Son notables, y numerosos, los beneficios que una tecnología como la inteligencia artificial puede reportar a la sanidad y, sobre todo, a las personas. Algunos de ellos son la optimización del tiempo de codificación clínica, la priorización inteligente de casos o una mayor precisión y rapidez en el diagnóstico.
Sobre ellos profundiza, precisamente, Carlos Sevillano, director general de ASHO, empresa especializada en servicios de codificación clínica y gestión de información hospitalaria, quien subraya cómo la detección temprana de enfermedades que permite esta tecnología se está traduciendo en tratamientos cada vez más efectivos y en una mejora en la calidad de vida de los pacientes.
En esta entrevista con Soziable, Sevillano profundiza también en las ventajas que aporta a los sistemas de salud la implementación de la inteligencia artificial; enumera los desafíos que han afrontado desde la compañía a la hora aplicar esta tecnología; y vaticina cómo será su futuro en un ámbito como el de la medicina.
- ¿Cómo surgió la idea de integrar la inteligencia artificial en los servicios que ofrece ASHO?
En ASHO siempre hemos apostado por la innovación tecnológica como un medio para optimizar la gestión sanitaria y mejorar la calidad asistencial. En estos más de 30 años de trayectoria, hemos desarrollado todo tipo de softwares (ASHOONE, ASHO-COODE y ASHOINDEX) en la que es nuestra mayor especialidad: la codificación sanitaria.
La idea de integrar inteligencia artificial surgió a partir de la necesidad de hacer más eficiente la gestión clínica, sobre todo en la codificación hospitalaria y la priorización de pacientes. Observamos que, mediante la IA, podíamos analizar grandes volúmenes de datos de manera mucho más rápida y precisa, lo que resultaría en un ahorro de tiempo y recursos, al mismo tiempo que mejoraríamos los procesos de toma de decisiones clínicas.
- ¿Qué beneficios específicos han observado en la eficiencia de los sistemas de salud gracias a la implementación de la inteligencia artificial?
Hemos visto mejoras significativas en varios frentes. Por un lado, la IA nos permite optimizar el tiempo de codificación clínica, logrando que los profesionales sanitarios dispongan de más tiempo para atender a los pacientes en lugar de realizar tareas administrativas. Además, la IA ha facilitado la priorización inteligente de casos y ha contribuido a la precisión y rapidez de diagnósticos, gracias, justamente, a la gestión de grandes volúmenes de datos en tiempos muy cortos.
“La IA nos permite optimizar el tiempo de codificación clínica, logrando que los profesionales sanitarios dispongan de más tiempo para atender a los pacientes en lugar de realizar tareas administrativas”
- ¿Cómo puede la inteligencia artificial ayudar a, por ejemplo, minimizar las listas de espera?
La IA puede ser un recurso clave para reducir las listas de espera en el sector sanitario al mejorar la prevención y la gestión de los pacientes. Desde ASHO, entendemos que uno de los grandes desafíos históricos del sistema de salud ha sido precisamente la saturación de estas listas. La IA tiene el potencial de cambiar esta realidad al analizar grandes volúmenes de datos médicos y detectar patrones que permitan actuar antes de que un problema de salud se agrave. Por ejemplo, el uso de IA para identificar riesgos en pacientes, como en el caso del ictus, permite a los médicos tomar decisiones preventivas que evitan que las condiciones de los pacientes se deterioren, reduciendo la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
- ¿Qué herramientas tecnológicas específicas utiliza ASHO para la priorización inteligente de pacientes?
En ASHO utilizamos herramientas tecnológicas basadas en inteligencia artificial para la priorización inteligente de pacientes, enfocándonos en la codificación clínica avanzada. Estas herramientas permiten procesar historiales médicos, informes y datos en tiempo real para identificar patrones de gravedad, asignar prioridades y ayudar al personal médico en la toma de decisiones. Este sistema, basado en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), ayuda a encontrar patrones en los historiales clínicos, lo que permite anticipar cómo podrían evolucionar los pacientes y tomar decisiones más acertadas sobre la prioridad de los tratamientos.
