
En los últimos 50 años, la población humana se ha duplicado, el tamaño de la economía mundial casi se ha cuadruplicado y el del comercio ha aumentado unas diez veces. Se necesitarían los recursos de 1,6 planetas Tierra para satisfacer la demanda de la humanidad cada año, y más especies están en riesgo de extinción que en ningún otro momento. Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Naciones Unidas alerta de que esta situación ha reducido la biodiversidad y lanza un mensaje con el fin de impulsar su protección.
"La variedad de seres vivos que habitan el planeta proporciona aire y agua limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, mitigación del cambio climático y resistencia a enfermedades naturales, incluido el coronavirus causante de la pandemia de la Covid-19", subrayan los expertos de la ONU .
Sin embargo, la deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza, poniendo en riesgo miles de especies, lo que produce pérdida biodiversidad. Entre las consecuencias negativas de esta situación se incluyen "el colapso de los sistemas alimentarios y de salud", según alerta dicha entidad.
Biodiversidad y coronavirus
Alrededor del 75 por ciento de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son zoonóticas, lo que significa que se transmiten de animales a personas, contagiando a millones de ciudadanos cada año, lo que provoca millones de fallecimientos. Ejemplo de ello es el coronavirus que ha provocado la pandemia de la Covid-19. “Es muy probable que sea una zoonosis”, señala Bernard Bett, veterinario especializado en epidemiología que investiga las enfermedades emergentes en el International Livestock Research Institute (ILRI) y autor Informe ‘Fronteras’.
La abundacia de diversas especies puede reducir el riesgo de zoonosis que provocan pandemias como la de la Covid-19
Sin embargo, “mantener sólo unas especies de animales, puede hacer que éstas se conviertan en transmisores de la enfermedad”, añade Bett, mientras que “la abundancia de diversas especies huéspedes de patógenos” puede reducir el riesgo de estas dolencias para los humanos “por efecto dilución”, explica.
En la misma línea se expresa la Organización Mundial de la Salud: “Cuanto más biodiverso es un ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague rápidamente o domine, lo que también reduce su paso de animales a personas”. “Esta es otra importante razón para reconstruir un sistema mundial más amigable con la naturaleza y poner a ésta en el centro de la toma de decisiones”, concluyen los expertos de la OMS.