
Cuando estalló la crisis del coronavirus en España, el grupo L'Oréal decidió readaptar su fábrica internacional ubicada en Burgos para producir gel hidroalcohólico y donarlo a administraciones públicas y clientes como farmacias, hipermercados y supermercados. De esa fábirca han salido ya centenares de miles de unidades de gel en cuyo envase se puede leer “No hay nada más bello que lo que estáis haciendo por nosotros”, dirigido a quienes están combatiendo el Covid-19 desde primera línea. Según el director de Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad de L'Oréal España, Íñigo Larraya, una decisión de este tipo surge de forma natural. "El papel de las empresas en la sociedad es esencial y lo vemos claramente en ocasiones como esta", dice durante la charla que ha mantenido con Soziable.es todavía confinado en su domicilio.
Videoentrevista íntegra:
"La crisis ha sido una oportunidad magnífica para entender el valor que las empresas tienen que aportar a la sociedad"
Empresas de todos los tamaños y sectores han reaccionado con medidas de responsabilidad social para paliar los efectos de la emergencia sanitaria. ¿Es esta la hora de la responsabilidad colectiva, también empresarial?
Ha sido una oportunidad magnífica para entender el valor que las empresas tienen que aportar a la sociedad. Que ese concepto, espero que obsoleto ya, de la simple maximización de beneficios para los accionistas se ha superado para ver cómo las empresas son necesarias, igual que lo es el sector público y el tercer sector, y demuestran una flexibilidad y una agilidad a la hora de reaccionar muy valiosas.
En esas reacciones hemos visto a empresas que incluso han cambiado sus modelos de producción para ponerse a fabricar material sanitario.
En nuestro caso tenemos una fábrica internacional en Burgos que se adaptó en tiempo récord. En pocas semanas, de no producir nunca un gel hidroalcohólico se creó la fórmula, se aprobó, se consiguió el envase y sobre todo se consiguió adaptar todas las líneas para poner a disposición del Gobierno con urgencia esas cantidades, ya vamos creo que por 750.000 unidades, que hemos donado a hospitales, a residencias o a centros de atención primaria. También hemos visto en L’Oréal cómo se han volcado las diferentes marcas, desde las que tenemos en cosmética activa dedicadas a la farmacia, para donar cremas, geles, etc., a marcas como Garnier, que han donado 200.000 geles a empleados de nuestros clientes, supermercados e hipermercados, para garantizar su seguridad en el trabajo. En fin, es valioso ver cómo se moviliza toda la compañía en un plan integral para aportar lo máximo posible a la sociedad.
¿Cómo es el proceso de decisión para adaptar una fábrica como la de Burgos en tiempo récord y comenzar a producir gel hidroalcohólico para donarlo a las administraciones públicas?
Pues en este caso se abordó tan rápido que no fue un proceso de decisión ni jerárquico ni burocratizado. Desde el Comité de Dirección en París se vio claramente la oportunidad de dónde podíamos aportar más. Al final somos productores de cosméticos y esta era la manera más útil que veíamos de aportar y la decisión fue muy rápida, porque en cuestión de dos semanas se habían adaptado las fábricas, no solo la de España sino muchas otras en el mundo. Fue resultado de preguntarnos cómo podíamos contribuir mejor a afrontar esto, siendo conscientes de que todos debemos aportar y esta es la mejor manera que nosotros tenemos de hacerlo.
¿Una decisión de este tipo sería imposible de tomar si los criterios de responsabilidad social no están en los Comités de Dirección?
Sí, en L’Oréal tenemos a nuestra directora de Responsabilidad Corporativa mundial, que es vicepresidenta ejecutiva de la compañía, y ella ha sido uno de los ejes principales de la toma de estas decisiones.
"Tenemos grandes clientes pero también pequeños, como pueden ser peluquerías y farmacias, que no disponen del músculo financiero de una gran compañía y debemos estar cerca de ellos"
L’Oréal lanzó desde el primer momento de la crisis un Plan de Solidaridad contra el Covid-19. ¿Cuáles son las medidas más destacadas de este plan?
Es un plan de solidaridad con todos y también de adaptación. El primer eje era la seguridad para los diferentes colectivos que integran nuestros trabajadores, asegurando la seguridad y el empleo para todo el mundo. Otro eje fue la solidaridad, con acciones como las que hemos comentado, y también con el apoyo a clientes y a proveedores. Por ejemplo acelerando los pagos a estos últimos que estuvieran necesitados de tesorería y retrasando cobros a clientes para facilitar que sus negocios puedan subsistir. Tenemos grandes clientes pero también clientes pequeños, como pueden ser peluquerías y farmacias, que no disponen del músculo financiero de una gran compañía y debemos estar cerca de ellos. Y por último, es adaptarnos a esta situación que ha cambiado tanto los procesos.
¿Piensas que la pandemia acelerará la implantación de la responsabilidad corporativa en las organizaciones?
Creo que sí, que de aquí vamos a salir con la conciencia más activa que nunca sobre la necesidad de colaborar entre empresas, entre el sector público y privado, y sobre cómo tener los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más presentes en el mapa. Vemos cómo la pandemia está causando estragos en las desigualdades que ya existían, y ahí hay ODS como el 1, el del fin de la pobreza, que habrá que activar más. Y en el lado del medio ambiente, hay estudios científicos que sugieren que la acción del ser humano en el planeta tiene un efecto claro en este tipo de pandemias. Aunque ahora todos estemos en el corto plazo para solucionar esta crisis, yo espero que de aquí la conciencia colectiva haga que la sostenibilidad cobre más importancia que nunca.
"Estamos en el momento de preguntarnos cómo vamos las empresas a contribuir a la regeneración de los ecosistemas y a aportar a la sociedad más allá de nuestra actividad"
¿Cuáles serán las prioridades en L’Oréal en materia de sostenibilidad durante los próximos años?
Estamos a punto de comunicar nuestros objetivos para 2030, aún no los puedo desvelar, pero sí puedo decir que van a ir mucho más allá de mirar nuestra actividad propia. Estamos en el momento de preguntarnos cómo vamos las empresas a contribuir a la regeneración de los ecosistemas, a aportar a la sociedad más allá de nuestra actividad y en nuestro caso vamos a poner mucho foco en eso, obviamente persiguiendo los ODS, nosotros actuamos en 14 de los 17. E incidiremos en el cambio de hábitos de consumo, porque si no los cambiamos, si no cumplimos el ODS 12, muy difícilmente podremos acercarnos al resto. Pronto, seguramente a finales de junio, comunicaremos estos objetivos a 2030 que son muy muy ambiciosos.
Sin desvelarlos, ya que no puedes, ¿en esos objetivos ha influido de alguna manera esta crisis?
Los objetivos en concreto no, quizás nos ha hecho reforzar un poquito más la parte social. Sabemos que los efectos del cambio climático se traducen en desigualdades, en pobreza, pero a veces disociamos el medio ambiente de lo social, cuando está íntimamente relacionados. Esta pandemia quizás nos hace poner aún mayor foco en la parte social, en cómo podemos contribuir para que el mundo no sea cada vez más desigual. Está claro que la sostenibilidad es el camino y que quien no lo recorra, quien no coja esta avenida va a ser muy difícil que sobreviva más de 100 años como llevamos nosotros.