
En España, un país rico, el año pasado y solo desde la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) se tuvo que entregar comida a 1.350.000 personas necesitadas. Una cifra que se ve empeorada en la actualidad debido al contexto que vivimos y que está marcado por la crisis sanitaria, la guerra en Ucrania o la subida del IPC, entre otros. Según FESBAL, la escalada de precios que estamos viviendo hará aumentar un 20% las personas que demandarán ayuda alimentaria en 2022, mientras la escasez de alimentos se acrecienta también.
Pedro Castaños, director de Relaciones Internacionales de FESBAL y miembro de la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA), habla para Soziable.es sobre una realidad muy preocupante, que, según la ONU, si no resolvemos pronto, nos enfrentamos a una situación de hambre catastrófica.
- Para contextualizar el trabajo que realizáis en los bancos de alimentos tanto en España como en Europa…Cuénteme, por favor, esta actividad en cifras tanto a nivel nacional como europeo (número de beneficiarios, kilos de alimentos distribuidos, trabajadores…)
Los Bancos de Alimentos en España son organizaciones independientes que cubren todo el territorio. En total, hay 54 bancos que forman parte de FESBAL. Estamos hablando de un total de 1.350.000 beneficiarios en 2021, pasando del millón en 2019. El año pasado se repartieron en torno a 180 mil toneladas de alimentos. Es decir, cada uno de los beneficiarios recibió 130 kg de alimentos, lo que supone un tercio de sus necesidades alimenticias anuales.
Cada uno de los beneficiarios de FESBAL recibió en 2021 130 kg de alimentos, lo que supone un tercio de sus necesidades alimenticias anuales.
Esta labor en España se hace gracias a los voluntarios. El 85% son voluntarios. Nosotros no entregamos directamente los alimentos a los beneficiarios finales, si no a través de organizaciones benéficas, muy diversas entre ellas. Cualquier persona necesitada puede demandar alimentos y puede recibirlos.
Igual que ocurre en España, los Bancos de Alimentos de 29 países europeos estamos federados en FEBA (Federación Europea de Bancos de Alimentos). El año pasado, FEBA repartió 907.280 toneladas de alimentos, atendiendo a 11,8 millones de personas más necesitadas. Entre las federaciones más importantes a nivel europeo se encuentran: Alemania, España, Italia y Francia, aunque también llegan a países como: Estonia, Lituania o Moldavia, que, en estos momentos, desgraciadamente, han adquirido una importancia mucho mayor que en su momento tenían.
- Actualmente vivimos un contexto marcado por la crisis sanitaria, la guerra en Ucrania, la subida del IPC… ¿Está afectando esta situación a las donaciones a las entidades sociales?
Está afectándolas mucho. En primer lugar, la crisis del COVID provocó un incremento muy importante de las necesidades (personas en ERTEs, disminución de ingresos de autónomos, trabajos eventuales perdidos, economía sumergida), al tiempo que se dificultaba mucho la labor de los voluntarios que, en nuestro caso, son, en su mayor parte, personas jubiladas.
La crisis del COVID provocó un incremento muy importante de las necesidades
Sin embargo, la sociedad española reaccionó de una manera muy solidaria y las donaciones de alimentos o dinerarias crecieron de forma importante. Mientras, en 2021 y 2022 estamos asistiendo a cierto agotamiento y reducción de las donaciones.
En 2021 y 2022 estamos asistiendo a cierto agotamiento y reducción de las donaciones.
- Según previsiones de FESBAL, la escalada de precios que estamos viviendo hará aumentar un 20% las personas que demandarán ayuda alimentaria en 2022. Y si tenemos en cuenta que las donaciones se están viendo mermadas, ¿qué planteamiento se hace por parte de los bancos de alimentos para hacer frente a esta demanda?
Desgraciadamente, no tenemos una solución mágica. Estamos redoblando los esfuerzos para conseguir más alimentos potenciando nuestra capacidad de captación, pero, al final, nosotros repartimos lo que la sociedad nos entrega y lo que podemos recuperar de excedentes alimentarios. Probablemente, terminaremos el año entregando menos alimentos por persona de los que entregamos en 2021.
Probablemente, terminaremos el año entregando menos alimentos por persona de los que entregamos en 2021.
- Ante este nuevo escenario de emergencia social, recientemente Fundación “la Caixa” y Caixabank han vuelto a activar la campaña ‘Ningún Hogar sin Alimentos’, a favor de FESBAL. ¿Cómo está respondiendo la ciudadanía?
La campaña de Fundación “la Caixa” ha sido siempre una de las que más donaciones consigue. El año pasado superó 1.200.000 euros donados por los clientes más una cantidad semejante que entrega la propia organización. Este año aún es pronto para responder, pero las cantidades a la fecha están siendo importantes.
