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Olivia Mandle, activista medioambiental y la voz de la esperanza por los derechos de los animales marinos

"Sueño con un Mediterráneo libre de plásticos y los océanos libres de contaminación"

Abraza el mar y lo describe como “su mundo”. Lucha con todo su corazón por los derechos de los animales marinos y el bienestar del planeta. Siente una pasión desmedida por los delfines, pero también por el resto de los animales. Así se define Olivia Mandle, una activista medioambiental de 16 años. Con una pasión desmedida por la naturaleza desde su infancia, ha dedicado toda su vida a la protección de los animales marinos en España. Su compromiso y determinación le han llevado a emprender diversas iniciativas para garantizar el bienestar de estos inteligentes mamíferos marinos.

Olivia Mandle con la Jelly Cleaner agarrada a su muñeca, un utensilio para recoger microplásticos de la superficie.
Olivia Mandle con la Jelly Cleaner agarrada a su muñeca, un utensilio para recoger microplásticos de la superficie.

En esta entrevista exclusiva para Soziable, Olivia comparte sus experiencias, desafíos y objetivos en su incansable lucha por los derechos de los delfines. Lleva consigo una trayectoria de categoría, con premios tanto a escala nacional como internacional. Con el lanzamiento de su libro 'Si es cosa tuya', reflexiona sobre el cambio climático y cómo actuar antes de que sea demasiado tarde.

Por ello, a través de una campaña en la plataforma Change.org quiere poner fin del cautiverio de cetáceos en España. La iniciativa acumula más de 155.000 firmas entregadas ya en el Congreso de los Diputados. Además, es Embajadora del Pacto Europeo por el Clima de la Comisión Europea y ha hecho un llamamiento a despertar nuestra conciencia sobre la importancia de proteger la libertad y respetar el hábitat natural de estos animales marinos. 

- ¿Qué le inspiró a iniciar tu activismo por los delfines?

Desde pequeña, siempre he sentido un profundo amor por la naturaleza, especialmente por el mar y las especies que habitan en él, como los delfines, que son mis animales favoritos. Recuerdo claramente cuando, a los 5 años, fui a un espectáculo de delfines en Barcelona y vi a estos increíbles animales en vivo por primera vez. Fue una experiencia impactante para mí, pero también despertó mi conciencia sobre la importancia de proteger su libertad y su hábitat natural. 

- ¿Cómo se concretó su activismo? 

Aunque siempre había sido consciente y había participado en actividades como limpiezas de playas, fue en el año 2019 cuando decidí tomar medidas más concretas. Después de presenciar la muerte de la matriarca de un grupo de delfines en un zoológico, me di cuenta de que era el momento de actuar.

El Mediterráneo y yo tenemos una conexión muy fuerte y, por eso, el plástico es una de mis batallas más relevantes. Si no lo cuidamos y limpiamos, será imposible que los animales puedan sobrevivir. Por eso, fundé la iniciativa Jelly Cleaner, que desarrolla herramientas para limpiar microplásticos de la superficie del mar, y lancé campañas para trasladar a los delfines cautivos a entornos más adecuados. 

- ¿Cuál ha sido su mayor desafío hasta ahora en su lucha por los delfines?

Uno de los mayores desafíos fue cuando, tras una campaña que logró 55.000 firmas, los delfines no fueron trasladados a un santuario marino como esperábamos, sino a otro zoológico en Atenas, donde aún son utilizados para espectáculos. Fue una situación muy frustrante, pero me impulsó a seguir adelante con mi causa.

- ¿Cuál es su objetivo principal en este momento?

Mi objetivo principal es promover una ley en España que garantice el cierre programado de todos los delfinarios en el país. Actualmente, la petición cuenta con casi 160.000 firmas y sigo trabajando para hacer oír nuestra voz ante el Gobierno español.

- ¿Se considera la voz de los derechos para los delfines?

Ser comparada con Greta Thunberg es un gran honor para mí. Si bien nuestras causas pueden ser diferentes, creo que todas las luchas por un mundo mejor están interconectadas. Esta joven ha inspirado a muchos jóvenes a levantar la voz por el cambio climático y yo espero poder hacer lo mismo por los derechos de los animales, en este caso, los delfines.