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Ana López de San Román, directora de Ética, Sostenibilidad y Alianzas de Ilunion

“Debemos buscar la sostenibilidad como compromiso ético más allá del cumplimiento normativo”

La sostenibilidad supone un cambio en la vida de la compañía, en la manera de pensar y de gestionar. Tanto que Ana López de San Román, directora de Ética, Sostenibilidad y Alianzas de Ilunion, subraya la importancia de no reducir la sostenibilidad al mero cumplimiento normativo, e ir más allá entendiéndola como una responsabilidad con la sociedad.

Ana López de San Román, directora de Ética, Sostenibilidad y Alianzas de Ilunion.
Ana López de San Román, directora de Ética, Sostenibilidad y Alianzas de Ilunion.

¿Por qué es crucial que las empresas adopten medidas sostenibles en la actualidad?

Más que hablar de medidas de sostenibilidad hablaría de estrategia. La sostenibilidad supone un cambio en la visión de la compañía, en la manera de pensar y de gestionar.

La sostenibilidad se ha convertido en una licencia para operar, es decir, es algo que necesitamos para estar legitimados ante nuestros grupos de interés y la sociedad. La sostenibilidad legitima y genera confianza. Ahora que se utiliza mucho el término “regeneración” y que, al fin y al cabo quiere decir restablecer, recuperar, renovar, la sostenibilidad puede entenderse o definirse también como una herramienta de regeneración social para recuperar o restablecer aquello que es fundamental para vivir de una manera verdaderamente humana en nuestra sociedad. Y esto no se refiere solo al ámbito ambiental sino también social. 

Por otro lado, es importante no reducir la sostenibilidad al mero cumplimiento normativo. Aunque es cierto que las normas son muy exigentes. Sin embargo, la sostenibilidad ha de ser un modelo de gestión que se adopta desde el convencimiento y desde el compromiso y la responsabilidad con la sociedad. 

¿Es, por tanto, necesario integrarla en la cultura organizacional de las empresas, sean grandes o pequeñas?

Eso es fundamental. Desde mi punto de vista, lo primero que hay que hacer es definir lo que se entiende por sostenibilidad en cada empresa. No es lo mismo en una empresa de servicios que en una industrial. Aunque nosotros hablemos de sostenibilidad entendiendo los criterios marcados (ambientales, sociales y de buen gobierno), hay que definir qué significa y qué implica en cada compañía. De ahí la importancia de integrar la sostenibilidad con la cultura de la compañía y de que configure y moldee de la estrategia. 

Esta definición implica poder mirar todas las áreas de la compañía, todas sus actividades y todas sus operaciones desde la perspectiva de la triple dimensión de la sostenibilidad. No tiene que quedarse en un proyecto o en una línea estratégica. 

"Es necesario integrar la sostenibilidad con la cultura de la compañía y de que configure y moldee de la estrategia"

¿Debe estar involucrada toda la plantilla?

La clave está en el conocimiento, la implicación y el compromiso de todos, de todo el equipo. La dirección y los equipos de sostenibilidad son un poco un catalizadores o  impulsores, pero para lograr los ambiciosos objetivos de sostenibilidad en una empresa es necesaria la colaboración de todos y la integración de los criterios ASG en la toma de decisiones de todas las áreas.

Por ejemplo, con los objetivos ambientales esto es muy claro: si tenemos un compromiso de descarbonización, tendremos que unir fuerzas para que todas nuestras actividades e inversiones estén alineadas con ese objetivo. Es fundamental el rol de la dirección para que verdaderamente sea un compromiso que cuente con recursos de inversión.

¿Falta formación al respecto?

Falta mucha formación, hay una enorme desinformación. Incluso nosotros, como clientes y consumidores, muchas veces no nos creemos la sostenibilidad de las empresas por la  enorme confusión que se genera en torno al propio término. No lo acabamos de entender. 

"Nosotros mismos, como ciudadanos, clientes y consumidores de empresas, también necesitamos contar con formación y con información transparente y correcta"

Además, todo el mundo habla de sostenibilidad, todo el mundo vende sostenibilidad y realmente no sabemos bien ni lo que hay detrás. Insisto, falta mucha formación, información de calidad  y profesionales bien preparados y formados en sostenibilidad. 

Nosotros mismos, como ciudadanos, clientes y consumidores de empresas, también necesitamos contar con formación y con información transparente y correcta.

¿Influyen este tipo de medidas en la reputación y la imagen de la marca?

Su impacto es enorme y cada vez mayor. El tema de sostenibilidad está vinculado con los atributos intangibles de la marca, y, hoy en día, gracias a la publicación de datos e informes, sabemos que el 80% del peso de la marca reside en los atributos intangibles. Todo lo relacionado con la sostenibilidad genera y crea valor reputacional positivo. Al final estamos hablando de confianza, y los criterios ASG generan confianza en nuestros inversores, accionistas, empleados y clientes.

