Pasar al contenido principal
Según un informe de Fundación SERES y Deloitte

Las acciones de RSE de las empresas españolas se incrementaron un 177% en 2020

La Fundación SERES y la firma de servicios profesionales Deloitte han presentado la VIII edición del 'Informe del Impacto Social de las Empresas', que mide la contribución real de las empresas a la sociedad a través de un modelo de análisis basado en cinco ejes (económico, organizacional, relacional, social y persona). En total, 71 empresas de la Fundación SERES representantes de diferentes industrias han aportado los resultados de su actividad en materia de responsabilidad social empresarial en 2020.

Las acciones sociales en las empresas impactaron a 158 millones de beneficiarios.
Las acciones sociales en las empresas impactaron a 158 millones de beneficiarios.

La VIII edición del 'Informe del Impacto Social de las Empresas', presentado por la Fundación SERES y Deloitte, arroja importantes datos de incremento en las acciones RSE de las empresas españolas durante 2020, las cuales impactaron a 158 millones de beneficiarios, un 177% más que en 2019. Además, la inversión en RSE de las organizaciones llegó a 1.486 millones de euros, aumentando la inversión media por empresa un 8% respecto al ejercicio anterior.

En total, han sido 71 empresas de la Fundación SERES, representantes de diferentes industrias, las que han aportado los resultados de su actividad en materia de responsabilidad social empresarial en 2020. Este año, el informe cuenta también con la colaboración especial de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para analizar los mecanismos de debida diligencia empresarial sobre la cadena de suministro. Los datos recogidos aportan la medida del impacto y la contribución real de las empresas a la sociedad a través de un modelo de análisis basado en cinco ejes: persona, organizacional, económico, social y relacional.

Capital persona

En lo que respecta al eje capital persona, de la cifra de 158 millones de beneficiarios que arroja el informe, un 81% corresponden a beneficiaros directos y el 19% a beneficiarios indirectos. En cuanto a la tipología de colectivos beneficiados, las empresas orientan sus acciones a la infancia y juventud (52%), personas con discapacidad (48%), personas mayores (30%) y personas enfermas (32%), entre otras.

En términos generales, los proyectos contra la COVID-19 impactaron en 15 millones de beneficiarios. De esta manera, el número de proyectos de impacto social prácticamente se duplica en esta edición, pasando de 12.979 en 2019 a 24.869 en 2020. El 55% de los proyectos realizados tienen como objetivo promover los Derechos Humanos de los grupos de interés afectados por la actividad de la empresa a lo largo de la cadena de valor y el 41% busca promover niveles de vida adecuados.

Capital organizacional

Por otro lado, esta edición también pone de manifiesto que se mantiene la alta participación de trabajadores en el desarrollo de proyectos de RSE, llegando a 181.814 empleados, lo que supone el 12% de sus plantillas. En esta misma línea, el 26% de las empresas cuenta con más del 30% de empleados involucrados en actividades de RSE y en el 14% de ellas llega hasta siete de cada diez.

Además, el 76% de las empresas analizadas ofrece internamente programas de voluntariado corporativo, con un total de 148.875 empleados implicados en ellos, lo cual supone el 9,7% de su plantilla, además de un incremento de un punto por encima de la media de los últimos cinco años.

En cuanto a la sostenibilidad, esta sigue permeando a lo largo de las organizaciones. En este sentido, el 87% dice alinear su estrategia de RSE con la empresarial, mientras que el 91% cuenta con un área específica de RSE y el 90% desarrolla medidas de conciliación laboral.

Capital económico

La inversión total en RSE de las empresas participantes ha sumado un total de 1.486 millones de euros, lo que supone un aumento de la inversión media por empresa del 8% respecto a 2009. Este incremento pone de manifiesto cuatro tendencias principales.

La primera es la aceleración que ha generado la pandemia, con 638 millones de euros en proyectos contra la COVID-19, un 45% destinado al sector de salud y un 28% al empleo y la integración laboral. Y las restantes aluden al compromiso de las organizaciones, con 20,9 millones de euros de inversión media en RSE por empresa, un 8% más que en 2019; a la tracción del territorio (proyectos a nivel nacional e internacional); y a la importancia del impacto social en la cadena de suministro.

Capital social 

El informe de SERES y Deloitte resalta que para contribuir a generar una cultura de responsabilidad social es importante que se visibilice la labor que se hace en materia de RSE. La ejemplaridad y la transparencia son algunas de las claves que se mencionan para extender la cultura en una organización.

En este sentido, el 100% de las empresas participantes realiza programas específicos de sensibilización y difusión de buenas prácticas; el 83%, por su parte, reconoce que evalúa y comunica su contribución a la sociedad elaborando memorias de sostenibilidad y el 85% cuenta con un informe anual de información no financiera; y, además, el 72% tiene un plan para extender sus políticas de RSE a lo largo de su cadena de valor.

Capital relacional

Por último, en el eje del capital relacional, se ha incrementado en un 35% la red de entidades sociales con las que han colaborado las empresas participantes y se han llevado a cabo 32.631 colaboraciones con dichas entidades.

Al mismo tiempo, se han conseguido captar 158 millones de euros de inversión adicional a la propia de las empresas, lo que supone otro importante incremento de un 90% respecto a 2019.

Pandemia y RSE

Durante la presentación oficial del informe, el presidente de Deloitte España y de la Fundación SERES, Fernando Ruiz, declaró que “el rol de la empresa en cuanto al compromiso social ha evolucionado a lo largo del tiempo. En los últimos años se ha convertido en un tema muy presente entre las prioridades de la dirección de las empresas. La pandemia ha supuesto un salto cualitativo que ha demandado una acción relevante por parte de todos los actores y las empresas han realizado un gran esfuerzo en este sentido”.

Por su parte, el vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, quien destacó durante la presentación que “el compromiso social de las empresas es claro, lo hemos podido comprobar durante los meses más duros de pandemia, en los que las empresas españolas han demostrado su cara más solidaria con la sociedad”.

En palabras de la directora general de la Fundación SERES, Ana Sainz, “solo seremos capaces de construir un nuevo mañana gracias a una empresa basada en la gestión responsable, la actuación con propósito y el compromiso empresarial conectado con los retos sociales. La medición de ese impacto social será una palanca muy relevante para hacerlo posible. Los ejemplos de empresas que ofrecen resultados tanto económicos como sociales han puesto de manifiesto que generar valor social es posible y se vislumbra como una oportunidad para generar resultados económicos, así como un impacto social positivo”.

Por último, Concha Iglesias, socia líder de Sostenibilidad y Cambio Climático de Deloitte España y responsable del informe, ha afirmado que “los riesgos sociales se han incrementado y, con ello, la preocupación de los reguladores e inversores. Como consecuencia de todo ello, el regulador europeo está dando un impulso legislativo para desarrollar e implementar mecanismos que fomenten una transición justa. Todos los sectores tienen un rol en esta transición, que demanda que las empresas que lo componen definan objetivos y compromisos asociados a la dimensión social, así como una adaptación operativa que les permita cumplir con las expectativas de los grupos de interés”.