Ignacio Sánchez Villares suele hablar con claridad y no se esconde en las palabras. Dice llanamente lo que piensa con argumentos muy meditados: son fruto de una larga experiencia como alto directivo. En estos meses no se ha confinado en casa porque le parece "un poco jeta" protegerse en el hogar mientras hay trabajadores de Leroy Merlin al pie del cañón. "Yo soy el capitán del barco y no abandono el timón", afirma rotundo. Critica la forma en que los líderes mundiales han gestionado la pandemia, "no se puede hacer peor", asegura, pero cree en las personas, y afirma estar seguro de que esta catástrofe ha sacado lo mejor de la sociedad. Durante estas semanas ha dado la cara ante sus trabajadores a través de vídeos en los que le ha tocado hablar de pérdidas millonarias y trasladar datos que nunca hubiera deseado. Pero también se ha grabado metiendo la cabeza en un cubo de harina o improvisando una escena de 'La casa de papel'. "Hay que hacer un poco el gamberro", dice, para que la gente se divierta y no la atenace el miedo y la incertidumbre.
Videoentrevista íntegra:
"Todo el mundo ha dado lo que podía e incluso más, sin mirar el dinero porque en esta situación no tienes ni tiempo de cuantificar lo que estás donando, es que no te paras ni a pensarlo"
Leroy Merlin acaba de abrir sus tiendas siguiendo las medidas de seguridad que marcan las autoridades. Habéis anunciado ser la primera empresa española en contar con un certificado de Espacio Covid Protegido. ¿En qué consiste esta certificación?
Hemos abierto solamente 400 metros cuadrados para cliente particular y hemos abierto el 70% de las tiendas para cliente profesional. Por tanto nuestro impacto en cifras de venta es muy grande. Sobre el Espacio Covid Protegido buscábamos una certificación con una empresa solvente y hemos iniciado ya varios protocolos de limpieza. Nuestro objetivo es que la gente se encuentre segura, tenemos que convivir con este virus, esto no se va a pasar en junio ni en julio, así que la sociedad tiene que aprender a vivir con él. Creo que se ha gestionado todo de forma muy complicada. Si viendo lo que estaba pasando en China hubiéramos tomado medidas con meses de antelación, invirtiendo en dimensionar los hospitales y explicándole a la gente lo que es el Covid, que no es una gripe ni un catarrito, pues la gente hubiera tenido un mayor nivel de responsabilidad y el impacto en la economía, que va a ser brutal, hubiera sido mucho más bajo y seguramente hubiera muerto menos gente.
¿El Comité de Dirección de Leroy Merlin no ha estado confinado en casa este tiempo?
Bueno, yo tengo mi manera de ver la crisis y el capitán del barco siempre tiene que estar al pie del timón. Todo el Comité de Dirección ha estado trabajando o bien en las tiendas o en la sede. Tenemos a mil personas teletrabajando y solo estamos las diez personas del comité de dirección trabajando en la sede. Pero como símbolo me parecía muy mal estar llevando esta crisis desde mi casa. Yo soy director general de esta compañía y creo que tengo que estar aquí. Estoy muy contento porque hemos dado un salto tecnológico bastante grande en esta crisis y todas las inversiones que habíamos hecho en los últimos años en digitalización nos han permitido trabajar con normalidad. El hándicap es que al cliente particular le hemos tenido que cerrar las tiendas ocho semanas.
"Las empresas son personas y creo que esta crisis ha sacado lo mejor de las personas"
Durante la pandemia, desde Leroy Merlin se han donado centenares de miles de productos para la protección del personal sanitario, habéis colaborado con entidades sociales, también con los cuerpos de seguridad…
Lo que más me ha gustado es que cada tienda ha tenido autonomía para hacer lo que quería. Estamos hablando de una emergencia nacional, en donde han muerto 30.000 personas en España, y yo creo que lo más importante es que cada uno de los manager de Leroy Merlin hiciera lo que sintiera que tenía que hacer. No ha habido ninguna imposición desde la Dirección General. Nuestra responsable de RSE, Susana Posada, ha coordinado todas las acciones y hemos donado más de 360.000 productos entre geles, máscaras, rollos para hacer caretas protectoras con impresoras 3D… Pero lo más bonito es que la gente ha hecho lo que creía que tenía que hacer.
¿Cómo valoras el ejercicio de solidaridad que hemos visto por parte de muchas compañías que se han puesto a disposición de las autoridades y de la sociedad para combatir la pandemia?
