La asociación Perros y Letras es, desde 2013, el representante oficial en España del programa internacional R.E.A.D. (Reading Education Assistance Dogs), un proyecto pionero en la introducción de perros en colegios y otros espacios educativos que pretende mejorar las habilidades lectoras de los escolares. Y, en el marco de esta iniciativa, desarrolla su actividad en colegios, institutos, bibliotecas, centros de mayores y de menores y en centros penitenciarios de ocho provincias españolas. Hasta el momento, más de 5.000 personas han aprendido y disfrutado con los conocidos como ‘perros de lectura’.
Sobre la actividad de Perros y Letras, precisamente, Soziable.es ha conversado con su directora, Elena Domínguez, quien también es instructora R.E.A.D. y coordinadora de los diferentes equipos de la asociación en Madrid. Y, por si fuera poco, además, forma equipo R.E.A.D. con sus perros Bea y Ro Ro.
A lo largo de esta entrevista, Domínguez, detalla cuáles son los beneficios que aporta a la sociedad la asociación que dirige, con qué colectivos específicos trabajan en la actualidad, qué requisitos son necesarios para formar un equipo R.E.A.D. y, por supuesto, cómo se puso en marcha en España un programa como Perros y Letras.
- ¿Cómo fueron los orígenes de Perros y Letras y cómo ha sido su evolución hasta ahora en nuestro páis?
Perros y Letras es la asociación representante oficial en España del programa internacional R.E.A.D. desde 2013. En un principio, iniciamos lecturas en bibliotecas y colegios de la Comunidad de Madrid y, desde entonces, hemos sumado ocho provincias más al proyecto lector, que actualmente desarrollamos en colegios, institutos, bibliotecas, centros de mayores y de menores, prisiones... donde más de 5.000 personas han aprendido y disfrutado con nuestros perros de lectura.
- ¿Con qué vías de financiación y apoyos cuenta esta iniciativa?
Contamos con el apoyo de entidades públicas (el Ministerio de Cultura, la Generalitat de Catalunya y las Concejalías de Educación o de Cultura de Tres Cantos, Fuenlabrada, Colmenar Viejo, Zaragoza y otros ayuntamientos de diferentes provincias) y privadas (Fundación Dingonatura, Obra Social “la Caixa”, Bernard Sunley Foundation…).
Los ‘perros de lectura’ deben ser muy sociables, deben buscar el contacto con la gente y disfrutar con ello
- ¿Quiénes son los responsables de escoger a los participantes en este tipo de terapia y qué criterios se siguen?
Son siempre los centros los que seleccionan a los participantes. Puede ser alumnado con necesidades especiales, incluyendo altas capacidades, dificultades de aprendizaje, riesgo de exclusión o vulnerabilidad, escaso conocimiento del castellano y con necesidades de apoyo o soporte emocional.
- ¿Cómo se componen y qué características tienen los equipos de Perros y Letras?
Cada equipo R.E.A.D. está compuesto por un perro y su dueña. La mayoría somos psicólogas, profesoras, maestras, técnicas en Terapia Asistida con Animales…
- Y los perros de terapia, ¿cómo se seleccionan? ¿Deben tener alguna característica específica en cuanto a personalidad y comportamiento?
Se trata de perros de familia, es decir, perros con los que conviven cada día. Todos los perros, junto a sus dueñas, han de evaluarse cada dos años para comprobar que mantienen su idoneidad como equipo de lectura. Examinamos el vínculo entre el animal y su dueña, el temperamento del perro y su nivel de obediencia. Los perros deben ser muy sociables, deben buscar el contacto con la gente y disfrutar con ello. La estabilidad en el carácter también es una característica muy valorada.
- Pero ¿necesitan un adiestramiento específico diferente al de otros perros de asistencia?
Necesitan practicar la permanencia en la manta de lectura. Por ello deben ser perros que disfruten con una actividad tan tranquila y calmada. Porque, además, su bienestar es prioritario.
- En Perros y Letras pusieron en marcha el programa ‘Mayores Muy Conectados’. ¿En qué consiste esta iniciativa?
Este programa lo desarrollamos en la pandemia y en el año posterior, en 2021, en el que leíamos online con los mayores institucionalizados con el fin de evitar riesgos sanitarios. Ellos se conectaban mediante ordenador o tablet y leían online al perro que escuchaba a través de la pantalla y al que estaban toda la sesión contemplando. Nuestro objetivo era que pudieran empezar a normalizar sus vidas, retomando actividades y reanudando el contacto con el exterior, de una forma 100% segura.
El contacto con el perro siempre aporta calidez y bienestar a las personas lectoras
- ¿Hay diferencias entre las sesiones y terapias destinadas a las personas mayores y aquellas dirigidas a los niños?
Las diferencias estriban en los objetivos que nos marcan los centros. Para los mayores, están más orientadas a paliar déficits cognitivos. En escolares, se busca más el apoyo curricular. Pero coinciden ambas en la necesidad de aportar un soporte emocional y en la apertura comunicativa, abriendo nuevas vías para la interacción social y las relaciones.
- En líneas generales, ¿qué aporta esta asociación a problemas acuciantes de la sociedad actual como, por ejemplo, la soledad en los mayores y otros colectivos vulnerables?
El contacto con el perro siempre aporta calidez y bienestar a las personas lectoras. Les permite evocar recuerdos agradables (sobre sus propios perros, su infancia…). El perro no les juzga, no les critica, siempre está atento a la lectura y dispuesto para una caricia.
Lo que suelen transmitirnos las personas mayores y el resto de lectores es que se sienten escuchados, que quizá es la clave para sentirse más acompañados. Además, en entornos muy jerarquizados y deshumanizados, como las prisiones, la presencia del perro transmite una sensación de normalidad, que puede recordar lo que existe tras las rejas.
- De cara al futuro, ¿cuáles son sus planes y objetivos? ¿Tienen previsto ofrecer este tipo de terapias a otras personas y colectivos en situación de vulnerabilidad?
Actualmente, hemos ampliado nuestro grupo de personas beneficiarias y leemos en centros penitenciarios de Madrid y Cataluña, con personas presas muy vulnerables (internos con problemas de salud mental, adicciones…). Son mujeres y hombres con doble estigma (por su condición de presos y por su enfermedad mental o abuso de sustancias) y, por tanto, con mayor rechazo social.