- ¿Cómo aseguran la precisión y fiabilidad de los datos utilizados por sus sistemas de IA?
La precisión y la fiabilidad son fundamentales para nosotros ya que la salud de los pacientes depende de la calidad de los datos. Para asegurar estos factores, implementamos controles estrictos en la recopilación y el procesamiento de la información y trabajamos con bases de datos sólidas y actualizadas. Además, entrenamos a nuestros sistemas de IA con datos validados clínicamente y sometemos los algoritmos a revisiones periódicas por parte de expertos en salud y tecnología para garantizar que los resultados generados sean fiables y útiles.
- ¿Qué desafíos ha afrontado ASHO en la implementación de la IA en el ámbito sanitario y cómo los han superado?
Uno de los mayores desafíos ha sido la integración de la IA con los sistemas ya existentes de los hospitales, muchos de los cuales son antiguos o no están preparados para la interoperabilidad con tecnologías avanzadas. Para ello, hemos trabajado estrechamente con los departamentos de IT de los hospitales para adaptar nuestras soluciones a sus infraestructuras y garantizar una transición fluida. Paralelamente, ha sido esencial la realización de talleres y formaciones para profesionales, en los que hemos podido superar el escepticismo de profesionales a través del respaldo científico de nuestras herramientas y los beneficios demostrados en el día a día de la profesión.
“La detección temprana permite intervenciones más rápidas y menos invasivas, lo que se traduce en tratamientos más efectivos y en una mejor calidad de vida para los pacientes”
- ¿Cómo está contribuyendo la inteligencia artificial al diagnóstico temprano de enfermedades graves como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardíacas?
La IA está jugando un papel crucial en el diagnóstico temprano, ya que puede analizar grandes cantidades de datos médicos, como resultados de pruebas, imágenes e historiales clínicos, en mucho menos tiempo de lo que llevaría hacerlo manualmente. Esto permite identificar patrones sutiles que pueden ser indicativos de enfermedades graves, como el cáncer o las enfermedades cardíacas, en etapas muy tempranas. Este avance ayuda a los profesionales a tomar decisiones más informadas y a recomendar pruebas adicionales o tratamientos preventivos con mayor precisión y rapidez.
- ¿Qué impacto ha tenido la detección temprana de enfermedades en la calidad de vida de los pacientes?
El impacto ha sido significativo. La detección temprana permite intervenciones más rápidas y menos invasivas, lo que se traduce en tratamientos más efectivos y en una mejor calidad de vida para los pacientes. En casos como el cáncer o las enfermedades cardíacas, la detección precoz aumenta considerablemente las probabilidades de éxito y reduce las complicaciones a largo plazo. Además, al identificar estos problemas en fases iniciales, se reduce la carga sobre los sistemas sanitarios, evitando potencialmente hospitalizaciones prolongadas y tratamientos más costosos.
- ¿Cómo ven el futuro de la inteligencia artificial en la medicina y qué innovaciones esperan implementar en los próximos años?
El futuro de la inteligencia artificial en el sector sanitario es prometedor. Creemos que la IA será cada vez más importante en la toma de decisiones clínicas, no sólo para el diagnóstico y tratamiento, sino también para la gestión integral del paciente, desde la prevención hasta el seguimiento postoperatorio. En ASHO estamos trabajando en seguir desarrollando soluciones que sigan mejorando la calidad y eficiencia de la asistencia sanitaria y la gestión hospitalaria.
- Por último, ¿qué recomendaciones daría a otras organizaciones de salud que están considerando integrar la inteligencia artificial en sus procesos?
Lo más importante es que las organizaciones de salud vean la IA como una aliada; en ningún caso como un reemplazo a los profesionales. La clave está en utilizar la IA para mejorar la eficiencia y precisión de los procesos clínicos, liberando tiempo para que los médicos puedan enfocarse en la atención al paciente. Eso sí, es fundamental invertir en la formación de los profesionales para que puedan sacar el máximo provecho de estas tecnologías y asegurar que los sistemas de IA se integren de forma segura y eficiente con las infraestructuras sanitarias existentes.