Bueno, lo primero es que las empresas son personas, y cuando te das cuenta de que hay gente que lo está pasando tan mal, reaccionas. Creo que esta crisis ha sacado lo mejor de las personas y todo el mundo se ha puesto a ayudar de forma altruista. Aquellos fontaneros voluntarios que instalaron el hospital del Ifema, ¿cuánto vale eso en una sociedad? Me parece emocionante. Ves que la gente es buena, y en este país hemos demostrado el sentido que tenemos de ayudar a los demás. En Leroy Merlin ha sido muy bonito, tenemos a 14.000 personas que son espectaculares. Cuando hablamos de empresas parece que son entes abstractos, pero las empresas son personas, y en esta crisis que se han volcado con la sociedad. Ahí está el caso de Inditex, o los Roig con Mercadona, por no mencionar a todos. Todo el mundo ha dado todo lo que podía e incluso más, sin mirar ni el dinero que estás dando, porque en esta situación no tienes ni tiempo de cuantificar lo que estás dando, es que no te paras ni a pensarlo. Ha sido un trabajo con un nivel de altruismo increíble.
"Estoy sorprendido por cómo la comunidad internacional ha gestionado la pandemia. No se puede hacer peor"
Antes criticabas la gestión de la pandemia. ¿Crees que la clase política no ha estado a la altura de la sociedad?
Yo nunca hablo de política. Yo no creo en las siglas, yo creo en las personas. Y creo que hay gente buena y gente mala, no partidos buenos ni malos. Lo que sí digo es que estoy sorprendido por cómo el mundo en general ha gestionado esto. No se puede hacer peor. China ocultó una cantidad de muertes espectacular durante meses, ha sido una falta de responsabilidad brutal. No entiendo el rol de la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque desde diciembre se veía que aquello no era un virus normal ni se comportaba como una gripe, y la OMS no hizo su trabajo de explicarle al mundo esta realidad. Y creo que la comunidad internacional, la UE, EEUU, India, Brasil, no han entendido la profundidad de esto. Si yo, que soy director general de una compañía, tengo esta información, imagínate la que tendrá el presidente del Gobierno. La jugada es: ¿qué has hecho con toda esa información? Europa lo ha hecho muy mal y se ha reventado brutalmente la economía. Y desde el punto de vista sanitario ha sido un desastre, una descoordinación total.
¿En qué condiciones enfrentamos la reconstrucción?
Esta crisis afecta absolutamente a todo. Todos los escenarios que te puedas imaginar no tienen referente histórico, es todo nuevo. A partir de ahí puedes enfrentarlo con dos planteamientos: uno, buscando amenazas, con miedo, pesimismo; y otro escenario pensando que la amenaza es muy grande pero también lo es la oportunidad. Esta va a ser una crisis grave, de dos o tres años, y la única manera de salir es pensando en positivo todos, innovando más que nunca y desarrollando tecnología. Los mejores proyectos de tecnología los he visto en las cuatro últimas semanas. Si te cierran la empresa y no puedes vender, ¿qué haces exactamente cuando 14.000 familias dependen de ti? Yo no me puedo quedar parado, así que el planteamiento es desarrollar alternativas. Nosotros lo que tenemos que hacer no es solo que Leroy Merlin salga adelante, sino que los 1.600 proveedores de Leroy Merlin salgan todos adelante con nosotros y ayudar a todos los clientes que podamos.
"Solo hay un camino: ser personas ejemplares, ser muy buenos profesionales y tener serenidad. Nosotros no estamos tomando decisiones por lo que pasa, sino por lo que va a pasar"
Te gusta decir que a los directivos sueles recomendarles que cuando tengan que tomar una decisión recuerden que hay miles de personas mirándolos. ¿Supongo que en una situación excepcional como la que estamos pasando, esas miradas son aún más intensas?
