
En concreto, el documento ‘Recomendaciones para acelerar la transición hacia una España circular en el 2030’ ofrece una perspectiva sobre las fortalezas y desafíos que tienen por delante las organizaciones españolas para acelerar su avance hacia una economía circular en España en la llamada ‘Década de la Acción’.
Y lo hace a través de una serie de sugerencias articuladas bajo tres ejes clave para avanzar hacia un modelos de estas características: la mejora de la gobernanza, la aceleración de la acción y el impulso de alianzas para contribuir a una España más circular en 2030.
La economía circular es una estrategia que tiene por objetivo minimizar el uso de recursos y el desperdicio, así como las emisiones y el uso de energías renovables. Los modelos de negocio basados en este tipo de economía se conocen desde mediados de los años 70 y en la actualidad se aplican en numerosos sectores industriales. Pero, aunque se han dado pequeños pasos, todavía queda para lograr una economía plenamente verde.
Desde 2015, se ha ido conformando un contexto de cambio de modelo hacia una economía más circular, liderado por la Comisión Europea. En España, entre 2020 y 2021, se ha avanzado en este sentido gracias al desarrollo de la ‘Estrategia Española de Economía Circular’, cuyo objetivo es reducir la generación de residuos y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. De esta forma, nuestro país se ponía en el camino para lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
Además, la economía circular es una de las 30 líneas de acción del ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’, impulsado por el Gobierno para reactivar la economía frente a la pandemia. Concretamente, se trata de un subplan del plan de acción de ‘Política Industrial España 2030’, que incluye la Estrategia de Economía Circular para la eficiencia material, el aprovechamiento de los recursos y la competitividad de los sectores económicos, en especial, en sectores estratégicos como construcción, textil, agroindustria y electrónica.
En cuanto a las recomendaciones que recoge el documento de posicionamiento del Grupo de Acción en Economía Circular de Forética, estas parten de tres ejes clave para el cambio de modelo que permitirá avanzar hacia un ecosistema más circular: la mejora de la gobernanza, la aceleración de la acción y el impulso de alianzas para contribuir a una España más circular y verde en 2030.
Mejora de la gobernanza
De cara a mejorar la gobernanza, en el documento se han identificado algunas barreras y desafíos que tienen las empresas para acelerar su avance hacia la economía circular. Así, menciona la necesidad de contar con un marco nacional común en materia de economía circular para todas las comunidades autónomas y activar los órganos de gobernanza recogidos en la Estrategia Española de Economía Circular.
Asimismo, destaca la importancia de contar con un organismo independiente consultivo, de control y seguimiento del avance y, para ello, propone la creación de un Observatorio Público Nacional de Economía Circular (inspirado en la European Circular Economy Stakeholder Platform),
Y, además, sugiere la definición de un punto de partida en materia de economía circular con el fin de tener, anualmente, una visión del nivel de avance hacia un modelo económico más circular; o de sinergias entre las distintas políticas públicas que se lleven a cabo en materia ambiental.
Acelerar la acción
De cara a acelerar la acción hacia un modelo circular, el documento de posicionamiento de Forética remarca que, debido a que el marco legislativo existente en esta materia supone un cambio de paradigma al que muchas empresas no pueden responder al no poder incorporar las innovaciones necesarias en sus procesos y productos, es fundamental disponer de una hoja de ruta para acompañar a estas empresas en la incorporación de los requerimientos legales recientes, en línea con los objetivos país y acompañada de incentivos para acelerar el cambio.
Apoyar, guiar y definir pautas de eco-diseño, dentro de un enfoque del Análisis del Ciclo de la Vida (ACV), para tener una visión más completa sobre la sostenibilidad de los productos, es otra de las recomendaciones que se incluyen al respecto.
Otro aspecto que aborda el trabajo es la importancia de la dinamización del mercado nacional para el avance hacia una economía circular buscando una unidad de mercado de materias primas secundarias (más disponibilidad y calidad).
Al mismo tiempo, el documento sugiere, además, sustituir la actual capacidad de gestión de residuos basada en los vertederos por instalaciones que ofrezcan tratamientos preferentes en la jerarquía de gestión de residuos; incentivar la simbiosis industrial para que los residuos de una actividad se conviertan en las materias primas de otras; o potenciar la eficiencia en las plantas de selección de envases y en los recicladores, para tener evidencias de que todo el trabajo de eco-diseño se complementa con el reciclado efectivo de los envases.
La importancia de las alianzas
Tal y como destaca el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, la solidaridad y la cooperación son fundamentales para alcanzar los objetivos marcados por la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Esas alianzas entre todos los agentes económicos y sociales son también claves para avanzar en la economía circular.
Por último, el documento recoge diversas sugerencias en torno a la generación de alianzas con el objetivo puesto en la circularidad. En este sentido, destaca la necesidad de crear canales de comunicación permanentes para hacer posible una articulación público-privada o identificar las áreas de comunicación entre los distintos sectores de actividad.
También propone favorecer el desarrollo de proyectos piloto público-privados e identificar y fortalecer las sinergias o áreas de colaboración entre los distintos sectores de actividad a nivel nacional.
Y, además, recoge entre sus sugerencias la necesidad de que el sector público defina unas recomendaciones claras en materia de alianzas para guiar a los actores implicados en hacer posible un ecosistema circular; e identificar y fortalecer las sinergias o áreas de colaboración entre los distintos sectores de actividad a nivel nacional a través de redes o clústeres y de entornos y plataformas que faciliten la colaboración.