Y, en concreto, durante la cumbre, que tendrá lugar entre el 1 el 12 de noviembre, se intentará alcanzar acuerdos para avanzar en cuatro ámbitos muy concretos: mitigación y adaptación al cambio climático, movilización de financiación para lograr las dos primeras metas y, por último, establecer alianzas para conseguirlo.
Después de un año de retraso motivado por la COVID19, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), la COP26, que tendrá lugar en el Scottish Event Campus (SEC) de Glasgow, ofrecerá a las ‘partes’ la oportunidad de evaluar sus progresos en el cumplimiento de los objetivos de emisiones iniciales establecidos en el Acuerdo de París y de comprometerse con objetivos más ambiciosos de cara a los próximos cinco años.
Precisamente, la pandemia del coronavirus ha llevado a que el registro para el macroevento se abriera con cierta antelación. La organización abrió el pasado 6 de septiembre las inscripciones para que las instituciones que nombraron representantes antes del 31 de agosto envíen la confirmación, algo que podrán hacer hasta el 22 de octubre.
El fin de esta pronta apertura para la COP26 es facilitar la vacunación antes de asistir a la conferencia, algo que la presidencia de la cumbre, encabezada por Alok Sharma, recomienda encarecidamente a todos aquellos que, de un modo u otro, vayan a tomar parte en ella.
Objetivos
Aunque los objetivos generales de esta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) son acordar y acelerar la acción sobre el Acuerdo de París, la presidencia de la COP26 ha definido también, de forma específica, cuatro metas.
La primera de ellas es la mitigación del cambio climático, asegurando las emisiones cero netas para 2050 y manteniendo la temperatura en 1,5ºC por encima de los valores preindustriales.
En este sentido, se presentarán objetivos ambiciosos en materia de reducción de emisiones para 2030, para lo cual los países deberán aumentar el ritmo en el abandono del carbón; reducir la deforestación; acelerar el cambio a los vehículos eléctricos; y fomentar la inversión en energías renovables.
La segunda de las metas específicas es la adaptación al calentamiento global con el fin de proteger las comunidades y los hábitats naturales. En esta línea, la organización recordó que el clima ya está cambiando y que lo seguirá haciendo con algunos efectos devastadores e irreversibles.
Por este motivo, señala que es preciso trabajar juntos para permitir y alentar a los países afectados por el cambio climático a proteger y restaurar los ecosistemas; y construir defensas, sistemas de alerta e infraestructuras y agricultura resistentes para evitar la pérdida de hogares, medios de subsistencia e, incluso, vidas.
En tercer lugar, otro de los objetivos sobre los que se pretende avanzar en esta COP26 es el de la movilización de la financiación, algo que resulta vital para poder alcanzar los dos primeros objetivos. En este caso, se buscará que los países desarrollados cumplan con la promesa realizada de movilizar al menos 100.000 millones de dólares anuales de financiación para el clima hasta 2020.
Y, por último, trabajar de manera conjunta para alcanzar las metas previstas en materia climática. En este sentido, de cara a poder cumplir con las expectativas previstas en torno a los retos de la crisis climática, es fundamental finalizar el Reglamento de París, aprobado en la COP24 (celebrada en Katowice, Polonia) y que incluye las normas que hacen que el Acuerdo de París sea operativo; y acelerar la acción para afrontar esta crisis climática mediante la colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil.