¿Qué aporta el ladrillo a la sociedad?
El ladrillo es mucho más que un material de construcción; es una pieza que forma parte de nuestra historia y nuestra vida cotidiana. Desde las primeras civilizaciones, ha contribuido a crear espacios seguros, cómodos y duraderos, siendo sinónimo de hogar y protección. Además, su aportación no es solo funcional, también es un material sostenible, versátil y altamente eficiente, que se adapta a las necesidades de las sociedades modernas.
Hoy, en un contexto donde la sostenibilidad es esencial, el ladrillo sigue marcando la diferencia. Nuestro ladrillo ecológico, por ejemplo, está diseñado para conseguir emisiones reducidas de CO2 y mejorar la calidad del aire interior en los edificios, garantizando a su vez la generación de residuos en los procesos de fabricación. En definitiva, el ladrillo aporta soluciones reales a los desafíos globales y contribuye a construir un futuro más sostenible.
¿Resulta difícil vender un elemento que pese a no ser mediático es imprescindible en nuestra vida?
Es cierto que el ladrillo no es protagonista mediático, pero, aunque a veces pase desapercibido por ser un elemento con una larga tradición, su importancia es incuestionable. Muchas veces, los materiales constructivos más esenciales resultan evidentes, pero son los que garantizan la seguridad y la eficiencia de los espacios donde vivimos y trabajamos.
En La Paloma Cerámicas, lo vemos como una oportunidad para reivindicar su valor. Nuestros productos no solo cumplen con las expectativas del sector, sino que también sorprenden por su innovación, diseño y sostenibilidad. De hecho, el ladrillo puede ser tan llamativo como funcional: su estética y su capacidad para integrarse en cualquier entorno arquitectónico son atributos que nos permiten conectar con arquitectos, constructores y usuarios finales.
“El ladrillo es mucho más que un material de construcción; es una pieza que forma parte de nuestra historia y nuestra vida cotidiana”
¿Qué les ha empujado a crear el primer ladrillo ecológico de Europa?
Nuestra responsabilidad como empresa líder nos impulsa a buscar soluciones que tengan un impacto positivo en el sector, las personas y en el medioambiente. La construcción es una de las industrias más intensivas en recursos, y con el ladrillo ecológico queríamos dar un paso adelante para contribuir a la descarbonización y desarrollar un material específico que pudiera reducir las emisiones de carbono de los edificios.
Este producto es el resultado de años de investigación y desarrollo, y refleja nuestro compromiso con la innovación y el bienestar de las personas.
¿Este ladrillo cambia el concepto de su definición?
El ladrillo ecológico redefine lo que entendemos por sostenibilidad en la construcción. No solo se produce en plantas basadas en la circularidad de los procesos y materiales, con emisiones mínimas; sino que también está fabricado con materias primas de bajas emisiones y no emite compuestos orgánicos volátiles (COVs), lo que mejora la calidad del aire interior de los edificios.
Además, su diseño optimiza el uso de recursos en obra: requiere un 49% menos de mortero, tiene un 22% menos de peso por metro cuadrado y reduce las unidades necesarias por metro cuadrado en un 36%. Estas mejoras no solo son favorables para el medioambiente, sino también suponen un beneficio para los profesionales del sector, al facilitar la instalación y reducir los costes.
“El ladrillo ecológico redefine lo que entendemos por sostenibilidad en la construcción”
¿Considera clave para la supervivencia del ladrillo que evolucione hacia la sostenibilidad y se convierta en un material de construcción amigable?
Sin duda. La sostenibilidad es el camino, no solo para el ladrillo, sino para toda la industria de la construcción. Como material, el ladrillo tiene un ADN naturalmente sostenible: es duradero, eficiente y de origen 100% natural. En La Paloma Cerámicas, hemos elevado ese estándar con el desarrollo de soluciones que reducen la huella de carbono, mejoran el aislamiento térmico y contribuyen a edificaciones más saludables. El futuro del ladrillo pasa por combinar sus cualidades tradicionales con innovación sostenible, y ahora mismo estamos liderando ese cambio.
¿Es compatible conseguir un ladrillo ecológico, estético y económico?
No solo es compatible, sino que es necesario. Nuestro ladrillo ha demostrado que es posible, combinando estética, funcionalidad y sostenibilidad. Reducimos las emisiones de CO2 sin comprometer el diseño ni la calidad, ofreciendo un producto competitivo en términos económicos, sobre todo, si tenemos en cuenta que su vida útil es superior a 150 años. Este equilibrio ha sido posible gracias a décadas de experiencia, inversiones en I+D+i y un compromiso inquebrantable con la mejora continua.
¿Qué medidas adicionales están tomando para reducir la huella de carbono en su proceso de fabricación?
Estamos comprometidos con minimizar nuestro impacto ambiental y, para ello, hemos implementado diversas medidas concretas. En primer lugar, hemos modernizado nuestras fábricas incorporando tecnología puntera que garantice una alta eficiencia energética y nos permita optimizar el consumo y reducir el desperdicio. Además, hemos integrado el uso de energías renovables en nuestros procesos de fabricación, asegurándonos de que nuestras operaciones sean más limpias y respetuosas con el medio ambiente.
Por otro lado, apostamos por la economía circular, recuperando y reutilizando los residuos que se generan durante la producción, garantizando que el proceso sea prácticamente libre de desechos. También invertimos continuamente en I+D+i para diseñar y fabricar productos más sostenibles, como el ladrillo ecológico. Nuestra visión es liderar un cambio positivo hacia un sector de la construcción más sostenible y responsable, alineado con las necesidades medioambientales del futuro.
“Nuestro ladrillo ha demostrado que es posible, combinando estética, funcionalidad y sostenibilidad”
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta actualmente la industria de los materiales de construcción?
Avanzar hacia una construcción más sostenible y eficiente. El sector debe reducir drásticamente su impacto ambiental, ya que representa el 37% de las emisiones globales de CO2 y genera el 30% de los residuos del planeta. Además, hay una creciente necesidad de materiales que combinen estética, funcionalidad y respeto por el medioambiente.
Otro reto es fomentar la innovación y eficiencia sin comprometer el patrimonio estético para preservar el legado arquitectónico que, como país, nos caracteriza. En La Paloma Cerámicas, trabajamos para liderar este cambio, ofreciendo productos que no solo cumplen con las normativas, sino que también anticipan las necesidades futuras del mercado.
¿Cómo ve el futuro del sector de la construcción en los próximos 10 años y cuál será el papel de La Paloma Cerámicas en él?
Estará marcado por la sostenibilidad, la industrialización y el I+D+i. La construcción industrializada será clave para acelerar los plazos y optimizar recursos, mientras que el I+D+i permitirá desarrollar procesos para una mayor precisión y eficiencia en los proyectos.
En este contexto, desde La Paloma Cerámicas seguiremos explorando las posibilidades del ladrillo para ofrecer soluciones innovadoras como nuestro sistema de fachada IRIS, nuestros avanzados sistemas Termoklinker y Frontiss Brick o el ladrillo ecológico, que marcan un nuevo estándar en eficiencia y sostenibilidad. Nuestro compromiso es claro: construir un futuro más responsable, duradero y consciente, manteniendo siempre la excelencia que nos caracteriza.