Los problemas derivados de la pobreza energética que afectan a muchas familias españolas suelen venir acompañados, en numerosas ocasiones, de unos bajos ingresos, algo que agrava la desigualdad y perjudica el bienestar social en general. En concreto, según un informe sobre el Estado de la Unión de la Energía de 2024, publicado por la Comisión Europea en septiembre, hasta un 20,8% de los hogares españoles no pudo mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el invierno pasado, una cifra que dobla la media europea (10,6%).
Además, la estimación de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) es aún más contundente y muestra que el 27,5% de los hogares españoles se ve en esta situación durante los meses fríos.
Ante esta situación, como detalla a Soziable Guillermo Muñiz, director comercial de Sto Ibérica, “proponemos varias soluciones para mejorar la eficiencia energética de los edificios, centrándonos especialmente en la rehabilitación energética del parque inmobiliario existente”.
En concreto, desde la compañía, proponen una serie de soluciones clave, que se centran en la rehabilitación de los edificios existentes para mejorar su eficiencia energética; impulsar el programa de ayudas para la actualización energética del parque edificatorio; implementar tecnologías de eficiencia energética; fomentar el autoconsumo con placas fotovoltaicas; concienciar y educar sobre eficiencia energética; y lograr el compromiso de las empresas de la construcción con la pobreza energética.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, casi el 58% de los edificios actuales se construyó sin ningún tipo de normativa de eficiencia energética, lo que, para Muñiz, significa que “muchas viviendas no están bien aisladas”. A este respecto, apunta que “mejorar el aislamiento térmico en fachadas, por ejemplo, a través de soluciones como los sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE) o fachadas ventiladas, ayudaría a conseguir un ahorro de hasta el 60% en la factura energética”.
Ayudas y subvenciones
En relación con las ayudas y subvenciones que facilitarían la implementación de soluciones de eficiencia energética en los hogares más vulnerables, Muñiz cree que es esencial simplificar el acceso a éstas y, sobre todo, “agilizar los trámites y ampliar la cobertura económica, asegurando que lleguen efectivamente a las familias en situación de pobreza energética”.
Al mismo tiempo, el responsable de Sto también considera imprescindible que las empresas de la construcción “se involucren activamente en la lucha contra la pobreza energética y colaboren con las administraciones públicas para garantizar que las mejoras energéticas lleguen a los hogares más vulnerables”.
Tecnologías y autoconsumo
El impulso del autoconsumo es otra de las claves que propone Sto para reducir la pobreza energética. En este sentido, Guillermo Muñiz cree que “fomentar el uso de energías renovables mediante la instalación de soluciones como placas fotovoltaicas en viviendas reduciría significativamente la dependencia de los hogares a los precios del mercado energético”.
Pero también consideran necesaria la instalación de tecnologías de eficiencia energética, ya que, como recuerda Muñiz, “tecnologías como calderas eficientes, bombas de calor, iluminación LED y sistemas de control inteligente también ayudarían a optimizar el consumo y reducir el desperdicio energético, aliviando la carga financiera de los hogares y contribuyendo a la sostenibilidad energética nacional”.
Concienciación y educación
Y, por último, también resultan vitales en la lucha contra la pobreza energética la concienciación y la educación. A este respecto, desde Sto señalan que, en la actualidad, “muchos hogares desconocen las prácticas y ajustes básicos que pueden reducir su consumo energético: desde el correcto uso de electrodomésticos y el ajuste de la calefacción, hasta la instalación de soluciones óptimas como el SATE y la fachada ventilada”.
En este sentido, Guillermo Muñiz recuerda que, desde la compañía, “proponemos la creación de programas de educación ciudadana para capacitar a los usuarios sobre cómo mejorar la eficiencia en sus hogares”, algo en lo que, como explica, “es fundamental la implicación de las empresas de construcción en programas de formación y sensibilización sobre el uso eficiente de la energía y la importancia de la rehabilitación sostenible de edificios”.