Por eso, es fundamental la coherencia, la credibilidad, hacer lo que uno dice que hace y la transparencia. Cada vez importa más, ya no solo el producto o servicio que ofrezco, sino cómo lo hago, qué hay detrás, qué proveedores me acompañan. Muchas veces se trata de replantear o redefinir cómo hacemos las cosas.

¿Hablamos de rentabilidad?

Pensar en sostenibilidad es pensar a largo plazo, pero siempre tiene un retorno. La visión cortoplacista que solo piensa en resultados inmediatos está muy reñida con cualquier criterio de sostenibilidad. 

"Todo lo relacionado con la sostenibilidad genera y crea valor reputacional positivo"

En temas como la descarbonización, por ejemplo, se deben trazar objetivos a largo plazo, con horizonte 2030/ 2040, pero eso implica dar pasos desde ya siguiendo una estrategia, trazando un camino y tomando decisiones alineadas con ese objetivo. Pero sucede lo mismo en el compromiso de impacto con nuestros grupo de interés, con nuestras comunidades. Son decisiones que a largo plazo tienen un retorno, que se traduce en esa confianza que depositan los grupos de interés en nosotros y en que los empleados o las personas confíen en nosotros y nos elijan como lugar para trabajar. A cada vez más jóvenes les importa vincularse con empresas con propósito, con un compromiso social.

Ya nadie entiende una rentabilidad económica sin una creación de valor social o pensando solo en un grupo de interés, el accionista.

Eso es una ventaja competitiva.

Totalmente, aunque cada vez menos. Antes era un elemento diferenciador pero, actualmente, ya es una licencia para operar, caminamos casi todos en esa dirección. 

En Ilunion, ¿cuál es tu papel?

En Ilunion tengo la suerte de ser la directora de Ética, Sostenibilidad y Alianzas. El nombre del área ya dice mucho también en cómo nosotros definimos la sostenibilidad. La ética es la base y es soporte fundamental de la sostenibilidad como responsabilidad y compromiso con nuestros grupos de interés y con la sociedad.

También formo parte del Comité de Dirección, este es un indicador clave, el lugar que ocupa la sostenibilidad en la toma de decisiones de una compañía, por eso es relevante. 

Contamos con un plan director de sostenibilidad, “el ILUNION Sustainability Way”, que establece la hoja de ruta para los próximos años en materia de sostenibilidad, es decir, los objetivos, proyectos, e indicadores fundamentales. Lo primero que hicimos fue definir muy bien qué es la sostenibilidad. No se trata de cumplir con la norma, es una estrategia, un camino. Se entiende de manera transversal, es decir, está en todas las áreas de la compañía. 

Nosotros no llegamos a la sostenibilidad de una manera reactiva, sino proactiva. Queremos crear valor, generar ese impacto social positivo en todo lo que hacemos, en la manera en la que nosotros operamos. El ILUNION Sustainability Way de la escucha a todos los grupos de interés y de hacerse una pregunta: ¿qué empresa queremos ser y qué queremos legar a la sociedad? Y ese plan tiene el compromiso de ser la palanca para construir un mundo mejor con todos incluidos. 

¿Crees que muchas compañías se enfocan en el entorno y en el buen gobierno, pero se olvidan de las personas?

Cada uno pone el acento en donde considera más adecuado. ¿Qué pasa con la sostenibilidad? Que, a veces, nos quedamos en la parte verde. Pero al hablar de sostenibilidad tenemos que trabajar en la triple dimensión completa, ASG. También el eje social y de bien gobierno. La parte de buen gobierno incluye los Derechos Humanos, el impacto que tenemos tanto de manera interna como externa, el impacto en la cadena de valor o la relación con los grupos de interés.

"La sostenibilidad es un camino de mejora continua, de excelencia, de responsabilidad y siempre va a haber algo que mejorar, por lo que nunca vamos a poder decir que somos sostenibles"

También, a veces se olvida  la ‘S’ de social. Nosotros entendemos la S como “personas-comunidad-sociedad”. En Ilunion siempre empezamos hacia dentro, para nosotros esa S es muy especial, el tema de la inclusión de todas las personas, sobre todo aquellas que a veces lo tienen más complicado y ahí empieza la manera de hacer de Ilunion. Después, las cosas pasan en las comunidades, en los territorios en los que estamos presentes, y tratamos de generar allí impacto social positivo y eso revierte en la sociedad.

¿Es verdad que no existe una empresa 100% sostenible sino que lo que podemos hacer es trabajar camino hacia la sostenibilidad?

Desde la humildad y la honestidad, me atrevo a decir que no sé si se llega a ser alguna vez sostenible. Si nosotros entendemos lo que significa sostenibilidad es un camino de mejora continua, de excelencia, de responsabilidad y siempre va a haber algo que mejorar, por lo que nunca vamos a poder decir que somos sostenibles, pero lo importante es entender que es el camino.