base de datos sobre las sustancias identificadas en las aguas de vertido, que abarque datos fisicoquímicos, datos ecotoxicológicos y datos toxicológicos, que conduzca a criterios de valoración pertinentes a efectos de evaluación del riesgo.

Según Eelco Leemans, asesor técnico de la Alianza por un ártico Limpio, "con estudios científicos recientes que demuestran cómo los depuradores son una solución defectuosa, los Estados miembro de la OMI deben acordar poner fin a la aprobación de los depuradores para su uso en buques lo antes posible, y trabajar hacia la implementación de prohibiciones sobre las descargas de depuradores en sus aguas jurisdiccionales".

Prohibición del fuelóleo pesado

Asimismo, la OMI examinará en el PPR 11 un proyecto de directrices relacionadas con la concesión de exenciones para los buques con tanques de combustible protegidos y exenciones de la prohibición de la OMI sobre el fuelóleo pesado (HFO). En junio de 2021, la OMI adoptó una prohibición sobre el uso y el transporte de HFO en aguas del Ártico. Sin embargo, la prohibición es mucho más débil de lo que se requería, lo que deja al Ártico, a sus comunidades indígenas y a su vida silvestre enfrentando el riesgo de un derrame de HFO hasta el final de la década.

La prohibición de HFO de la OMI comenzará a entrar en vigor a mediados de 2024, pero solo gradualmente, e inicialmente solo abordará una pequeña proporción del fuelóleo pesado que se utiliza actualmente en el Ártico debido a las exenciones y la capacidad de los Estados costeros del Ártico para emitir exenciones.

Noruega ya ha prohibido el HFO en los buques en sus aguas árticas alrededor de Svalbard, y su propuesta de una zona de control de emisiones significará que la prohibición del HFO se extenderá más al sur, aunque es preocupante que los buques puedan optar por utilizar ULSFO (fuelóleos con contenido ultrabajo de azufre, que son en gran parte fuelóleos pesados), o HFO y depuradores, en lugar de pasar a combustibles destilados más limpios.