
El estudio ‘Reforzar la resiliencia del patrimonio cultural frente al cambio climático: el nexo entre el Pacto Verde Europeo y el patrimonio cultural’, publicado por la Comisión Europea, arroja información que la propia organización continental ha calificado de alarmante. En este sentido, el documento, cuyo objetivo es mejorar la resiliencia del patrimonio cultural, advierte de que el cambio climático está amenazando directa e indirectamente todo tipo de patrimonio cultural.
Entre otros factores que podrían deteriorar dicho patrimonio cultural, se encuentran las fuertes precipitaciones, las largas olas de calor, las sequías, los fuertes vientos y el aumento del nivel del mar, todo lo cual se espera que aumente en el futuro. Por todo ello, el grupo de expertos encargado de la realización del informe ha recopilado un total de diez recomendaciones para mejorar la resiliencia del patrimonio cultural frente al cambio climático.
Según la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, “la protección de todo tipo de patrimonio cultural contra el cambio climático es un gran desafío que estamos asumiendo. Esto afecta a los yacimientos arqueológicos y al patrimonio inmueble, así como a los paisajes y el patrimonio mueble: tenemos que encontrar un enfoque integrado que proteja las cualidades del patrimonio”.
Además, Gabriel añadió que “el gran número de países que participaron en el grupo de expertos demuestra que este tema está adquiriendo cada vez más importancia y que hay potencial para la cooperación, la detección de lagunas y el intercambio de mejores prácticas a escala europea”.
Cambio estratégico
Pero mejorar la resiliencia del patrimonio cultural frente al cambio climático necesitará un cambio estratégico hacia inversiones en nuevas formas de salvaguardia y restauración. En este sentido, el informe señala que, dado que diferentes ministerios son responsables de las políticas de patrimonio cultural y cambio climático a nivel nacional, muchos agentes deben armonizar sus estrategias de manera continua y coherente para ser verdaderamente eficientes.
Y, además, apunta que esta situación se complica por el hecho de que no existen metodologías coherentes para obtener información fiable, datos cuantitativos o conocimientos profundos sobre la degradación y la pérdida del patrimonio cultural.
Por ello, el grupo de expertos recomienda que se emprendan acciones para integrar plenamente las cuestiones relacionadas con la cultura y el patrimonio cultural en la elaboración de políticas sobre sostenibilidad medioambiental y clima a todos los niveles (local, regional, nacional, europeo e internacional).
En concreto, advierte, un mapa de la evaluación de los riesgos del patrimonio cultural europeo debidos al cambio climático proporcionaría información valiosa sobre el patrimonio que se encuentra en peligro. Además, se llevarán a cabo más investigaciones para detectar y comprender mejor las amenazas más graves y sus posibles repercusiones, así como los costes que conlleva hacer que el patrimonio cultural sea resiliente al cambio climático.
Por otro lado, el informe también señala que el patrimonio cultural puede ser una valiosa fuente de conocimiento e inspiración para los responsables políticos, los gestores del patrimonio y la sociedad en su conjunto. En este sentido, los expertos recopilaron un total de 83 ejemplos de buenas prácticas de 26 países, lo que ilustra tanto el impacto del cambio climático en el patrimonio cultural como el potencial de las soluciones en el contexto del cambio climático.