La sobrepesca, la contaminación por vertidos de aguas residuales y el progresivo calentamiento son las tres principales amenazas que se ciernen sobre el mar Mediterráneo. Así lo cree Manu San Félix, quien advierte que, para esquivarlas, es esencial “depurar correctamente nuestras aguas residuales y reservar el 30%”.
San Félix, que ha dedicado más de 30 años de su vida a estudiar y proteger los ecosistemas marinos, principalmente, en la región del Mediterráneo, es el impulsor de iniciativas como ‘Reserva 30 del Mediterráneo’, con la que persigue instar al Gobierno a que proteja el 30% del área española de este mar.
En esta entrevista con Soziable, además, el biólogo marino alaba la existencia de festivales como Wild Oceans FilmFest, celebrado en Gijón entre el 4 y el 9 de noviembre; menciona cuál ha sido su descubrimiento más sorprendente a lo largo de su extensa trayectoria; y traslada un contundente mensaje a las futuras generaciones sobre la importancia de la conservación marina.
- ¿Cómo surge su pasión por los océanos?
Desde que tengo recuerdo, me fascinó el mar y jugar a ser buceador; y soy de la generación que creció viendo los documentales de Jacques Cousteau y Félix Rodriguez de la Fuente. Me fascinaron e inspiraron a seguir sus pasos.
- Ha dedicado gran parte de su vida a la exploración y conservación de los océanos. ¿Cuál ha sido el descubrimiento más sorprendente que ha hecho en sus aguas?
Elegiría uno muy reciente, de hace unos días, en esta expedición de Prisitine Seas: haber encontrado la colonia de coral más grande conocida del planeta, en las Islas Salomón.
“Eventos como Wild Oceans FilmFest son importantísimos porque acercan la belleza e importancia de los océanos a las personas”
- Precisamente, el proyecto Pristine Seas ha logrado proteger vastas áreas marinas. ¿Qué destacaría de esta iniciativa?
Este proyecto es una idea genial de Enric Sala. Viajamos a los lugares remotos del planeta para inspirar a sus gobiernos a protegerlos y salvaguardarlos. Hemos conseguido que se protejan unos siete millones de kilómetros cuadrados, unas 25 áreas marinas protegidas que representan sobre el 70% de la zona protegida de los océanos.
- Es usted impulsor de ‘Reserva 30 del Mediterráneo’. ¿Qué objetivos persigue esta iniciativa?
El objetivo que perseguimos es recoger medio millón de firmas para inspirar e influir al Gobierno para que proteja el 30% del Mediterráneo español. Hablamos de que proteger implica dejar de pescar. Es necesario hacerlo si queremos recuperar la pesca local.
- En su opinión, ¿cuáles son las principales amenazas a las que se enfrenta el Mediterráneo y qué medidas deben tomarse para mitigarlas?
Hay tres claras grandes amenazas: sobrepesca, contaminación por vertidos de aguas residuales y progresivo calentamiento en los últimos 30 años. Debemos depurar correctamente nuestras aguas residuales y reservar el 30%. Si lo hacemos, el Mediterráneo recuperará su salud y estará en mejores condiciones para enfrentarse a los efectos del calentamiento.
- Entre el 4 y el 9 de noviembre, se celebró en Gijón la tercera edición del Wild Oceans FilmFest. ¿Qué cree que aportan festivales de estas características?
Eventos como éste son importantísimos porque acercan la belleza e importancia de los océanos a las personas. Y eso ahora es muy necesario porque vivimos desconectados de la naturaleza. Ayudan a que la gente entienda que la salud de los océanos y la salud del planeta es nuestra propia salud.
“El mensaje que queremos difundir con el proyecto la Gran Pradera es: qué fácil es destruir y qué difícil es recuperar; por eso, lo más importante es proteger lo que tenemos”
- Como explorador y biólogo marino, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a las futuras generaciones sobre la importancia de la conservación marina?
Que hay vida en el planeta porque tenemos agua. Que nuestra propia vida comienza después de una ‘inmersión’ de nueve meses. El agua nos da la vida y hay muy poca, llevamos tiempo buscándola en otros planetas. Es muy escasa. Si somos inteligentes, tenemos que aprender que mantener su salud es una prioridad.
- ¿Qué nos podría contar acerca de los proyectos en los que trabaja actualmente?
Ahora, en el Mediterráneo, estamos con un proyecto muy bonito, la Gran Pradera. Ya hemos plantado casi 25.000 plantas de Posidonia para recuperar praderas. Lo hacemos con voluntarios y gracias a empresas y fundaciones que nos apoyan. Y mientras lo hacemos, el mensaje que queremos difundir es: qué fácil es destruir y qué difícil es recuperar; por eso, lo más importante es proteger lo que tenemos. Y, desde ahí, conectar con la campaña Reserva 30.