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Según el nuevo informe de la AIE

Las baterías tienen un papel esencial en las transiciones energéticas seguras

Que las baterías se van a quedar ya es un hecho, han emergido como una solución clave para abordar los desafíos energéticos del siglo XXI. Así lo corrobora un reciente informe publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), que destaca el papel crucial que desempeñan las baterías en la transición hacia un futuro energético más seguro y sostenible.

El informe destaca que las baterías desempeñarán un papel cada vez más importante en la infraestructura energética global.
El informe destaca que las baterías desempeñarán un papel cada vez más importante en la infraestructura energética global.

Bajo el paraguas de la AIE, se lanzó el informe Baterías y transiciones energéticas seguras, que resalta la importancia de estas tecnologías en la estabilización de redes eléctricas, la integración de energías renovables y la reducción de emisiones de carbono.

Este informe destaca que las baterías desempeñarán un papel cada vez más importante en la infraestructura energética global, especialmente, a medida que aumenta la penetración de fuentes de energía intermitentes, como la solar y la eólica. Aseguran que las baterías permiten almacenar la energía generada durante los períodos de alta producción y utilizarla cuando la demanda es mayor, lo que contribuye a una red eléctrica más estable y eficiente.

Además de su papel en la integración de energías renovables, subraya que las baterías también son clave para la electrificación de sectores como el transporte y la industria. Con el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos y la demanda de soluciones de almacenamiento de energía en aplicaciones industriales, se espera que la demanda de baterías siga aumentando en los próximos años.

Asimismo, destaca la necesidad de abordar políticas y regulaciones sólidas para promover la adopción de tecnologías de baterías y garantizar su despliegue efectivo. Esto incluye medidas para fomentar la inversión en investigación y desarrollo, facilitar el despliegue de infraestructura de carga para vehículos eléctricos y establecer estándares de seguridad y sostenibilidad para la fabricación y el reciclaje de baterías.