- El Gobierno destinó 86 millones de euros para el suministro de alimentos del Programa de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas en 2022. La primera fase de este programa, de hecho, se está realizando ahora… Una ayuda que viene en el mejor momento… ¿A cuántas familias se prevé que alcancen estos fondos?
Los beneficiarios de este programa suelen rondar 1.300.000 personas que reciben alimentos tanto a través de los Bancos de Alimentos como de Cruz Roja.
- Ya no solo hablamos de España. La invasión de Ucrania amenaza con desatar una crisis alimentaria mundial sin precedentes. Según la ONU, desde que estalló la guerra la comida se ha encarecido un 17%, y si este conflicto no se resuelve pronto, nos dirigimos a una situación de hambre catastrófica. ¿Cuáles son las posibles soluciones?
La situación se va a convertir en desastrosa en muchos países. Las acciones para intentar atemperarla pasan por incrementar la ayuda internacional, pero también por mejorar la asistencia a las personas más necesitadas dentro de nuestros países.
La situación se va a convertir en desastrosa en muchos países.
- ¿Cómo se está organizando FEBA ante estas previsiones?
A los pocos días de comenzar la invasión de Ucrania, FEBA creó, por una parte, un Comité de Crisis reasignando a miembros de la oficina central y con miembros de la Junta Directiva. Su objetivo es canalizar las acciones de los diferentes Bancos de Alimentos de los países europeos para ayudar a las personas afectadas.
También destinó dinero de sus reservas para ayuda inmediata a las personas afectadas, solicitó dinero a sus miembros, y creó una cuenta para recibir donaciones individuales y de empresas destinadas a ayudar a las personas necesitadas.
Con ese dinero se ha canalizado la ayuda enviando alimentos, comprados en los países limítrofes al Banco de Alimentos de Ucrania y se ha apoyado a los Bancos de Alimentos de los países que están recibiendo más refugiados, como Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Moldavia. A estos Bancos se les ha enviado tanto dinero para la compra local de alimentos como ayuda para material logístico, furgonetas, transpaletas, etc.
En un principio, resultó difícil introducir alimentos en Ucrania, pero parece que la situación en este sentido ha mejorado.
- ¿Cómo actúa FESBAL desde el área de Relaciones Internacionales en este sentido?
En FESBAL se reaccionó desde la primera semana. Se valoró el coste del transporte directo de alimentos, pero era demasiado alto y el Comité Directivo decidió que era mejor realizar el apoyo monetario.
Se envió dinero de la Reserva para Emergencias recién creada (300.000 euros), junto con un dinero aportado por la Fundación Reina Sofía (30.000 euros adicionales).
Asimismo, se abrió una cuenta específica para recoger dinero de donaciones para ayudar a las personas afectadas por la guerra. Hemos podido enviar hasta ahora unos 200.000 euros más. Hay que destacar que toda esta ayuda la canalizamos a través de FEBA.
Independientemente de las acciones de FESBAL, algunos Bancos de Alimentos han organizado viajes en los que han enviado alimentos y, en algún caso, han vuelto con refugiados.
- En estos momentos de crisis y emergencia social, toda ayuda inmediata es fundamental, pero también hay que mirar a largo plazo. ¿Qué estrategias tenéis planteadas desde organizaciones como la vuestra?
Los Bancos de Alimentos nacieron como un modelo para luchar contra el desperdicio alimentario. Desgraciadamente, en muchos países, se ha debido incrementar ese objetivo con el de la lucha contra el hambre.
Hoy se produce más que comida suficiente para alimentar correctamente a toda la población.
Hoy se produce más que comida suficiente para alimentar correctamente a toda la población. Es la lucha contra el desperdicio y en la correcta distribución de los alimentos en las áreas en la que más podamos avanzar en el futuro desde una organización como la nuestra.
- Después de la crisis alimentaria de 2008 y 2011, los gobiernos de los países ricos y la propia UE se comprometieron a luchar contra este tipo de prácticas especuladoras, pero la realidad es que seguimos igual. De hecho, la ONU sobre seguridad alimentaria ha afirmado que los gobiernos han fallado ¿Qué demandas proponéis a las administraciones para paliar este problema?
Creo que la sociedad no somos conscientes de la magnitud del problema, ni la sociedad ni las administraciones.
En España, un país rico, el año pasado y solo desde FESBAL se tuvo que entregar comida a 1.350.000 personas necesitadas. Pensamos que las administraciones deben realizar más esfuerzos y dedicar recursos a resolver este problema. Por una parte, económicos, pero también con leyes que favorezcan las donaciones, que luchen contra el despilfarro de comida y que incentiven las donaciones.