
La Comisión Europea ha publicado la tercera revisión de la aplicación de la política medioambiental (EIR, por sus siglas en inglés), una herramienta fundamental de notificación que apoya el cumplimiento de esa normativa y conciencia sobre la importancia de dicho cumplimiento.
En este sentido, colmar la brecha entre lo que se decide a escala de la Unión Europea y lo que se cumple en la práctica es esencial para garantizar unos buenos resultados medioambientales para los ciudadanos y mantener unas condiciones de competencia equitativas para las empresas, al tiempo que se crean oportunidades de desarrollo económico.
Según Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, “la revisión del cumplimiento de la aplicación normativa medioambiental de este año es un llamamiento a la acción. Aunque indica avances desde la revisión anterior, me preocupa que las deficiencias en materia de cumplimiento sigan agravándose, lo que nos hace más vulnerables a la contaminación medioambiental y a los riesgos conexos. Este análisis proporciona a los Estados miembro las herramientas y la información que necesitan para mejorar el cumplimiento y proteger mejor nuestra salud y el medioambiente. ¡Aprovechémoslo!”.
Esta revisión de la aplicación de la política medioambiental (EIR) extrae conclusiones y define tendencias comunes sobre la base de 27 informes por países que muestran la situación en la Unión Europea al respecto. Incluye abundante información sobre el grado en que los gobiernos protegen la calidad del aire que los ciudadanos respiran, el agua que beben y la naturaleza de la que disfrutan. Además, establece acciones prioritarias de mejora en cada Estado miembro.
Facilitación del cumplimiento
Por otro lado, según la Comisión Europea, muchos Estados miembro deben velar por que exista más financiación para cubrir las necesidades de inversión en relación con todos los objetivos y prioridades medioambientales. Por primera vez, la revisión de la aplicación de la política medioambiental europea compara, para cada Estado miembro, la financiación disponible para el cumplimiento de la normativa sobre el medioambiente con las necesidades de inversión.
Y, en este sentido, estas necesidades de inversión para cumplir los objetivos medioambientales ascienden en la Unión Europea a 110.000 millones de euros al año. Casi dos tercios del déficit de inversión medioambiental se refieren a la lucha contra la contaminación general y a la protección y gestión de las masas de agua.
Adaptar y reforzar la capacidad administrativa de los Estados miembro, según la propia Comisión, es fundamental para lograr el cumplimiento y la aplicación del Derecho de la Unión Europea en materia de medioambiente y facilitar un acceso real a la justicia a nivel nacional es esencial para el cumplimiento de la legislación sobre el medioambiente.
Además, advierte que la mayoría de los Estados miembro aún tiene margen para mejorar el acceso del público a los órganos jurisdiccionales con el fin de impugnar decisiones, acciones u omisiones, especialmente en los ámbitos de la planificación relacionados con el agua, la naturaleza o la calidad del aire.