Cada año, el Black Friday genera un enorme impacto ambiental. La compra de nuevos dispositivos tecnológicos que reemplazan a otros hace que el volumen de basura tecnológica se incremente significativamente con productos desechados que terminan en vertederos. Con el fin de reducir este impacto, ANOVO impulsa el consumo de dispositivos reacondicionados, subrayando que esta opción puede disminuir hasta un 50% las emisiones de CO2, según el Green Alliance Report on Electronics Circular Economy, en comparación con la compra de productos nuevos.
En este sentido, José Pardo, responsable de ESG de ANOVO, pone de relieve que “durante el periodo de Black Friday, implementamos acciones específicas para contrarrestar el impacto ambiental asociado al aumento del consumo tecnológico. Promovemos campañas que incentivan la reparación de dispositivos electrónicos mediante descuentos exclusivos en nuestras tiendas ANOVO care”.
La compañía, además, también desarrolla iniciativas divulgativas para concienciar a los clientes sobre el impacto ambiental de los residuos electrónicos y destaca las ventajas de optar por la reparación. Y, como señala Pardo, “también incentivamos el reciclaje responsable, ofreciendo bonificaciones a quienes entreguen dispositivos antiguos para su adecuado reciclaje, lo que facilita la recuperación de materiales valiosos y contribuye a la reducción de residuos durante esta época de alto consumo”.
Beneficios medioambientales
Aunque el Black Friday fomenta de forma notable el consumo, optar por alternativas sostenibles durante este periodo podría tener importantes beneficios medioambientales. Por ejemplo, como explica el responsable de ASG de ANOVO, la entidad “ha logrado evitar la emisión de más de 80.000 toneladas de CO2 en lo que llevamos de año gracias a la implementación de la economía circular aplicada a los equipos electrónicos”.
En esta línea, añade que centran su estrategia principal en “la innovación dentro del proceso de reparación, mejorando tanto la eficiencia como el porcentaje de éxito”, algo que permite “alargar la vida útil de un mayor número de dispositivos electrónicos”. Y es que, como explica, este enfoque evita “la fabricación de nuevos dispositivos, un proceso que consume grandes cantidades de energía y genera importantes emisiones de CO2. Al prolongar la vida útil de los equipos, reducimos la demanda de recursos naturales y disminuimos la huella de carbono asociada a la extracción, transporte y manufactura de materias primas”.
Gestión de residuos
Además, en términos de gestión de residuos, la compañía ha logrado evitar la generación de alrededor de 1.446 toneladas de desechos, que de otro modo habrían terminado en vertederos, algo que demuestra el potencial que tiene cada acción responsable en la protección del medioambiente no sólo durante el Black Friday, sino durante todo el año.
“Optar por productos reacondicionados es una alternativa sostenible con múltiples beneficios ambientales, principalmente porque contribuye de manera significativa a la reducción de residuos electrónicos y al aprovechamiento eficiente de recursos naturales”, advierte Pardo.
Alternativas sostenibles
Tanto consumidores como empresas desempeñan un papel fundamental en la reducción de la huella de carbono y en la promoción de una economía circular durante todo el año y, especialmente, en momentos de alto consumo como el Black Friday. De hecho, cuentan con diferentes alternativas sostenibles para minimizar su impacto medioambiental sin renunciar a las ventajas de estas jornadas de descuentos masivos.
En el caso de los consumidores, como detalla José Pardo, éstos pueden “optar por productos reacondicionados o de segunda mano. También pueden priorizar la reparación de productos en lugar de reemplazarlos, alargando su vida útil y minimizando residuos. Elegir productos de calidad y duraderos ayuda a reducir la frecuencia de reemplazo y favorecer productos fabricados localmente no sólo apoya a la economía regional, sino que también reduce las emisiones asociadas al transporte”.
Y en el de las empresas, explica que éstas tienen la opción de “adoptar medidas significativas para reducir su impacto ambiental, como rediseñar el embalaje de sus productos utilizando materiales reciclados o biodegradables, contribuyendo a la disminución de desechos”. También podrían, como señala Pardo, mejorar la eficiencia en los procesos de fabricación, algo que permite reducir el consumo energético y los residuos generados; o trabajar con proveedores locales, que fortalece las comunidades locales.
Y es que, tal y como subraya, “al fomentar la reparación, el reacondicionamiento y el reciclaje, las empresas pueden consolidar su compromiso con la sostenibilidad, alineando sus estrategias comerciales con la economía circular”. En definitiva, concluye José Pardo, “convertir el Black Friday en ‘Green Friday’ es una meta alcanzable si consumidores y empresas trabajan juntos para fomentar prácticas sostenibles”.