Tras un lustro desde la firma del Acuerdo de París, únicamente el 10% de las empresas europeas tiene objetivos de emisiones alineados con los objetivos acordados en la COP21. En este sentido, el informe ‘Running hot: accelerate Europe`s path to Paris’ de la organización CDP Europe y la consultora Oliver Wyman afirma que las empresas europeas están muy lejos de cumplir con los objetivos de lucha contra el calentamiento global.
Además, a pesar del impulso positivo hacia la descarbonización que esos planes suponen, su incumplimiento de manera agregada incrementaría el calentamiento global en 2,7 °C, por encima de las metas que se fijaron en esa Cumbre del Clima.
En el caso de España, tal y como destaca la publicación de CDP Europe y la consultora Oliver Wyman, ese ‘desfase’ sería todavía mayor, al sumar 2,9º al calentamiento global en el año 2100, temperatura que solo superarían Bélgica, Reino Unido e Italia, con 3,0°C, respectivamente. En el otro extremo, Suiza, Dinamarca y Suecia serían los países que más se acercan a los objetivos marcados, con incrementos de la temperatura de 2,3ºC y 2,5ºC, respectivamente.
Basado en los datos de casi 1.000 empresas europeas, el estudio pone de manifiesto el esfuerzo realizado por la mayoría de ellas en los últimos años, aunque este no se ha traducido en el resultado esperado y fijado en la Cumbre del Clima de París.
Los autores señalan que se deben poner en marcha medidas urgente para alcanzar las metas establecidas en la COP21. Así lo puso de relieve Pepa Chiarri, Executive Director, Climate & Sustainability de Oliver Wyman Iberia, quien señaló que “Europa se encuentra en un punto de inflexión crítico. Para tener la oportunidad de cumplir el objetivo de París, la economía europea debería reducir el 50% de las emisiones en la próxima década. Asimismo, se estima que al menos el 65% de las empresas deberá estar totalmente alineado a este acuerdo”.
Asimismo, sostuvo que, para alcanzar los objetivos, resulta clave que exista una cooperación sinérgica entre todas las partes implicadas. En este sentido, manifestó que “a nivel europeo y mundial todos los actores deben aunar esfuerzos en una misma dirección, que implique lograr los objetivos del Acuerdo de París”.
Por su parte, Maxfield Weiss, director ejecutivo de CDP Europa, calificó de ‘positivo’ el hecho de que las principales empresas de muchos sectores estén fijando objetivos ambiciosos y reduciendo sus emisiones. “Demuestra que la rápida descarbonización es factible”, apuntó.
Pero también puso énfasis en la necesidad de un mayor compromiso para alcanzar las metas fijadas. “Nuestros nuevos datos muestran que necesitamos muchas más medidas por parte de las empresas y las instituciones financieras para cumplir”, aseguró.
Esfuerzos coporativos
El 56% de las empresas afirma tener ya un plan de transición, porcentaje que se incrementa hasta superar el 70% en el caso de las empresas relacionadas con el sector energético. Así lo resalta el informe que, además, apunta que el 50% de las empresas europeas se ha adherido a la iniciativa Science Based Targets, que examina si los objetivos de emisiones se ajustan al acuerdo climático de París.
Pero también incide en que, pese a los fuertes avances en la reducción de emisiones de carbono por parte de muchas organizaciones en los últimos años, el progreso es desigual: la eficiencia en materia de emisiones del 25% de las empresas con mejores resultados en cada sector duplica la del 25% con peores resultados.
Los esfuerzos por cumplir con los objetivos marcados en la COP21 tampoco están siendo homogéneos en todos los sectores. En el campo del acero y los servicios eléctricos, por ejemplo, los datos muestran que las mejores empresas son hasta cuatro veces más eficientes en materia de carbono que las de menor rendimiento.
Nuevos escenarios
Los autores del informe han elaborado un modelo con tres posibles escenarios para 2030, estableciendo tasas alternativas de aceleración en la fijación de objetivos de las empresas. Sobre esta base, señalan que para limitar el calentamiento global a 1,5 °C sería necesario multiplicar hasta ocho veces el nivel actual de ambición de las empresas europeas en materia de emisiones.
Los escenarios se basan, por un lado, en las puntuaciones del CDP, que dan una indicación general del rendimiento climático actual de una empresa, y, por otro, en las calificaciones de temperatura del CDP, que indican el camino a seguir para controlar la temperatura de las empresas en función de los objetivos de reducción de emisiones.
En este sentido, el estudio destaca el papel clave que desempeñarán los bancos y los inversores en la consecución de los objetivos. Los autores calculan que en un escenario de "aceleración modesta" los bancos podrían tener que ajustar sus carteras de préstamos en un 20-30% para cumplir los objetivos de París.
“Necesitamos que los bancos y los inversores se comprometan más con las empresas para elevar el nivel de divulgación y de acción de modo que aceleremos el camino de Europa hacia París y para que se produzca el Pacto Verde Europeo", señaló Weiss.
En la misma línea, James Davis, socio de Servicios Financieros y responsable de Finanzas Sostenibles en Europa de Oliver Wyman, destacó la necesidad de acelerar el camino en este aspecto. “Muchas de las principales instituciones financieras de la región se han propuesto alinear sus préstamos e inversiones con París, lo que contribuirá a crear un círculo virtuoso: las empresas que se adelanten a la transición deberían tener más facilidad para conseguir capital", señaló.
Las empresas españolas
Cada vez son más las empresas españolas que se suman a la categoría de corporaciones que ponen precio a las emisiones de dióxido de carbono que genera su actividad. Así se desprende de otro informe de CDP, en este caso, ‘Putting a price on carbon’.
En España –y según este estudio–, figuran 45 empresas, ocho más que en el anterior informe, entre ellas, energéticas como Repsol, Enagás o Naturgy; pero también empresas de infraestructuras, como Ferrovial; transportes, como IAG; retail, como Inditex; o bancos, como CaixaBank, Banco Santander, BBVA o Cajamar.
En general, el precio que las compañías examinadas usan como herramienta de medición es, en Europa, de 28 dólares por cada tonelada de CO2. Desde CDP, sin embargo, consideran que las empresas “deberían incrementar el importe”, ya que cada vez más países incorporan dicho mecanismo en su normativa como consecuencia de la mayor presión regulatoria medioambiental.
En el sector financiero, CaixaBank es neutra en carbono desde 2018. En 2020, cerró 56 operaciones de financiación verde entre préstamos y bonos por valor récord de 12.100 millones de euros. Ha reducido un 80% sus emisiones desde 2009, toda la energía que contrata proviene de fuentes renovables y compensa el 100% de sus gases, incluidos los indirectos, entre otras medidas.
Y Banco Santander, por su parte, logró la neutralidad en carbono el pasado año 2020. Según su página web, quieren que su consumo eléctrico sea limpio en 2025 (en 2020 se situaba en el 57%) y se proponen rebajar el 100% de los plásticos innecesarios en sus oficinas.