Efectivamente, el número de firmas que se muestran concienciadas con dar un mejor trato al medio ambiente no deja de crecer al tiempo que abogan por mejorar las condiciones laborales de las personas que participan en todo el proceso de fabricación.
Es el caso de Ecoalf, la firma creada por Javier Goyeneche, cuya máxima es adoptar sistemas de producción que no impliquen un indeseable derroche de materias primas.
La empresa hace gala de su eslogan ‘No hay planeta B’ y se enorgullece de haber elaborado centenares de tejidos mediante el reciclaje de más de medio millar de toneladas de basura recogidas de aguas marinas. Con este fin, hace seis años puso en marcha la fundación Upcycling the Oceans para conseguir una reutilización de las materias primas arrojadas a los océanos.
A su vez, Organic Cotton Colours elabora sus prendas con algodón totalmente orgánico. Con su eslogan ‘Cuidamos la salud de tu piel’, la firma catalana afirma producir de forma natural sus prendas, cuyos colores se obtienen sin dañar el medio ambiente y eliminando los intermediarios a lo largo del proceso de producción. Incluso pone a disposición de empresas y otros diseñadores tejidos orgánicos para la elaboración de nuevas prendas.
Autonombrándose como ‘marca de moda sostenible’, Green Forest asegura que sus prendas se fabrican con algodón orgánico certificado, de manera respetuosa con las personas y el medio ambiente, trabajando con proveedores y fabricando bajo certificado GOTS en Faridabad, Haryana (India), “porque sabemos que las cosas se pueden hacer de una manera diferente”, afirman sus promotores.
Además, por la compra de cada prenda, regalan un árbol a sus clientes. “Este se encargará de absorber el CO2 que emite tu prenda con su mantenimiento (lavado, planchado...) ya que supone el 70% del impacto ambiental de la prenda”, recalcan.
Tendencia 'Moda solidaria'
Del mismo modo, la firma Uttoppy se enorgullece de utilizar tintas ecológicas en sus instalaciones fabriles y de practicar lo que denomina ‘Moda solidaria’. Explican que “cada una de nuestras colecciones nace para visibilizar y apoyar las causas que más te importan ayudando a ONGs que trabajan por su solución. Para que así, con un gesto tan sencillo como ponerte una camiseta y compartir su causa, puedas ser parte activa del cambio que necesita nuestro mundo”.
Su producción en fábricas está auditada por la FWF (Fair Wear Foundation) y dan el 15% de sus ingresos a las entidades que apoyan sus causas. Sus prendas lucen mensajes que abogan por la igualdad de género o el cuidado del medio ambiente y, por cada camiseta comprada, se comprometen a plantar tres árboles.
Por su parte, la firma de moda Rebelroot, fundada en Barcelona por Eva Riu a finales de 2012, afirma basar todo su trabajo en lo que definen como ‘moda ética’, asegurando que sus cadenas de producción y diseño respetan y defienden los derechos humanos y protegen el medio ambiente.
"Nos aseguramos de que los pagos a proveedores y fabricantes sean justos, verificando que cualquier ingreso vaya a ellos directamente, mejorando su calidad de vida y manteniendo sus técnicas tradicionales”, explican desde la empresa.
Al mismo tiempo, cada vez es mayor el número de marketplaces, grandes mercados que aúnan online a marcas de moda respetuosas con las condiciones laborales, el medio ambiente y que cuentan con un compromiso de ética social.
Se trata, en definitiva, de apenas unos cuantos ejemplos de una tendencia que marca el rumbo del sector textil en su trayecto definido hacia la ansiada sostenibilidad.