Tras casi 20 años de negociaciones, los estados miembros de Naciones Unidas se reunieron en Nueva York y han llegado a un nuevo acuerdo, un Tratado Global de los Océanos que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional.
“Se trata de un gran avance”, indicó el secretario general de la ONU, António Guterres, quien lo calificó como “una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”.
La versión final del tratado acordado (con las traducciones y ediciones pertinentes) tendrá que ser validada por los negociadores, que luego deberá ser ratificado por los casi 200 países que participan en este tipo de conversaciones en Naciones Unidas.
Un tratado frente a la triple crisis planetaria
El marco legal, conocido como 'Tratado de alta mar', colocaría el 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, destinaría más dinero a la conservación marina y cubriría el acceso y el uso de los recursos genéticos marinos.
Asimismo, Guterres sostuvo que el tratado es “crucial” para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
“También es vital para lograr los objetivos y metas relacionados con los océanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”, acotó, refiriéndose al llamado compromiso '30x30' para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030, logrado en una conferencia de la ONU en Montreal en diciembre pasado.