El Institut Cerdà presentó en el Consejo Económico y Social la segunda edición del ‘Observatorio de riesgos para las empresas en España’. Este estudio identifica 31 riesgos que representan en 2023 una amenaza para nuestro entorno y nuestras organizaciones, clasificados en seis ámbitos: recursos, económico, institucional, medioambiental, social y tecnológico.
Se trata el primer informe de riesgos adaptado a la realidad española, ya que analiza el contexto desde una perspectiva mundial, ajustando los riesgos al ámbito nacional e identificando los impactos que estos pueden tener para las empresas, en un entorno volátil y complejo.
De todos ellos, dentro del ámbito de los recursos, el estudio destaca que las empresas deberán gestionar con urgencia la escasez de las materias primeras básicas y la falta de seguridad y de garantía de suministro energético, que están incidiendo en una gran volatilidad del precio con una repercusión directa en los beneficios empresariales.
En el ámbito económico, la persistencia de la inflación y la descarbonización acelerada de la economía son otras de las amenazas, junto con los conflictos geopolíticos como la “segunda ronda” de la guerra entre Ucrania y Rusia o las relaciones China-Estados Unidos en el ámbito institucional.
Según el Observatorio, en el ámbito medioambiental, otro punto crítico a tener en cuenta es el incremento de los fenómenos meteorológicos extremos, al tiempo que advierte de los riesgos vinculados a un mayor crecimiento de las desigualdades y las vulnerabilidades sociales, tras la salida de la pandemia, y el desajuste entre la oferta y demanda laboral (ámbito social), así como de la creciente sofisticación de los ciberataques; el incremento del desorden informativo, relacionado con la veracidad de la información, y el aumento de la brecha digital (ámbito tecnológico).
El objetivo principal del Observatorio es el de ser una herramienta útil y de reflexión para la toma de decisiones de las empresas, que las ayude a complementar sus propios mapas y estrategias de gestión de riesgos y que, a la vez, propicie el intercambio de información y debate entre empresas en un campo tan sensible como es el de la detección de riesgos, como primer paso para su prevención y gestión.
Riesgos emergentes
Esta segunda edición del Observatorio del Institut Cerdà advierte, asimismo, sobre nuevos riesgos emergentes, entre los cuales destaca:
• La gran dependencia del transporte de mercancías por carretera en España, con una asignatura pendiente, como es la mejora del transporte ferroviario de mercancías y su incidencia directa en la competitividad de la empresa española.
• El incremento del proteccionismo de los gobiernos a nivel mundial derivado de la volatilidad económica y el incremento de las barreras comerciales. A nivel mundial, en los últimos cinco años se han implementado cinco medidas proteccionistas por cada medida liberalizadora.
• La incidencia de la inestabilidad de las economías emergentes y la exposición de las empresas españolas a la evolución de su entorno económico, social y regulatorio.
• La pérdida de patrimonio natural y biodiversidad derivada de las consecuencias del cambio climático.
• El desgaste del bienestar físico y mental de las personas, después de dos años marcados por la gestión y el control de la pandemia y agudizada por la incertidumbre económica y social.
• La incidencia de la precarización de la ocupación, tanto a nivel de la persona como en la propia cohesión de la unidad familiar.
Más allá de la singularidad e incidencia de la pospandemia y de las consecuencias de la guerra de Ucrania, los riesgos se están caracterizando por la necesidad de gestionar su simultaneidad. De esta forma, se ha pasado de una gestión marcada fundamentalmente por la identificación de un riesgo y la definición de su correspondiente plan de gestión, a una superposición de riesgos que pone a prueba la capacidad de gestión de crisis de las organizaciones.