El Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad, liderado por Forética y compuesto por más de 60 grandes empresas encabezadas por CaixaBank, Cuatrecasas y Grupo Cooperativo Cajamar, arrancó su octava edición abordando el futuro de las cadenas de suministro, como asunto "cada vez más prioritario" en las agendas corporativas ante los recientes avances legislativos a nivel europeo.
En esta primera reunión anual del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad de Forética, Ignacio Marcos, socio senior de McKinsey, analizó la evolución de las cadenas de suministro y su perspectiva desde el punto de vista ESG.
En este sentido, afirmó que la descarbonización de las cadenas de valor y la reducción de las emisiones de alcance 3, que comprenden el 80% del impacto climático global de las cadenas de suministro, “supone un gran desafío, pero también una oportunidad para crear un ecosistema más sostenible y resiliente”.
“Vemos que es posible crear productos con una cadena de valor neto zero, en algunas categorías con muy poco coste incremental para el consumidor”, indicó, al tiempo que añadió que, adicionalmente, “el verdadero reto es migrar hacia un nuevo modelo de creación de valor a partir de la sostenibilidad, revisando la estrategia del portfolio, creando nuevos negocios sostenibles, impulsando operaciones ‘verdes’ y capturando la cuota del mercado premium”.
Por su parte, Elisabeth de Nadal, ESG director de Cuatrecasas, explicó los efectos de las nuevas obligaciones de la cadena de suministro y debida diligencia en Europa, así como las previsiones para España. Además, el encuentro contó con la intervención de José Luis Martín Velayos, director de Compras y Góbex de CaixaBank; Delia García, directora de Sostenibilidad y RSC de L’Oréal; Carlos Busquets, Global Public Policy & Sustainability Executive de Amazon; y Ernesto Barceló, director de ESG de Gestamp; que analizaron, en base a su experiencia y actividad, cuáles son los retos y oportunidades que trae consigo el nuevo marco normativo de debida diligencia y gestión en la cadena de suministro.
Todo ello en un contexto en el que el número de litigios en torno a la sostenibilidad de las cadenas de suministro se ha incrementado en más del 20% durante los últimos años. Actualmente, la probabilidad de experimentar controversias en las cadenas de proveedores es máxima. Ocho de cada diez trabajadores en el mundo residen fuera de los países de la OCDE y dos de cada tres operan en la economía informal.
Ante esta situación, diversos estudios muestran que el nivel de preparación tanto de los responsables de compra de las empresas como del universo de proveedores es "insuficiente" para dar respuesta al reto de la sostenibilidad en las cadenas de suministro.
Y, en este sentido, Ana Gómez, manager del Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad de Forética, afirmó que “estamos ante una nueva arquitectura de las cadenas de valor donde la sostenibilidad y la resiliencia van a complementar a la eficiencia económica”.
En su opinión, los aspectos ESG pueden ser “una fuente de riesgos operativos, reputacionales y legales ante una nueva generación de normas”. Aspectos como el near-shoring (trabajar proveedores en países cercanos y de confianza) y la responsabilidad sobre potenciales controversias ESG “van a marcar la agenda empresarial durante los próximos años”, concluyó.
La propuesta de Directiva en materia de Debida Diligencia establece la responsabilidad de las compañías que operan en Europa sobre las controversias y vulneraciones de aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) en sus cadenas de valor. Y, por otra parte, la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) obligará a las empresas a informar a partir de 2024 sobre asuntos relacionados con toda su cadena de valor.