Siempre que hago la evaluación de mis directivos les pongo una frase: “Durante 365 días los equipos os están observando, no podéis engañar a nadie”. Así que solo hay un camino: ser personas ejemplares, ser muy buenos profesionales y tener mucha serenidad para tomar las decisiones. Nosotros no estamos tomando decisiones por lo que pasa, sino por lo que va a pasar, intentamos ir por delante de la crisis. Y luego hay una herramienta fundamental para salir de la crisis: en lugar de pensar en ti, debes pensar en los demás. No pienses en cómo te va a afectar esta crisis a ti, piensa en cómo lo va a hacer en 14.000 familias, en los 1.600 proveedores que representan a 200.000 personas, y toma las decisiones pensando en el bien de los demás. Hay que tener más serenidad y empatía que nunca. Nosotros tenemos un canal de comunicación interno en el que publicamos vídeos. Yo he tenido que salir a explicar hechos muy graves, como lo que significa dejar de facturar 600 0 700 millones de euros, pero también hemos hecho vídeos un poco ‘gamberros’, porque también hay que pasárselo bien y hacer que la gente no tenga miedo. Siempre será mejor ver al director general haciendo alguna tontería cómica que preocupado, agobiado y pegando gritos. Lo cierto es que tengo un equipo espectacular. Con 12.000 personas en ERTE, con apenas 2.000 personas hemos atendido a más de 350.000 clientes y este último mes hemos vendido más de 100 millones de euros. A cualquier director general lo que le gustaría tener en la vida es un equipo así.
¿Qué ‘gamberradas’ te ha tocado hacer, por ejemplo?
Bueno, pues simular una escena de ‘La casa de papel’, llenarme la cara de harina… Bueno, no me hagas seguir contando estas cosas…
"Este golpe es muy duro, muy complicado, pero no queda otra más que volver a empezar. ¿Para qué te vas a lamentar?"
Es humano. Para un directivo sometido a esta presión también es importante gestionar el estrés…
Lo que le dije a mi presidente es que cuando llevas 27 años en una compañía estás preparado para esto. Así que sabes lo que tienes que hacer. La crisis te puede paralizar, pero cuando tú estás preparado y tu equipo también lo está, hay un fenómeno que es que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y cómo hacerlo. Y esto es alucinante. Este golpe es muy duro, muy complicado, pero no queda otra más que volver a empezar. ¿Para qué te vas a lamentar? Yo me lamenté en soledad, pero me duró dos días. Te dices a ti mismo ‘qué pena, que habíamos trabajado tanto y se nos va de las manos en el último minuto’. Pues el objetivo ahora es: ‘vamos a trabajar otra vez para que vuelva a llegar’. Ser director general en una situación como esta es muy complicado, tienes que soportar una presión increíble y además no te puedes equivocar. Porque no te puedes permitir que 14.000 personas tengan un problema por ti. Pero te puedo decir que hemos trabajado estas ocho semanas genial, ha sido una experiencia espectacular por el nivel de concentración, de desarrollo y de capacidad ejecutiva de la gente de nuestro equipo. Hemos puesto las bases para que a partir de junio hagamos un proyecto muy diferente porque hemos revisado absolutamente todas las bases de la compañía y nos va a salir algo muy potente.
"Con esta crisis nos hemos dado cuenta de que es peligrosísimo fabricar en un solo punto del mundo"
Otro mensaje que vienes lanzando recurrentemente es el de la sostenibilidad. ¿Cobra ahora más importancia que nunca?
En enero de 2010, en mi primera convención de proveedores, dije que el mundo se estaba equivocando porque estaba comprando masivamente en China para tener márgenes altos. Europa se estaba desindustrializando sin razón, porque había empresas muy competitivas que estaban cerrando, y en aquella convención manifesté que mi primer objetivo como director general era crear el mejor equipo de distribución, mi sueño era tener la mejor empresa retail del mundo, y el segundo reindustrializar España con empresas no contaminantes. Así que les dije que quería que fabricaran aquí masivamente. La gente decía, 'mira qué tío más salado, que dice fabriquemos en España cuando todo el mundo lo hace en China'. Llevo repitiendo esto 11 años y, con esta crisis sanitaria, de lo primero que nos hemos dado cuenta es de que es peligrosísimo fabricar en un solo punto del mundo. Si China deja de fabricar el mundo deja de vender, y eso no puede ser. Y, por otro lado, el nivel de contaminación del mundo es inasumible, el ritmo de consumo que teníamos de envases y embalajes por el ecommerce era monstruoso. Esta situación nos debe hacer reflexionar y decir ‘oye, es que no podemos tenerlo todo, gratis y contaminando como campeones’. El mensaje es que sin esforzarnos, sin innovar, sin apostar por la digitalización, no saldremos. España es un país con una calidad de productos agroalimentarios espectacular, con un tejido industrial buenísimo y que debe salir refortalecido de esto. Hay que parar de mensajes negativos a la sociedad y ponernos todos de acuerdo para salir.